La organización TECHO presentará este martes en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación los resultados del Relevamiento de Asentamientos Informales en el que advierte que una de cada diez personas vive en un asentamiento informal.
Minutouno |
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), relevó a comienzos de septiembre de 2016que uno de cada tres argentinos vive por debajo de la línea de pobreza, pero poco y nada señalan estos ínidices sobre las condiciones de vida y habitacionales de quienes no llegan a cubrir sus necesidades básicas.
En tal sentido, este martes, la organización TECHO presentará en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación los resultados del Relevamiento de Asentamientos Informales en el que advierte que una de cada diez personas vive en un asentamiento informal.
Ello no implica sin embargo que el universo de argentinos que vive en condiciones habitacionales deficitarias no sea mayor. Es que para este estudio no se tuvieron en cuenta aquellos barrios que aún no se urbanizaron completamente y en los que todavía se espera por soluciones definitivas, pero que no entran en la categoría de asentamiento informal ya que sus habitantes accedieron a la titularidad del terreno o bien porque en los últimos meses tuvieron acceso a algún servicio público básico.
El nuevo informe, actualización del realizado en 2013, advierte que en los 11 territorios relevados y que concentran el 67% de la población total del país, se identificaron 2.432 asentamientos informales en los que viven más de 650 mil familias. De ello se desprende que cerca de 3 millones de personas habita en estos tipos de conglomerados poblacionales en los que no tienen acceso a al menos dos de los tres servicios públicos básicos (agua, luz y cloaca) y donde sus habitantes carecen de título de propiedad de las tierras.
La provincia de Buenos Aires es el distrito en la que se concentra más de la mitad de estos tipos de asentamientos. En total fueron relevados 1.352 asentamientos informales en la mayor provincia del país (el 55,6% del total) en los que se encuentra el 61,1% de las familias del país que vive en estas condiciones.
El informe da cuenta además de la fuerte concentración en la ciudad de Buenos Aires. Aunque en el distrito más rico del país sólo se encuentra el 1,7% de los asentamientos informales relevado, en ellos se concentra el 12,7% de las familias que vive en estas condiciones en el país.
Según el relevamiento realizado durante dos años por TECHO junto al Centro de Investigación de Políticas Urbanas y de Vivienda de la Universidad Torcuato Di Tella, el Instituto Gino Germani de la UBA, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, el Servicio Habitacional y de Acción Social, la Universidad Nacional de General Sarmiento y la Universidad de Flores, en 7 de cada 10 de estos asentamientos la mayoría de los hogares no cuenta con conexión formal a la red pública de energía eléctrica.
La situación se vuelve más extrema a la hora de analizar la conexión a la red de agua corriente, inexistente en la casi totalidad de los asentamientos (95% no tiene acceso a la red de agua) y del acceso a la red cloacal pública (98% no tiene conexión a cloacas).
Para este trabajo se relevaron 11 territorios, tres más que los que se tuvieron en cuenta en 2013. De aquel primer informe a esta nueva realidad desde TECHO advierten que "se registran muy pocos avances. Aproximadamente 40.800 familias que viven en 136 asentamientos mejoraron su acceso a los servicios básicos u obtuvieron el título de propiedad. Sin embargo estas mejoras son escasas e insuficientes".
En este sentido, Virgilio Gregorini, director ejecutivo de TECHO, advirtió a minutouno.com que "estos números continúan mostrándonos que los asentamientos son la máxima expresión de vulneración de derechos humanos y desigualdad en nuestro país. Es un escándalo que a 200 años de la declaración de nuestra independencia existan familias viviendo en estas condiciones. Resolver la problemática de los asentamientos deberá ser prioridad máxima de nuestro país si queremos ser una sociedad justa, democrática, desarrollada y pacífica".
Lejos de mejorar, la situación empeoró 2013 y 2016. En el mismo territorio relevado en 2013, donde se encontraron 2.138 asentamientos y vivían aproximadamente 533.110 familias, en la actualidad se relevó una menor cantidad de asentamientos (2.062 en total), pero con un 11,5% más de familias viviendo en ellos (594.970 en total).
Frente a la desidia estatal traducida en algunos casos en la inexistencia de estadísticas oficiales que permitan diseñar políticas adecuadas para hacer frente a esta realidad y en otros en la falta de acceso a la información oficial cuando efectivamente existe, desde TECHO destacaron que "en 7 de cada 10 asentamientos los vecinos y vecinas se organizaron para mejorar sus barrios y reconocen que la organización y la participación son claves para participar activamente en la toma de decisiones en los procesos de mejora".
El informe advierte además que el 70% de los asentamientos informales tiene dentro de su barrio o a menos de 10 metros de distancia un factor de riesgo para la salud de sus habitantes como pueden ser la ribera de un arroyo (23,3% de los casos), una vía de alto tráfico (16,2%), un basural (15,8%) o torres de alta tensión (9,5%).
"Hemos registrado muy pocos avances. Las políticas de vivienda y hábitat vigentes van por detrás de la problemática, que sigue siendo urgente y de gran magnitud. Es necesario generar políticas estructurales que actúen sobre las causas que dan lugar a la generación de nuevos asentamientos o el crecimiento de los existentes, como las políticas de gestión, producción y regulación efectiva del mercado del suelo" concluyó Gregorini.
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