Se trata de una compañía norteamericana, que sufre la caída en las ventas a causa del desplome del sector automotriz. La decisión dejó sin empleo a 240 personas. Es la tercera empresa con problemas graves.
Infobae |
La compañía de autopartes Visteon Corporation decidió cerrar su planta de Quilmes, en la zona sur del conurbano bonaerense porque "“no es financieramente viable" para continuar operando”. A causa de esta decisión, un total de 240 empleados de la fábrica” quedaron sin trabajo.
Fuentes del sector aseguraron que el sector está profundizando su crisis “como consecuencia de un conjunto de razones, entre ellas, la más importante, a causa del derrumbe en la producción de las automotrices radicadas en la Argentina, las que redujeron los pedidos a las autopartistas”, consigna el diario El Cronista.
Según los datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), el acumulado de los primeros cinco meses mostró una baja de 22,2% respecto de igual período de 2013 debido a una retracción de la demanda exportadora y de las ventas en el mercado local.
Otra de las causas que impactaron de forma negativa en los negocios de las autopartistas, según señalaron desde ese sector, fue la cantidad de conflictos que se dieron en el interior de varios proveedores estratégicos, situaciones que llevaron a la suspensión temporal de las actividades en las instalaciones de varias terminales.
A través de un comunicado, la empresa sostuvo que se resolvió cerrar esa unidad de operaciones después de una "detallada revisión de la planta, que ha experimentado bajas de la producción y que por varios años no ha sido financieramente sólida”".
Además, “la empresa, dice el texto, "opera en un mercado muy competitivo a nivel mundial y, no puede sostener instalaciones como la de Quilmes que está operando a menos de su capacidad total, sin ninguna posibilidad de ganar nuevos negocios importantes”". Allí se fabricaban productos de control de climatizadores para varias automotrices, incluyendo radiadores, condensadores de aire acondicionado, radiadores para el enfriamiento de fluidos y mangueras de aire acondicionado.
La compañía de capitales norteamericano señaló que el cierre de la planta de Quilmes “no afectará a las demás operaciones” que tiene en la Argentina y en la región, así como tampoco el suministro a los fabricantes de vehículos.
Fuentes del sector aseguraron que el sector está profundizando su crisis “como consecuencia de un conjunto de razones, entre ellas, la más importante, a causa del derrumbe en la producción de las automotrices radicadas en la Argentina, las que redujeron los pedidos a las autopartistas”, consigna el diario El Cronista.
Según los datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), el acumulado de los primeros cinco meses mostró una baja de 22,2% respecto de igual período de 2013 debido a una retracción de la demanda exportadora y de las ventas en el mercado local.
Otra de las causas que impactaron de forma negativa en los negocios de las autopartistas, según señalaron desde ese sector, fue la cantidad de conflictos que se dieron en el interior de varios proveedores estratégicos, situaciones que llevaron a la suspensión temporal de las actividades en las instalaciones de varias terminales.
Asimismo, en medio de esta caída de ventas, añadieron, también se incrementaron los costos de mano de obra por las paritarias, donde la UOM cerró para este año una mejora salarial del 29,6%. Pero lo que más preocupa a las empresas autopartistas, remarcaron al matutino, es la forma de pago de las automotrices: “"Las fábricas no reconocen la nueva lista de precios y están pagando con la lista de hace cuatro meses, y tampoco reconocen el dólar importador, lo que nos está afectando financieramente porque nosotros tenemos que seguir entregando lo que producimos", describieron.
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