La aeroestación Islas Malvinas de Fisherton quiere mayor protagonismo y para eso, hace hincapié en sus buenas condiciones estructurales. El gobierno nacional analiza nuevos servicios y subraya que Aerolíneas Argentinas es estratégica.
Desde sus inicios como Aeroclub a fines de la década del 50, el actual Aeropuerto Internacional de Rosario Islas Malvinas (AIR) pretende afianzarse en el sistema aeronáutico nacional y estar a la altura de una metrópolis semejante. Hoy las expectativas se mantienen intactas, valiéndose de sus "buenas condiciones estructurales" --subrayadas por las autoridades locales-- y de planes que se van concretando, como la inminente inversión con fondos nacionales para infraestructura. Sin embargo, desde el directorio del aeropuerto reclaman viajes internacionales para crecer y advierten una "centralización" de los servicios en Ezeiza y Aeroparque, argumentando que el sistema "se gestiona arbitrariamente" desde Aerolíneas Argentinas. Desde la Nación alegan que la empresa constituye un punto importante en la agenda actual del transporte y que su defensa es política de Estado. Con este trasfondo, sólo resta que se animen a hacerlo despegar.
El aeropuerto se encuentra en una etapa de acomodamiento y de espera para poder crecer a base de pasajeros y de prestancia. Actualmente tiene cubierta de forma completa las rutas de cabotaje con la empresa Sol, que también llega hasta Montevideo y Punta del Este; y llega hasta Río de Janeiro por la compañía Gol con escala en Porto Alegre. Además, cubre con vuelos charter los destinos de Punta Cana y Porto Seguro.
Para completar el esquema, el aeropuerto llega diariamente a Ezeiza como forma de cubrir la conectividad internacional que se tenía con la empresa Lan Perú y que no obtuvo la prórroga del permiso exploratorio a fines de febrero de 2012. Con la pérdida de esta ruta -–hasta Lima y de allí hacia otros puntos del mundo--, se explica el declive que comenzó a plasmarse en los números de pasajeros internacionales. Desde el aeropuerto toman como un punto de inflexión a este caso: por un lado les cortó las alas en lo internacional, pero por otro les sirvió para demostrar la potencialidad de este tipo de destinos.
Las cifras demuestran que en la cantidad total de pasajeros, el 2012 cerró solamente un cuatro por ciento por debajo del año anterior (174 mil contra 180 mil). Sin embargo, cuando se discrimina como pasajes internacionales la caída se torna abrupta, hasta un 30 por ciento menos en la relación interanual, incluso a la mitad durante parte del rodaje de 2012. Tras el paquete de obras ejecutado en 2004, 2005 y 2006, el número de pasajeros presentó una tendencia creciente, pasando de 99.000 totales en 2006 a 180.600 en 2011, según un estudio de Facultad de Ciencias Económicas. Pero el movimiento en relación a otras ciudades como Córdoba queda muy relegado.
Ante esto, las autoridades del Aeropuerto recurren al incansable pedido por más vuelos internacionales, para que pegue el gran salto. Como fundamento exponen las condiciones técnicas, de servicio y de infraestructura, también la mencionada potencialidad de pasajeros, y se escudan bajo los estudios de mercado de las mismas empresas que demandan las rutas aéreas. El presidente del directorio del aeropuerto, Raúl Garo insistió: "Necesitamos que se otorguen los permisos a nuevas compañías que ya han hecho el pedido. Nosotros contamos con un servicio de 24 horas, con todas las condiciones e infraestructura adecuada, Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Migraciones, Aduana, Senasa". Desde la Asociación Rosarina de Agencias de Viajes (Arav), su vicepresidente Lisandro Cristiá, cambia la lógica y explica que es "una equivocación solicitar más vuelos internacionales, ya que primero se debe generar el hábito de lo existente en el rosarino".
El Estado Provincial por Ley 10.906/92, estableció la figura de persona pública estatal con autarquía para el Aeropuerto Internacional de Rosario con recursos propios, aunque el encargado de subsidiar mayormente es el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna). Además, los que levantan o bajan el pulgar son las autoridades nacionales y Rosario/12 consultó al secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, cuáles son las acciones previstas. "Existen planes vinculados tanto con la infraestructura como con los servicios. Se está trabajando mucho para alcanzar y superar estándar de infraestructura y seguridad establecidos por los organismos internacionales de aviación. Ello constituye la base para nuevos vuelos que vinculen a Rosario con el exterior y otras ciudades del país", expresó.
La respuesta toma sustento en la inversión nacional a través del Orsna de 38 millones de pesos para las obras de infraestructura que se iniciarán el 9 de marzo y atañen a la remodelación de la pista de aterrizaje y nuevos cableados para el balizamiento. Además, el secretario afirmó que se prioriza el "estímulo a las empresas aerocomerciales para el establecimiento de nuevas operaciones". En este sentido, se dio respuesta al insistente reclamo de alguna forma: la compañía Andes, quien está desarrollando el esquema de charter a Punta Cana y Porto Seguro, obtuvo una extensión de los vuelos hasta Semana Santa inclusive.
Hay varios supuestos para explicar porqué el aeropuerto titila en stand by. Cristiá entiende que, al no ser Rosario históricamente una ciudad turística, se explica el retraso en cantidad de vuelos en relación a ciudades como Córdoba o Mendoza, quienes no deben pujar actualmente por nuevos cupos. Por otra parte, siempre se ha dicho que el factor fundamental eran los escasos 300 kilómetros que separan a la ciudad de Capital Federal, pero el dirigente explicó en base a situaciones similares en otros países que esa distancia entre dos urbes semejantes no impide la constitución de hubs (centro de concentración de una red).
En 1997, el Ejecutivo Nacional por medio de los decretos 375/97 y 500/97 efectuó el llamado a licitación para concesionar los aeropuertos nacionales. Santa Fe decidió no incluir al aeropuerto local en la privatización dispuesta por la Nación, en el marco del Sistema Nacional de Aeropuertos conocido como Aeropuertos 2000. Este alejamiento de alguna forma perjudicó al aeropuerto --según argumenta Cristiá--, aunque señala que de haberse privatizado no sería una beneficiaria de subsidios nacionales.
El último punto que afina Cristiá es que Aerolíneas Argentinas tiene la potestad de decidir el sistema aeronáutico a modo de satisfacer sus intereses. "El mapa actual evidencia arbitrariedad por parte de la empresa", adujo. Pero el dirigente no es el único que engendra esta idea sino que aparece en escena el presidente de AIR, Raúl Garo, y sostiene: "La respuesta de porqué no despega nuestro aeropuerto, obedece en parte a una mirada concéntrica en Ezeiza y Aeroparque. Además, hay un jugador privilegiado en la manera de tomar decisiones políticas de tráfico aéreo que es Aerolíneas, que arma su estrategia para su propio desarrollo y en este sentido termina perjudicando a Rosario".
Pero lejos de huir de la idea de centralidad, el secretario de Transporte aseveró: "La política aérea nacional se realiza con aportes de todos los sectores involucrados y por supuesto que Aerolíneas Argentinas hoy constituye un punto importante en la agenda aerocomercial y representa la conectividad para nuestro país. Por eso la vamos a defender en las buenas y en las malas, más allá de la rentabilidad".
Los dirigentes locales ponen en tela de juicio la parcialidad nacional. "Nos gustaría ser parte de la mesa donde se debate y arma la estrategia, para apoyar el desarrollo de la compañía", remarcó Garo. Ramos subrayó que la presidenta Cristina Fernández dijo que se debe preservar a la aerolínea "aun soportando la crítica de algunos sectores que pretendían desoír la conexión entre ciudades". La pista está servida y calientan turbinas.
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