A pesar del digno papel del equipo del Cholo Simeone,
Patricio Bellavigna |
Después de 90 intensos minutos de fútbol, Colchoneros y Merengues, se dividieron un tiempo de protagonismo cada uno. Ese protagonismo se vió reflejado en el marcador: 1 a 1, con goles de Ramos para los de Zidane y Ferreira Carrasco para los de Simeone. El detalle: mientras el partido seguía cero a cero, Griezmann malogró un penal.
En el alargue, las figuras del Madrid demostraron mucho cansancio, y trataron de cerrar las puertas a un Atletic que se venía con un Carrasco endemoniado.
Los de camisa blanca pudieron soportar los embates, con un Marcelo vuelto en héroe, que iba y venía por la banda, defendiendo y atacando como si el partido recien comenzase.
En el alargue, las figuras del Madrid demostraron mucho cansancio, y trataron de cerrar las puertas a un Atletic que se venía con un Carrasco endemoniado.
Los de camisa blanca pudieron soportar los embates, con un Marcelo vuelto en héroe, que iba y venía por la banda, defendiendo y atacando como si el partido recien comenzase.
Con varias pólemicas, como el gol de Sergio Ramos, una falta del mismo capitán madrileños y tarjetas amarillas que podrían haber sido rojas, sin lugar a dudas.
Cumplido el tiempo suplementario, era hora de la lotería: los penales.
Todos convirtieron. Los del Madrid eligieron el mismo palo del arquero en los cinco penales. Los del Cholo intercalaron, y patearon cada penal a conciencia. Hasta que llegó el turno de JuanFran, quien a simple vista, parecia decidido. Tan decidido se dirigió al punto penal, que sin tomar mucha carrera, sacudió su remate que se estampó en el poste derecho del costarricense Keylor Navas.
De este modo, sólo quedaba por disparar Cristiano Ronaldo. El portugués tomó la pelota, la colocó en la marca penal, se paró del mismo modo que lo hace siempre (recto al balón, con los pies en "V") y silenció a medio Giussepe Meazza. Gastó su carrera, y estampó un fuerte remate contra las redes del arco de Jan Oblak. Estalló el estadio.
Cumplido el tiempo suplementario, era hora de la lotería: los penales.
Todos convirtieron. Los del Madrid eligieron el mismo palo del arquero en los cinco penales. Los del Cholo intercalaron, y patearon cada penal a conciencia. Hasta que llegó el turno de JuanFran, quien a simple vista, parecia decidido. Tan decidido se dirigió al punto penal, que sin tomar mucha carrera, sacudió su remate que se estampó en el poste derecho del costarricense Keylor Navas.
De este modo, sólo quedaba por disparar Cristiano Ronaldo. El portugués tomó la pelota, la colocó en la marca penal, se paró del mismo modo que lo hace siempre (recto al balón, con los pies en "V") y silenció a medio Giussepe Meazza. Gastó su carrera, y estampó un fuerte remate contra las redes del arco de Jan Oblak. Estalló el estadio.
De este modo el Madird obtuvo su decimoprimera "orejona". Por su parte el Atletic se convirtió en el primer equipo en perder tres finales de champions sin ganar, al menos una.
El corazón, el bajo presupuesto, el amor propio y el "ir de punto" no le alcanzó a los colchoneros. Lo mereció el Madrid y lo ganó el Madrid.
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