La iniciativa -que vincula a la universidad con una escuela media- aborda la problemática de las Tics en la clase de biología. Planificar secuencias didácticas no lineales y orientadas al conocimiento, una de las claves.
¿Qué pasa con la biología en el aula hoy? ¿Cómo deben utilizarse las nuevas tecnologías para su enseñanza y divulgación? ¿Cómo incentivar en los alumnos -y con el apoyo de las Tics- el interés por esta ciencia de los seres vivos? Éstos fueron los disparadores de un proyecto de voluntariado universitario que se lleva adelante y que une la Universidad Nacional de Litoral (UNL) y a una escuela media.
“Enseñando Biología con las Tics” es el título del proyecto donde participan docentes y alumnos avanzados de dos cátedras del profesorado de Biología que se dicta en la Facultad de Humanidades y Ciencias (Fhuc) de la UNL. Se desarrolla en la Escuela Técnica María Sánchez de Thompson de Rincón, e involucra a 8 docentes medios y unos 300 alumnos participantes. El proyecto extensionista comenzó este año y se extenderá a marzo de 2014.
El objetivo de la iniciativa esa crear secuencias didácticas para que los docentes secundarios puedan desarrollar en sus clases de biología, incorporando recursos tecnológicos pero siempre en forma planificada. El proyecto entiende a las Tics como un importante recurso de apoyo, siempre que sean usadas en forma orientada y planificada, no por el sólo hecho de que estén presentes en el aula.
“Hay autores que hablan del ordenador como panacea, a afirman que las tecnologías traerán todas las respuestas que la educación está demandando. Y no es así: la tecnología debería ser tomada como un recurso más dentro de una propuesta de aula racionalizada”, puso en contexto la Prof. Nora Ojea, directora del proyecto, profesora de las cátedras Didáctica de la Biología y Práctica Docente del Profesorado de Biología de la Fhuc.
“Nos interesa abordar la problemática de cómo incluir la tecnología en el aula, repensando la clase tradicional de biología. Aspiramos a armar secuencias didácticas que incorporen a las Tics como recurso, pero siempre facilitando el aprendizaje del alumno: que ese aprendizaje sea significativo y colaborativo”, resaltó Ojea.
Objetivo pedagógico
En Internet se encuentran, por ejemplo, simuladores que sirven para diseccionar virtualmente una rana. “Todo muy bien hasta aquí, porque este recurso permite a los alumnos reconocer las distintas partes de cuerpo de un ser vivo. Pero si detrás de esa práctica no hay un objetivo pedagógico, como por ejemplo analizar las relaciones entre estructuras y función de los órganos, todo quedaría en un uso vacío de las Tics”, explicó la profesora.
“La incorporación de la tecnología debe estar asociada estrechamente al conocimiento de una ciencia específica y a la estrategia didáctica. Para eso, debe haber una planificación previa del docente, y recién después incorporar como recurso a la tecnología”, subrayó Ojea.
En cuanto al uso de las Tics, los docentes venimos rezagados. Tenemos que empezar a entender que las Tics deben ser vistas desde el lugar de los conocimientos didácticos. Pero tiene que haber una intención pedagógica específica
Por lo general las clases de Biología -y de otras disciplinas- se estructuran en esquemas tradicionales (el profesor expone la clase en el pizarrón, los alumnos toman nota, luego se recurre al libro obligatorio, etc.). “Ahora, las Tics en el aula implican romper con esa linealidad didáctica: proponen buscar información, hacer una base de datos, construir esquemas, usar simuladores, etc.. Esto es, hacer un recorrido propio del conocimiento”.
Para la profesora, el docente debe reconocer las habilidades cognitivas que hay que enseñar para que sepa interpretar el recurso tecnológico. “Creo que debemos elaborar secuencias didácticas que usen Tics, pero la tecnología entendida como recurso, y ése es un poco el sentido del proyecto”, cerró la profesora.
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