La planta del LIF funciona en el norte de la capital provincial y abastece al 90 % de la demanda de medicamentos del sistema de salud pública de la provincia. Foto: Archivo El Litoral
Lía Masjoan
lmasjoan@ellitoral.com
Twitter: @lmasjoan
En abril pasado, personal de la Aduana del Aeropuerto de Ezeiza detectó que en un cargamento con gran cantidad de medicamentos que tenía como destino el Ministerio de Salud de Venezuela había un lote con la leyenda “Distribución Gratuita - Provincia de Santa Fe”. Además, al revisar la documentación de la exportación comprobaron que había sobrefacturación.
La noticia se difundió esta semana en el diario de alcance nacional Infobae.com y causó gran impacto y preocupación en las autoridades del Ministerio de Salud de la provincia y del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF). Este último organismo había realizado en el mes de febrero la compra de 104 mil comprimidos de Cirprofloxacina 500, un antibiótico contra las infecciones urinarias y gastrointestinales, para distribuir en hospitales públicos de la provincia. Fue a través de una licitación pública que ganó el laboratorio Klonal, una firma nacional con más de 30 años de trayectoria en el mercado farmacéutico, por un monto de $ 112 mil. Pero hasta hoy, no ha recibido los fármacos.
A partir de este hallazgo, se detectó otra gran cantidad de medicamentos involucrados en la maniobra, valuados en millones de dólares.
Según la publicación de Infobae, “el Permiso de embarque Nº 16 073 EC01 009916 V indicaba un valor declarado de la mercadería de U$S 12.995.490,97. Sin embargo, al verificar la documentación, la Aduana encontró una factura emitida por Laboratorio Internacional Argentino SA al exportador Farmamed SRL por un monto de $ 11.764.881,94, es decir, una diferencia entre el valor declarado y el efectivamente pagado de $ 176.279.885,40. Del control surgió también que el certificado emitido por Anmat sólo habilitaba a la empresa exportadora a realizar el tránsito interjurisdiccional de medicamentos, o sea entre provincias, o entre provincias y la Ciudad de Buenos Aires, no al exterior. No sólo eso, además el permiso estaba vencido”.
Impacto en Santa Fe
El director de la Sociedad del Estado LIF, Carlos Arqués, afirmó que la noticia generó, puertas adentro, “mucho impacto y una preocupación tremenda” e informó que inmediatamente comenzaron a realizar las verificaciones correspondientes.
“La industria farmacéutica es muy estricta, tanto en la normativa para elaborar los medicamentos como en su distribución. Primero nos abocamos a ver si detectábamos una faltante, tanto en el laboratorio como en los hospitales, pero ni en el sistema de salud de la provincia ni en el LIF hay faltante”, aseguró.
El LIF tiene dos grandes fuentes de provisión de fármacos: la elaboración propia y la compra a través de una gran cantidad de laboratorios. En este último caso, siempre se exige como condición para la compra que tengan la inscripción “Distribución gratuita - Provincia de Santa Fe”, tanto en los blísters como en las cajas.
“Tenemos la plena seguridad de que esos medicamentos no son del LIF; no han salido del sistema público de salud de la provincia. La única posibilidad que nos queda es que de las compras que hacemos a laboratorios, alguna haya tenido otro destino”, aseveró Arqués. El mayor malestar que les genera es que “nos involucran de modo totalmente gratuito en una acción que tiene aristas delictivas y en la cual interviene la Justicia”.
“Error gravísimo”
Por su parte, el ministro de Salud, Miguel González, explicó que esta situación no generó una faltante de este medicamento en los hospitales públicos de la provincia, porque las compras centrales que se realizan se reciben en dos o tres partidas. De acuerdo a cómo se programó la entrega, faltaba llegar sólo una partida, con un retraso de 15 días, “lo cual no provocó faltantes hacia el ciudadano”, afirmó el funcionario.
De todos modos, calificó la situación de “muy grave”. El gobierno provincial aún no fue notificado formalmente de esta irregularidad. De todos modos el ministro adelantó que “daña notablemente nuestra imagen y vamos a tomar las acciones legales correspondientes con el laboratorio y es muy probable que lo quitemos de los proveedores del Estado santafesino, entre tantas otras medidas que podemos tomar”.
Según les dijo el laboratorio, se trató de “un error”. Pero esta explicación no conforma a las autoridades: “El laboratorio es responsable de custodiar la medicación previo a la entrega y trazar; ellos registran la partida que elaboran y a quién se la venden según las disposiciones de la Anmat, por si por cualquier motivo tuvieran que rescatarla del mercado. Si es un error, como ellos nos dijeron, es un error gravísimo”, calificó el ministro.
Daña notablemente nuestra imagen y vamos a tomar las acciones legales correspondientes con el laboratorio, y es muy probable que lo quitemos de los proveedores del Estado santafesino”.
Miguel González, ministro de Salud
Tenemos la plena seguridad de que esos medicamentos no son del LIF; no han salido del sistema público de salud de la provincia. La única posibilidad que nos queda es que de las compras que hacemos a laboratorios, alguna haya tenido otro destino”.
Carlos Arqués, director de la Sociedad del Estado LIF
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