El Rojinegro tuvo varias bajas importantes porque Berti las cuidó para la Copa. Tuvo un flojo partido, nunca encontró su juego y cayó en Bahía Blanca. Maxi Rodríguez desperdició un penal.
La Capital |
Newell\'s no pudo sostener la levantada que venía exhibiendo en el torneo local y la Libertadores. Tropezó porque esta vez no pudo disimular sus ausencias y porque nunca encontró su juego. Le faltaron algunos nombres propios y sufrió sus propias imprecisiones. Fue pura levedad. Sin pimienta, sin intensidad. Con llamativos desacoples. Con ese combo, la caída 1 a 0 ante Olimpo en Bahía Blanca resulta un marcador hasta escaso, teniendo en cuenta las numerosas chances que fabricaron los aurinegros y que podrían haberle dado más holgura al tanteador. Maxi Rodríguez desperdició un penal en el segundo tiempo, que evidenció que fue una tarde decididamente negra en el Carminatti para el elenco leproso.
Las bajas por prevención de Bernardi, Figueroa y Casco, la suspensión de López y las lesiones de Mateo, Muñoz, Trezeguet y Tonso crearon un escenario atípico en el campo de juego. Pero también vale recordar que muchos nombres pesados no estuvieron ante Vélez, y la Lepra generó uno de sus partidos más deslumbrantes. Hace muy poco.
Esto quiere decir que no sólo hubo mal de ausencias. Hubo un partido muy flojo de la mayoría de los jugadores rojinegros. Con errores individuales y colectivos que desencadenaron una actuación chata, muy pobre, demasiado lejana de las goleadas a Rafaela, Nacional y el Fortín. Newell\'s no estuvo fino con la pelota y no pudo construir, y tampoco estuvo firme para contener los embates de contra que proponía el local con picardía. Siempre estuvo incómodo.
De entrada se vio el formato del cotejo. Newell\'s intentaba sin lucidez, y Olimpo trataba de aprovechar con velocidad, concentración máxima y un efectivo sistema de presión para capitalizar los errores ocasionales. Por eso no extrañó que a los 12\' Cerutti avisara con un disparo que se fue apenas arriba del travesaño.
No era nada más que una advertencia. Newell\'s no atacaba ni defendía bien, y entraba con demasiada facilidad en el diseño que le proponía un rival con menos recursos. A los 15\', nuevamente Cerutti la recibió en el medio del área y con un remate bajo venció la resistencia de Guzmán. Gol y más desorientación rojinegra.
Newell\'s no podía hacerse fuerte porque no estuvo asociado con la pelota. La tuvo, pero le faltó claridad para sacarle más rédito. Sus únicos acercamientos de peso fueron los envíos de larga distancia de Maxi y Castro, en dos ocasiones. Nada de trascendencia.
En el complemento, las cartas y los roles no cambiaron demasiado. Newell\'s buscó con algo más de decisión, pero fallaba en el tramo final de la jugada. Y cada contra de Olimpo era un padecimiento para los de Berti. En ese marco, Cerutti siguió intratable y sacó a pasear a toda la última línea leprosa. Tuvo un remate en el travesaño y otras chances claras más que merodearon demasiado cerca del gol. En ese rubro, el Patón Guzmán era la única bandera de lucha que ofrecía Newell\'s en el cotejo. Ni siquiera el ingreso de Villalba en el medio pudo enderezar un rumbo torcido.
A los 20\', Champagne bajó a Castro en el área y apareció un penal en escena. Pero la suerte dijo no y Maxi Rodríguez no pudo convertir. El arquero local lo tapó y encaminó el triunfo aurinegro.
De allí hasta el final Olimpo buscó terminar una contra pero no consiguió la amplitud que merecía de acuerdo al desarrollo. Y Newell\'s no pudo exhibir demasiadas oposiciones a este nuevo resultado negativo de visitante. Un traspié que tiene razones, que superan las cuestiones nominales. Ayer jugó mal y perdió, como lógica consecuencia.
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