Explican que la brusca devaluación de enero de 2014 no estuvo prevista en el arancel del año pasado. Esta universidad privada se sostiene, en su mayor porcentaje, con el aporte de los estudiantes. A mitad de año habrá otra actualización del 22 %.
Consultado Ricardo Rocchetti, rector de la casa de estudios, explicó que la cuota tiene que ver con el funcionamiento de la universidad, que es una institución civil sin fines de lucro que pertenece a la Iglesia Católica y no recibe ningún subsidio del Estado.- Foto:Archivo El Litoral.
De la Redacción de El Litoral
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A partir de enero de este año, la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) subió el arancel mensual a 2.450 pesos, lo cual significa un 37 por ciento de incremento a su cuota actual de 1.790 pesos. En tanto, para el segundo semestre del año habrá una nueva actualización del orden del 22 por ciento y el monto escalará a los 3.000 pesos.
La medida ocasionó la preocupación de algunos estudiantes que hicieron llegar sus quejas a la Línea Directa del diario, en la que pidieron explicaciones a las autoridades de la universidad. “¿Aumentar un 40 % de una sola vez? ¿En qué se basa esta suba impresionante? Hay mucha gente que viene de afuera a estudiar y está pagando alquiler y comida”, advierte uno de los mensajes.
Consultado Ricardo Rocchetti, rector de la casa de estudios, explicó que “la cuota tiene que ver con el funcionamiento de la universidad, que es una institución civil sin fines de lucro que pertenece a la Iglesia Católica y no recibe ningún subsidio del Estado. Los costos se cubren en una proporción dominante por medio de las cuotas arancelarias de nuestros alumnos y, en una menor parte, a través de lo recaudado por los servicios a terceros”.
Según explicó la autoridad académica, cada año se prepara el presupuesto que necesitará la universidad para funcionar durante el siguiente ciclo lectivo y, en función de eso, se establecen los aranceles. “Es un procedimiento muy estudiado, muy fino, se hacen consultas de diversas índoles; es una decisión que no se toma a la ligera”, aseguró.
Rocchetti fundamentó que el desfasaje se debió a la brusca devaluación de enero de 2014. “En el 2013, se había preparado el presupuesto para el año siguiente, y luego se presentaron los episodios de enero que no estaban previstos. En ese momento, decidimos honrar los compromisos, mantener los valores anunciados y transitar el 2014 con mucho sacrificio. Las cuotas quedaron por debajo, pero evidentemente en algún momento se iban a tener que poner al día”, argumentó.
Además, indicó que fijar los aranceles por semestre “es un esfuerzo que hace la universidad en tiempos de incertidumbre económica, de inflación y con un año electoral en puerta. Esto no es fácil porque casi todo lo que se recauda se invierte en sueldos. Tenemos una planta de 1.000 docentes, más los empleados administrativos y el personal de conducción. Todos los ingresos se destinan a solventar salarios y demás gastos”.
No bajó la matrícula
Rochetti aseguró que los aumentos no afectaron la matrícula hasta ahora. “Por el contrario, en 2014 se sumaron alumnos y este año la inscripción viene muy bien”, destacó.
La Universidad Católica de Santa Fe tiene alrededor de 6.500 alumnos en todas sus sedes: Santa Fe (casa central), Posadas, Reconquista, Rafaela, Rosario y Gualeguaychú, donde articula su oferta académica con el Instituto de Profesorado Sedes Sapientiae.
El rector aclaró que el valor de la cuota también tiene que ver con mantener el nivel académico de todas las carreras de nivel superior. “Ésa es casi una obligación moral. Más allá del valor monetario, creemos que la universidad es una obra colectiva que se hace con el aporte de muchas personas: los alumnos, sus familias, los profesores, la conducción, el personal de administración y de apoyo”.
Rocchetti señaló, asimismo, que la Universidad Católica de Santa Fe prevé mecanismos -como el de becas y préstamos académicos- para ayudar a aquellos estudiantes que quieran estudiar en esa institución, con el fin de que “lo económico no se convierta en una barrera infranqueable”.
Crecimiento
Hay tres etapas que caracterizan a la Universidad Católica de Santa Fe, según el rector Rocchetti. “La fase fundacional, que creó carreras para atender a la demanda académica de Santa Fe y la región. La segunda etapa, que es la apertura de subsedes en aquellos lugares donde se solicitaba la presencia de la universidad y en donde se replicaron las carreras que ya teníamos. Y otra etapa, que estamos atravesando ahora, en la que tratamos de detectar las necesidades particulares que tiene cada una de las sedes para generar oferta nueva. En ese sentido, la Licenciatura en Obstetricia es la primera que creamos con ese objetivo”, cerró.
Obstetricia, la novedad
La máxima autoridad universitaria se refirió a la nueva Licenciatura en Obstetricia, que es la primera y única carrera de este tipo en la provincia de Santa Fe y jurisdicciones aledañas, como Córdoba y Chaco. Esta especialidad comenzará a dictarse en la subsede Rafaela de la Universidad Católica, porque el centro-norte de la provincia es quizá la región que más requiere de estos profesionales.
“La inscripción viene muy bien y hemos tenido apoyo de la asociación de médicos y de la comunidad de Rafaela porque es una necesidad para el medio”, destacó Ricardo Rocchetti, al tiempo que se mostró conforme con la repercusión del desembarco de la Católica en Rosario. “Nos está yendo excelente, sobre todo, con la carrera de Diseño Industrial”, amplió.
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