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viernes, 19 de diciembre de 2014

SANTA FE El jefe comunal de Melincué denunció presecución política

Gabriel Rébora, quien está procesado por un caso de proxenetismo, se asombró "por la manipulación del gobierno y la Justicia provincial por similares casos de trata y prostitución".
La Capital | 
El jefe comunal de Melincué denunció presecución política

 "Estamos asombrados por la manipulación que hace el gobierno y la Justicia provincial de una causa tan noble como la lucha contra la trata de personas y el proxenetismo. Ahora resulta que el intendente de Firmat, Leonel Maximino, es un héroe que colaboró con la causa y a mí se me procesa por incumplimiento de los deberes de funcionario público", disparó sin anestesia el mandatario comunal de Melincué, Gabriel Rébora, tras el allanamiento realizado en Firmat en un bar dónde se ejercía la prostitución. Por un caso similar ocurrido en Melincué, Rébora fue procesado.
La semana pasada se clausuró un bar en Firmat dónde se ejercía la prostitución. De hecho cuatro personas fueron sorprendidas mientras tenías sexo en un lugar contiguo al lugar donde se despachaban bebidas. Es decir, un "pirulo" a todas luces donde los parroquianos iban a tener sexo mientras degustaban algún espirituoso trago. O agua o gaseosa, según el gusto.
Para Rébora "en los hechos ambos tuvimos el mismo comportamiento de autorizar el funcionamiento de un bar que después fue usado con otro fin. Pero en el caso de Firmat tiene el agravante de que se habría comprobado el ejercicio de la prostitución facilitada por los dueños de ese local, y acá en Melincué eso jamás ocurrió".
Indignado Rébora dijo que "sin embargo él (por Maximino de Firmat) es del oficialista Frente Progresista y yo peronista, por eso se me persigue". Rébora recibió la confirmación de su procesamiento por presunto "incumplimiento de los deberes de funcionario público" y está en etapa de debate en el juicio escrito. Fue por un bar denominado La Rueda y otro, en menor escala, denominado Escorpio; los dos cerrados por la Justicia.
"Es un mamarracho que sólo se explica por la animosidad de varios funcionarios judiciales y en particular del Fiscal de Cámara Eduardo Palmolelli junto sus amigos del Frente Progresista. Acá existió una habilitación del municipio de un bar que luego fue usado por empresarios para facilitar aparentemente la prostitución.
Puesta en escena. Agrego que "sin embargo el gobierno provincial, a través de la funcionaria Viglione salió a hacer una puesta en escena de que el comportamiento de los funcionarios de Firmat había sido otro. Hicimos lo mismo ambos, sólo que yo soy peronista y Maximino es del FPCyS".
Respecto de la causa judicial en la que se le imputan supuesto incumplimiento de deberes de funcionario público, el letrado Antonio Di Benedetto señaló que "nos corrieron traslado desde el Juzgado de Gastón Jáuregui para hacer la defensa. Hicimos la defensa negando los hechos, rechazando las pruebas que se acompañan".
Sobre las escuchas telefónicas que involucran supuestamente a Rébora en la trata de personas, Di Benedetto agregó que "respecto de las escuchas ellas vulneran el derecho de defensa, en virtud de que no sabemos si es él (por Rébora) o no el de la voz. Las escuchas fueron tomadas en otra causa, ordenadas por otro juez, entonces pedimos la nulidad".
Aparte —dijo Di Benedeto— "considero que en modo alguno existió el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público por parte de Rébora". Sobre el caso particular de lo sucedido en Firmat, Di Benedetto remarcó: "Podemos decir que en otros casos similares raramente no se acusó al intendente por incumplimiento. Y eso que está comprobado que en Melincué no existió trata, ni proxenetismo, ni ejercicio de la prostitución".
Finalmente Rébora agregó que "los mismos funcionarios judiciales que instaron mi procesamiento Silvina Marinucci (jueza en lo Penal Correccional) y el Fiscal Jorge Possi son vecinos de Firmat y han transitado en forma diaria frente al sitio donde funcionaba en Firmat este lugar que clausuraron las fuerzas de seguridad, sin embargo nada dijeron de aquello. "¿Acaso no existe allí incumplimiento de los deberes de funcionario público o, cuanto menos, negligencia por parte de Maximino?", chicaneó Rébora.

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