Los encargados del negocio fueron golpeados y amenazados de muerte por cuatro sujetos que se desplazaban en un automóvil Mercedes Benz blanco.
La Capital |
Una pizzería ubicada en el corazón del barrio de Arroyito fue blanco de un violento asalto perpetrado por cuatro sujetos armados que llegaron a última hora de ayer y, tras golpear a los propietarios del negocio, se alzaron con la recaudación del día y objetos de valor.
El asalto se registró a las 23.30 de ayer, en el local ubicado en Víctor Mercante 1200 bis, cuando un joven entró fingiendo que quería comprar tallarines y, mientras mantenía entretenidos a los encargados, permitió que otros tres individuos ingresaran para cometer el robo.
La pizzería Sorrento, tradicional en el barrio, abrió sus puertas 26 años atrás y, tan solo en el último año y medio fue víctima de cinco asaltos, el último, perpetrado anoche por una banda fuertemente armada que se desplazaba en un Mercedes Benz blanco, fue al más violento.
Según relató a La Capital el dueño del local, Sergio Abola, de 67 años, los delincuentes irrumpieron a "cara descubierta", cada uno con un arma de fuego y amenazándolo a él, a su esposa y a su hijo, quien a esas horas atendía el mostrador del negocio, golpeándolos y apuntándoles con sus pistolas.
"Una vez que entraron, nos hicieron tirar al piso, nos gritaban que les diéramos el dinero y cuando se los dimos nos pidieron más", contó Abola visiblemente nervioso y añadió: "A mi mujer la agarraron el pelo y la zamarrearon, a mí me pegaron una patada y casi me matan el perro porque los quiso morder".
"Sabían bien lo que hacían y conocían la zona y el movimiento de local, porque cuando llegó el cadente, que había salido a llevar un pedido, lo metieron adentro rápidamente y también lo redujeron", contó el dueño de la pizzería, y se lamentó: "Este era un barrio tranquilo, hace tiempo que dejó de serlo".
"Nos robaron cinco veces en el útlimo año y medio, así no se puede trabajar más", se quejó Abola, y añadió. "A la noche vamos a tener que atender con la persiana baja y solamente a los clientes que conocemos. Si no fuera porque mis hijos viven del negocio, lo cerraría, no aguanto más".
Actúan por razones de jurisdicción la seccional 10ª de policía.
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