Ante el juez Reinaldo Rodríguez, tres de los doce investigados aseguraron que avalaron la versión oficial por "temor a represalias" de sus propios jefes, en el caso del semirremolque que apareció en noviembre con 1662 kilos de marihuana.
Rosario 12 |
Tres de los doce policías investigados por el caso del semirremolque que apareció en noviembre en Arroyo Leyes con 1.662 kilos de marihuana en un container, confesaron haber mentido ante la justicia por "temor a represalias" de sus propios jefes. "¿Quién me garantiza que no pase nada? Desde el momento en que encontramos esa droga es que tengo ese miedo", admitió uno de ellos. "Yo tengo miedo de que me pase algo a mí y a mi hijo, por las represalias que pueda tomar alguna persona", aceptó otro. Ya se sabe que el hallazgo fue presentado por la Policía santafesina como un golpe al narcotráfico, pero la investigación del fiscal federal Walter Rodríguez descubrió que era una puesta en escena. Y según el último procesamiento en la causa, "buena parte" de la carga se trasbordó a un segundo camión Mercedes Benz 1114 para trasladarla con "destino incierto". El doble fondo que escondía la droga estaba lleno "sólo hasta la mitad", dice la resolución.
En ocho meses, el Ministerio Público avanzó en la hipótesis de la complicidad policial. El juez federal Reinaldo Rodríguez ya procesó a cuatro imputados que están presos: el ex sargento de Drogas Peligrosas, Alejandro Agüero ("Aguja") y a un conocido de éste, Juan Carlos Villalba ("Chueco") por supuesto "transporte de estupefacientes agravado por la participación de tres o mas personas". Y a dos comisarios: el ex jefe de la 8ª Zona de Inspección, Martín Díaz y el ex jefe de Orden Público, Cristian Hang. En mayo, la Cámara Federal de Rosario (sala A) confirmó los procesamientos de Agüero, Díaz y Hang y rechazó las excarcelaciones. El juez consideró que Agüero y Villalba compartían el "poder de disposición" del cargamento y el segundo, conducía el Mercedes Benz 1114 que se utilizó para el trasbordo de "buena parte" de la droga. Mientras que a Díaz y Hang les reprochó haber dejado escapar a los otros dos. Agüero fue detenido en diciembre, pero Villalba recién seis meses después, a principios de junio.
Tras la caída de Villalba, el fiscal pidió la indagatoria del ex jefe de la Unidad Regional I, Sergio Vergara y del ex subjefe, Sergio Fernández, a quienes acusó por una supuesta "investigación paralela" a espaldas y "sin conocimiento" del propio fiscal y del juez, para salvar su responsabilidad en el caso. La imputación es por "abuso de autoridad" y "violación de los deberes de funcionario público".
Los otros siete investigados son policías que esa noche del 2 de noviembre operaron en varios móviles en Arroyo Leyes y al día siguiente firmaron un acta con la "versión oficial" del procedimiento, que después el fiscal descubrió que era falsa porque omitió la trama por la que hoy están detenidos Agüero, Villalba y los dos comisarios. Los siete ya fueron indagados, pero el juez Rodríguez aún no resolvió su situación procesal y tres de ellos confesaron haber mentido en su primera declaración como testigo por "temor a represalias" de sus propios jefes. "Lo que los llevó a aceptar a aceptar que en el acta de procedimiento se plasme una versión de los hechos totalmente distinta a lo que realmente había acontecido y luego a refrendar esa versión en declaraciones testimoniales ante la justicia, habría sido el temor a represalias por parte de sus superiores", dice el dictamen del fiscal.
Uno de esos policías -de quien Rosario/12 reserva su nombre por razones obvias- admitió su preocupación por lo que "lo que pueda pasar. ¿Quién me garantiza que no me pase nada?", se preguntó. "Desde el momento que encontramos la droga es que tengo ese miedo (...) Mi firma se encuentra en el acta de procedimiento porque me dijeron que la firme".
Otro dijo que había firmado el acta porque "fue una orden de Hang". Y agregó: "Yo tengo miedo de que me pase algo a mí y a mi hijo, por las represalias que pueda tomar alguna persona, ¿Quién me garantiza que a mi no me pase nada por esto que estoy declarando?".
El tercero coincidió: "Nosotros somos suboficiales y recibimos órdenes. Yo tenía miedo, nunca me había pasado nada de esto y pensaba en mi familia, por el mismo miedo dije lo mismo que decía el acta labrada en Jefatura. Nadie me garantiza que alguien venga y me mate, porque hablando mal y pronto esto es \'falopa\' Yo solo recibo órdenes de mis superiores".
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