Hace tres años intentó matar a su ex pareja, Rosalía Benítez. Fue a juicio y lo condenaron a 10 años. La resolución se apeló y ayer la Cámara Penal aumentó la pena a 12 años. "Por las que quedan y por las que ya no están", dijo la víctima.
Rosario 12 |
La Cámara Penal elevó de 10 a 12 años la pena de prisión para Mario "Cacho" Toledo, quien en la primavera de 2012 intentó matar a su ex pareja, Rosalía Benítez, con media docena de disparos. "Se va a acabar, se va a acabar, esa manía de matar", cantaron en los pasillos de Tribunales las mujeres que acompañaron a la víctima a escuchar la nueva condena para su agresor, a seis meses del primer fallo. En diciembre, los fiscales Cristina Herrera y Carlos Covani apelaron y pidieron 18 años. Ahora, los jueces Daniel Acosta y Carlos Carbone consideraron el reclamo. "Estoy emocionadísima. Si bien no es lo que pedíamos, le subieron dos años más y eso ya es un logro", dijo la mujer que encabezó manifestaciones a Tribunales para pedir una condena ejemplar, que sentara precedente. "Por las que quedan y por las que ya no están", Rosalía seguiría adelante como miembro de la organización de Amas de Casa de Villa Gobernador Gálvez. La mujer se sorprendió al saber que la jueza Georgina Depetris, quien leyó el fallo en audiencia oral, haya votado por mantener la pena anterior. "Es una vergüenza, ella nos tendría que defender; pero estoy contenta de que lo hayan hecho los dos jueces", dijo la víctima, que se considera una sobreviviente de la violencia machista.
La noche del 21 de septiembre de 2012 fue un infierno para Rosalía. No era la primera vez que sufría violencia, ya que los malos tratos la acompañaron a diario durante los 17 años de convivencia con Toledo. La mujer tenía dos trabajos para mantener a sus hijos y al hombre que, por problemas de salud, decía no poder trabajar. El día que Rosalía se cansó, a mediados de 2012, planteó la separación. La respuesta fueron golpes y una denuncia en su contra. Desesperada, se acercó al grupo de Amas de Casa de Villa Gobernador Gálvez, donde vive, y al día siguiente logró la exclusión del hogar para Toledo. Sin embargo, nadie la controló. El no dejó de hostigarla. Comenzaron las amenazas, ataques a piedrazos en la calle, y más violencia. Incluso llegó a prometerle que la mataría si ella no "arreglaba las cosas" para que él volviera a la casa.
El día del ataque, Rosalía había quedado sola con su hija de nueve años. Ambas escucharon ruidos afuera de la casa. Era Toledo, armado con una escopeta y otro arma. "Pa, por favor no", le rogó la pequeña, mientras él forzaba la puerta del patio para meterse a la casa, tras trepar por el techo. Las dos corrieron hasta la pieza, levantaron las persianas y gritaron pidiendo ayuda a los vecinos. El rompió la puerta, entró y le dio los primeros tiros a su ex. "Esto es por lo que me hiciste", le espetó. Las dos corrieron hacia el garaje. Rosalía tenía las balas en su cuerpo. "Por tu culpa me convertí en un asesino", la acusó. La nena corrió a buscar la llave para irse de la casa, y su padre volvió a dispararle a su mamá. Cuando lograron salir, las ayudaron los vecinos. Tras llegar al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, Rosalía se desvaneció y permaneció en coma durante unos 15 días.
El 23 de diciembre pasado se dictó resolución tras el juicio oral para acusar a Toledo, de 57 años. Pero tras varias jornadas, testimonios y relatos coincidentes, la pena de 10 años le dejó un sabor amargo a Rosalía. Lo condenaron a diez años por tentativa de homicidio agravada por el uso y portación de arma de fuego y amenazas contra la madre de sus hijos.
En mayo, la fiscal de Cámara, Cristina Rubiolo, insistió con el pedido de 18 años de prisión para el agresor; mientras que la defensa del imputado pidió que solo lo acusaran de "lesiones graves" porque él aseguró que no tenía intención de cometer un femicidio.
En la nueva resolución, Depetris reconoció que Toledo "tanto quería matar a Rosalía, que todas las balas dieron en ella", y que tiró hasta que "se quedó sin balas". Dijo que el agresor no solo sabía lo que podía pasar, sino que "quería ese resultado". También apuntó a que el hombre que estuvo prófugo pocos días "procuró su impunidad, tras dejar un reguero de sangre en la casa". Pese a ello, la magistrada votó por quitar la figura de portación de arma de la calificación penal, por lo que consideró que los diez años de pena eran correctos. Sin embargo, los votos de los jueces Acosta y Carbone coincidieron en modificar la pena: le sumaron dos años. Ahora, Toledo pasará 12 años tras las rejas.
Pasadas las 14, las luces de los despachos ya estaban apagadas. Afuera, otro grupo de mujeres esperaba con banderas a Rosalía, paradas en el único rayo del sol, para calentarse. El aplauso fue al unísono, cuando les informó la novedad. "Hay muchas mujeres que necesitan de mi fuerza, que están hechas pelota, así que seguiré luchando. Todo se logra dando pelea, pese al daño que va a perdurar siempre. Olvidarme es lo que nunca voy a poder hacer".
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