Es el nuevo jefe de Policía de la ciudad de Santa Fe y en 2006 estuvo investigado por conductas antisemitas. Es defendido por el secretario de Seguridad Chaumont y también por el jefe de la policía provincial Omar Odriozzola. A Juan Pablo Garro le encontraron hace unos años en su despacho varios símbolos nazis.
Rosario 12 |
El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), la organización Hijos y otros organismos de derechos humanos de Santa Fe se sumaron al rechazo de la comunidad judía a la designación del jefe de la Unidad Regional I, Juan Pablo Garro, investigado en 2006 por supuesta actitudes "discriminatorias" y "antisemitas" y el hallazgo de un cuadro nazi en su oficina. Ayer, el jefe de Policía de la provincia, Omar Odriozzola, dijo que fue él quién "tomó la decisión" de nombrar a Garro y explicó que la "esvástica" que tenía su elegido era "un dibujo que le habían regalado cuando era cadete". "Es muy preocupante la designación de una persona acusada de antisemitismo y de un perfil ideológico que no se corresponde con el sistema democrático", dijo la titular del Inadi, Stella Vallejos. La abogada de Hijos, Lucila Puyol consideró "peligrosísimo" el hecho y advirtió sobre una "escalada de violencia institucional", mientras que su colega Valeria Silva criticó el ascenso de Garro porque "es un mensaje al resto de la fuerza y después pasan cosas como las que ocurrieron en Frontera, donde crucificaron a un detenido".
El viernes, el presidente de la Asociación Israelita I.L Peretz, Jaime Kessler y uno de sus directivos, Daniel Silber, rechazaron la designación de Garro por su pasado. "La obligación del gobierno es nombrar funcionarios probos, democráticos y comprometidos con los derechos humanos", dijo Kessler. Mientras que Silber recomendó al gobierno de Antonio Bonfatti ser "más cuidadoso con las designaciones, porque ya hubo experiencias nefastas" y mencionó los casos del ex jefe de Policía de la provincia, Hugo Tognoli y de un ex jefe de la Unidad Regional II de Rosario (que no identificó) "muy cuestionados por sus antecedentes y sus prácticas". Los dos consideraron la promoción de Garro como "una reiteración de actitudes del gobierno respecto a los nombramientos en la Policía. Ya hemos tenido un jefe de Policía ligado al tráfico de drogas y otras situaciones".
Ayer, la titular del Inadi, Stella Vallejos recordó la denuncia contra Garro, en 2006. "El denunciante proporcionó fotos de aquel cuadro (con símbolos nazis)", le dijo a una colega de El Litoral. Y planteó "la profunda preocupación de tener como jefe de la Policía a una persona acusada de antisemitismo y con un perfil ideológico que no se correspondería con los principios del sistema democrático". El Inadi se pronunciará sobre el caso en los próximos días y lo mismo podría hacer el Foro contra la Impunidad y por la Justicia que integran Madres de Plaza de Mayo, organismos de derechos humanos y otras expresiones políticas y sociales.
La abogada de Hijos, Lucila Puyol, compartió la "preocupación" por el nombramiento de Garro porque "es un avance de situaciones que pueden desencadenar en hechos represivos", dijo. "La Policía de Santa Fe está muy cuestionada por su violencia, su corrupción, su relación con el narcotráfico, la trata y otros delitos Y que en lugar de mayor apego a las leyes, a los derechos humanos y a la plena vigencia del estado de derecho, la respuesta del gobierno sea designar jefes policiales con un alto perfil represivo y relacionado con lo peor del pasado y el nazismo, es peligrosísimo", agregó.
Otra militante de Hijos, Valeria Silva, recordó que tras el escándalo Tognoli, el Foro contra la Impunidad pidió audiencias a Bonfatti y al ministro Lamberto para plantearle "qué tipo de Policía queremos" y "qué hacemos con esta institución tan corrupta y tan denunciada", pero "nunca nos respondieron".
"Lo preocupante de la designación de Garro es el mensaje para la Policía: quienes son los que conducen la fuerza", dijo Silva. Ya habían designado secretario de Seguridad Pública, a un comandante de gendarmería (Gerardo Chaumont), separado de la fuerza tras un caso de corrupción, en 2004, que dijo que va a militarizar la Policía y ahora pone a un jefe Unidad Regional que tiene denuncias por discriminación y antisemitismo. Nos parece un mensaje al resto de la fuerza, que después cuando pasan cosas como las que ocurrieron en Frontera, donde crucificaron a un detenido", agregó.
Silva cuestionó también el archivo de la denuncia contra Garro, que "fue desestimada por Asuntos Internos. Nosotros hicimos varias denuncias en Asuntos Internos y todas fueron archivadas. Asuntos Internos es una trampa, un autocontrol de la misma policía, una máscara donde deciden a quiénes van a sacar o poner. Ninguna denuncia de los organismos de derechos humanos por violencia institucional prosperaron en Asuntos Internos", concluyó.
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