Después de las últimas lluvias construyeron ranchos y se instalaron a vivir en un predio del Estado nacional, destinado a espacio público. Pero la plaza nunca se hizo. La Municipalidad realizó la denuncia en la Justicia.
El Litoral |
Todos están descalzos, con mocos en la nariz, el torso menudo desnudo y pintados por el barro.
Hace entre dos y tres semanas, unas 20 familias ocuparon un terreno municipal ubicado en calle Azcuénaga y República de Siria, de barrio Guadalupe Oeste. Allí permanece en la precariedad absoluta, apuntalando viviendas y conectando cables para proveerse de energía eléctrica, que enganchan en la manzana lindera hacia el oeste. Justamente allí es donde vivían las familias que ocuparon el terreno pero decidieron reubicarse ante el hacinamiento y el anegamiento de los terrenos durante los temporales. A las corridas, salieron como las hormigas cuando sube el agua dentro de hormiguero.
La Municipalidad relevó a las familias y les ofreció volver a sus terrenos de origen y mejoren sus antiguas construcciones con materiales que les aportarían.
A simple vista, no hay ningún elemento que indique que en el espacio existe o existió una plaza en algún momento.
“No nos vamos”
"Sí, nosotros nos metimos”, dijo Ana ante la evidencia. La mujer levantó un pequeño rancho contra calle Azcuénaga y está viviendo con su esposo e hijo.
“Todo el mundo nos dice ‘por qué no alquilan algo en vez de meterse en un terreno, pero piden un montón de cosas que nosotros no tenemos. No tenemos recibo de sueldo, nada”, explicó sobre las dificultades para acceder, de manera legal, a una vivienda digna.
Sobre el ofrecimiento de los funcionarios municipales, los vecinos refirieron que no aceptaron la propuesta y que hasta ayer no tuvieron más novedades.
“Vinieron y hablaban de la plaza. Acá nunca hubo una plaza, nunca pusieron ni una hamaca para los pibes”, remarcó Ana.
María, vive en el barrio hace varios años. Si bien no ocupó el terreno, colaboró con la mudanza de varios vecinos. “Por acá iba a pasar la circunvalación, después dijeron que iban a hacer una comisaría y un espacio verde y nunca concretaron nada. Lo que más queríamos era que hagan los desagües para que la gente no se inunde con las lluvias, pero tampoco lo hicieron, ni un alumbrado público. Recién vinieron cuando se enteraron de que la gente se metió a vivir”, insistió María y agregó que ellos mismos mantenían el espacio “porque cuando los pibes cruzaban al almacén no los veíamos de los yuyos que había”.
En ronda, los vecinos que se fueron acercando, afirmaron que de ahí no se van. “No hubo acuerdo, queremos que nos dejen quedarnos. Todos tenemos derecho a tener una casa, aunque somos pobres también lo tenemos”, recalcó Ana.
La Municipalidad realizó la denuncia
La directora de Santa Fe Hábitat, Sara Lauría, explicó la propuesta que el municipio hizo a los vecinos para que desalojen “pacíficamente” el terreno. Y confirmó que aguardan la decisión de la Justicia al respecto, aunque pretenden llegar a un acuerdo.
— ¿Cuál fue el resultado del relevamiento en el lugar?
— Fuimos a hablar con los vecinos, escuchamos el reclamo que consiste en un terreno y vivienda, porque viven en condiciones de precariedad y hacinados. Pero se quieren quedar en ese lugar. Le explicamos que el sector corresponde a un espacio verde y que no vamos a permitir que se ocupe y menos así.
—¿Cuántas familias son y cuál fue la propuesta de la Municipalidad?
— En total detectamos 23 familias que fueron relevadas el miércoles 10 de este mes. Pero del total, hay 14 que no pertenecen al entorno del terreno usurpado, ni los propios vecinos saben de dónde son. Después del relevamiento de las viviendas existentes en la manzana de enfrente, les acercamos una propuesta para que construyan adonde estaban, con materiales y asesoramiento de la Municipalidad. Pero cuando fuimos con el proyecto concreto, no quisieron. Dijeron que van a mantener la ocupación.
También hay otros reclamos que tienen que ver con obras, que están incluidas dentro de la segunda etapa del Plan Urbano Integral del noroeste. Está previsto para este año cordón cuneta, alumbrado y desagües, desde Alvear hasta Aristóbulo del Valle.
—¿A quién pertenece el terreno y por qué dicen que eso es una plaza?
— Es del Estado nacional, administrado por la Agencia de Administración de Bienes del Estado. En gestiones anteriores estuvo a cargo de la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social, con destino prioritario a vivienda y equipamiento. En 2005, tras la emergencia hídrica de 2003, se construyó un plan de viviendas sociales en ese sector entre la Municipalidad, la provincia y la Comisión Nacional. El terreno que ocuparon corresponde al espacio público contemplado en ese plan de viviendas.
— Entonces el proyecto de que sea una plaza es de 2005.
— Sí. Antes de que asuma la nueva gestión.
—Pero nunca fue una plaza efectivamente.
— Tiene como destino ser un espacio verde, tal como prevé la normativa para cualquier proyecto urbanístico.
— Pero nunca se avanzó en ese sentido.
— Funcionaba una canchita. Se venía manteniendo y está contemplado en el plan de obras del PUI. Entre los casos de dengue y la emergencia hídrica hay lugares que no se pudieron mantener con el mismo ritmo porque se priorizó que el personal municipal se ocupe de eso.
— ¿Ahora el municipio aguarda la decisión de la Justicia?
— La Fiscalía Municipal realizó la denuncia en la Justicia, estamos a la espera de una respuesta de parte del juzgado que entiende. La solución conjunta se buscó pero vamos cuidar el espacio público y vamos a priorizar a las familias que hacen las cosas como se debe. No queremos llegar al desalojo forzoso. La denuncia corresponde hacerla ante una ocupación de un espacio que es público. Queremos llegar a un acuerdo y estamos dispuestos a consensuar y buscar soluciones. Eso es lo que ofrecimos.
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