Los productores no quieren liquidar exportaciones del remanente de la última cosecha. Ahorran en granos para no recibir pesos. “No nos van a obligar”, advirtió el titular de la Sociedad Rural Argentina.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere aseguró hoy que el gobierno, no puede “obligar” a los productores a vender la cosecha de soja y aseguró que la presión de la Afip en ese sentido es porque “el gobierno ha fracasado a todas luces”.
La Administración Federal de Ingresos Públicos inició controles en todo el país de las existencias de soja en campo y acopiadores. La autoridad fiscal apuesta a que esto “aliente” a liquidar entre 1 y 1,2 millón de toneladas de la pasada campaña, lo que aceleraría la entrada de U$S 645 millones al país, lo que supone 35 % para las flacas arcas de la Casa Rosada.
“No nos pueden obligar a vender cuando quiera la Afip, sino cuando quiera el productor. El momento de vender lo va a decidir el productor. No nos vamos a dejar amedrentar. Es un derecho nuestro vender cuando creamos conveniente”, se defendió Etchevehere.
Los productores y acopiadores han decidido resguardarse con el grano. No quieren vender para tener pesos que se devalúan rápidamente y prefieren hacer sus ahorros con soja guardada en silos y bolsas.
Tranqueras adentro, los productores han iniciado una serie de asambleas en todo el país para resistir cualquier intento de la Casa Rosada de obligarlos a vender y reclamar que se despejen los problemas del sector.
“El plan del gobierno ha fracasado a todas luces en todas las actividades. La asamblea del viernes 15 en la Sociedad Rural de Pehuajó va a ser la primera de una serie de asambleas que vamos a llevar a cabo a lo largo y a lo ancho del país”, afirmó el presidente de la SRA.
“Cada vez que el Estado quiso intervenir en la formación de precios, siempre fracasaron esas políticas. Ésta es la consecuencia de la mala administración y del fracaso del modelo y de la política económica del gobierno. La intervención de precios siempre fracasó en Argentina”, dijo el ruralista.
El gobierno nacional apuró en la segunda mitad del año pasado los cupos de exportación de trigo y maíz, buscando el rédito fiscal. Pero la última campaña de soja se redujo a 40 millones de toneladas por la sequía, y la presente -que se estima en más de 50 millones- no se liquida por la incertidumbre interna, a pesar de los buenos precios internacionales.
La asamblea del viernes 15 en la Sociedad Rural de Pehuajó va a ser la primera de una serie de asambleas que vamos a llevar a cabo a lo largo y a lo ancho del país”.
Luis Miguel Etchevehere
Te quiero verde
Con el déficit energético, la soja es la que trae divisas al país. Pero los productores reciben por cada dólar de su exportación, $ 3,25 descontada las retenciones sobre la retrasada cotización oficial, en tanto que el billete físico queda en la autoridad monetaria. De ese ingreso el ruralista paga además sus costos e impuestos, que suben con la inflación interna y la mayor presión fiscal. El gobierno quiere las divisas, y pueden tenerlas si los productores liquidan. Y los productores también piensan en verde, pero como no reciben los billetes, se quedan con los granos, si pueden.
Volverían las lluvias y se frena la cotización
La soja y el maíz retrocedieron ayer en la Bolsa de Chicago ante los pronósticos que anuncian posibles precipitaciones en Argentina y Brasil durante las próximas dos semanas. El dato es una señal de esperanza para el agobiado centro-norte santafesino. La soja cayó ayer 0,5% hasta los 546,51 dólares por tonelada (U$S 541,20 en el nocturno) mientras que el maíz retrocedió 0,89% hasta colocarse en 284,45 dólares para sus contratos de marzo. Los valores no son malos en el mercado, pero ni siquiera el techo en las cotizaciones convencieron a los vendedores argentinos, susceptibles al clima interno. El pasado año el complejo sojero (poroto, harina/pellets y aceite) exportó por U$S 21.445 millones y le dejó al sector público nacional unos U$S 7000 millones. La magnitud de ese ingreso de divisas explica la preocupación del gobierno, que ve caer 30 % la liquidación de la soja en enero respecto del mismo mes del año pasado.
La Administración Federal de Ingresos Públicos inició controles en todo el país de las existencias de soja en campo y acopiadores. La autoridad fiscal apuesta a que esto “aliente” a liquidar entre 1 y 1,2 millón de toneladas de la pasada campaña, lo que aceleraría la entrada de U$S 645 millones al país, lo que supone 35 % para las flacas arcas de la Casa Rosada.
“No nos pueden obligar a vender cuando quiera la Afip, sino cuando quiera el productor. El momento de vender lo va a decidir el productor. No nos vamos a dejar amedrentar. Es un derecho nuestro vender cuando creamos conveniente”, se defendió Etchevehere.
Los productores y acopiadores han decidido resguardarse con el grano. No quieren vender para tener pesos que se devalúan rápidamente y prefieren hacer sus ahorros con soja guardada en silos y bolsas.
Tranqueras adentro, los productores han iniciado una serie de asambleas en todo el país para resistir cualquier intento de la Casa Rosada de obligarlos a vender y reclamar que se despejen los problemas del sector.
“El plan del gobierno ha fracasado a todas luces en todas las actividades. La asamblea del viernes 15 en la Sociedad Rural de Pehuajó va a ser la primera de una serie de asambleas que vamos a llevar a cabo a lo largo y a lo ancho del país”, afirmó el presidente de la SRA.
“Cada vez que el Estado quiso intervenir en la formación de precios, siempre fracasaron esas políticas. Ésta es la consecuencia de la mala administración y del fracaso del modelo y de la política económica del gobierno. La intervención de precios siempre fracasó en Argentina”, dijo el ruralista.
El gobierno nacional apuró en la segunda mitad del año pasado los cupos de exportación de trigo y maíz, buscando el rédito fiscal. Pero la última campaña de soja se redujo a 40 millones de toneladas por la sequía, y la presente -que se estima en más de 50 millones- no se liquida por la incertidumbre interna, a pesar de los buenos precios internacionales.
La asamblea del viernes 15 en la Sociedad Rural de Pehuajó va a ser la primera de una serie de asambleas que vamos a llevar a cabo a lo largo y a lo ancho del país”.
Luis Miguel Etchevehere
Te quiero verde
Con el déficit energético, la soja es la que trae divisas al país. Pero los productores reciben por cada dólar de su exportación, $ 3,25 descontada las retenciones sobre la retrasada cotización oficial, en tanto que el billete físico queda en la autoridad monetaria. De ese ingreso el ruralista paga además sus costos e impuestos, que suben con la inflación interna y la mayor presión fiscal. El gobierno quiere las divisas, y pueden tenerlas si los productores liquidan. Y los productores también piensan en verde, pero como no reciben los billetes, se quedan con los granos, si pueden.
Volverían las lluvias y se frena la cotización
La soja y el maíz retrocedieron ayer en la Bolsa de Chicago ante los pronósticos que anuncian posibles precipitaciones en Argentina y Brasil durante las próximas dos semanas. El dato es una señal de esperanza para el agobiado centro-norte santafesino. La soja cayó ayer 0,5% hasta los 546,51 dólares por tonelada (U$S 541,20 en el nocturno) mientras que el maíz retrocedió 0,89% hasta colocarse en 284,45 dólares para sus contratos de marzo. Los valores no son malos en el mercado, pero ni siquiera el techo en las cotizaciones convencieron a los vendedores argentinos, susceptibles al clima interno. El pasado año el complejo sojero (poroto, harina/pellets y aceite) exportó por U$S 21.445 millones y le dejó al sector público nacional unos U$S 7000 millones. La magnitud de ese ingreso de divisas explica la preocupación del gobierno, que ve caer 30 % la liquidación de la soja en enero respecto del mismo mes del año pasado.
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