Histórico. El equipo de mate es fundamental para poder pasar una tarde de charla con los vecinos. / Diario UNO Santa Fe: Manuel Testi
La convocatoria es simple: salir a calle como en los viejos tiempos para revivir lo que hace muchos años atrás era algo común. Tomar mate o una simple cerveza en un sillón, mientras los más chicos jugaban bajo el cuidado de los mayores.
Como lo indicaron sus creadores: recuperar la calle, ese espacio común que pertenece a todos es el objetivo que persigue el evento que se creo hace menos de un mes bajo el título de “Volvamos a la calle!”.
La cita está pautada para el próximo viernes 19 de febrero a las 20, y si bien la iniciativa surgió en Buenos Aires, se viralizó a todos los rincones del país sumando más de 170 mil invitados, de los cuales 14 mil ya confirmaron su participación.
Compañía. Nieto y abuelo buscan el mejor ángulo bajo la sombra. / Diario UNO Santa Fe: Manuel Testi
La nostalgia es el factor común entre aquellos que aún recuerdan esos momento de charlas y distensión,que se daba entre los vecinos o los propios familiares.
En el muro del evento también es ineludible observar los comentarios sobre los impedimentos que derivaron en la suspensión del ritual. La coincidencia es rotunda: la inseguridad y el miedo a caer víctima de algún delincuente vencen el entusiasmo de poder estar sentados frente a la puerta de la propia vivienda.
Diario UNO logró contactarse con los organizadores de esta propuesta, Agostina González y Damián Segovia, son dos jóvenes que viven en Capital pero que guardan con cariño en su memoria los momentos que pudieron disfrutar siendo pequeños en las calles de su barrio. Agoz, como la llaman sus amigos, confesó que la idea surgió de casualidad en una salida que compartió junto a Damián (que es su cuñado) y su hermana.
Sin límite. La vereda no distingue edades y se inunda de alegría y risas cuando los jóvenes se instalan/ Diario UNO Santa Fe: Manuel Testi
“Estábamos tomando un helado junto con mi hermana y nos pusimos a hablar de esto, de cuánto se había perdido el salir a las veredas, de conocer al vecino, de cómo de a poco nos fuimos encerrando y en lo mal que hicimos por hacer eso”, de todas estas conclusiones surgió la propuesta de crear un evento por medio de la red social. El objetivo era claro, romper el hielo para empezar a hacerlo nuevamente.
“ Nosotros si teníamos la costumbre de salir, cuando éramos chicos estábamos mucho en la calle andando en bici, en mi caso pasaba mucho en la puerta de la casa de mi abuela, porque todos los vecinos estaban tomando mate”, recuerda la joven que ideó la convocatoria. En la otra vereda, está el caso de Damián, quien todavía puede poner en práctica esta costumbre cuando visita a su mamá en el distrito de Ciudadela, “Allá no se perdió. Pero para la mayoría que vivimos en Capital lamentablemente si”, manifestó Agoz.
En ese entonces la época de los Carnavales se festejaba en las calles del barrio, cuando los chicos se divertían jugando con los bombuchas o a los baldazos de agua. “ Nosotros tenemos 25 y 27 años y lo pudimos disfrutar, quiere decir que no hace tanto se perdió y lo podemos recuperar”, contó la joven entusiasmada con la idea de recuperar los espacios perdidos.
Obligados. Antes charlaban en la vereda, hoy de puerta a puerta./ Diario UNO Santa Fe: Manuel Testi
La fecha de la cita se eligió al azar, de a poco empezaron a armar el evento e invitaron a todos sus contactos. “De un día para el otro nos dimos cuenta que se había echo muy masivo, y que también había mucho gente que estaba pensando lo mismo. Nunca pensamos que iba a creer tanto”, agregaron los jóvenes al ser consultados sobre la masividad que logró el evento, algo que naturalmente los sorprendió.
El número de personas que se fue sumando voluntariamente y que al hacerlo relataba la situación en su barrio o ciudad. “La verdad, nunca pensamos que iba allegar a tanta gente, y la buena onda con la que todos respondieron y además como se organizó la gente en sus diferentes barrios para que todos lo hagan”, sostuvieron los organizadores a coro.
En esa línea explicaron que como consecuencia de este llamado, cientos de personas se contagiaron y encararon la organización de mateadas en sus calles. Entre algunos de los ejemplos que los jóvenes nombraron se encuentran La Boca y Moreno. “En algunas de las que vimos en el evento o gente que nos compartió fotos mostrando que ya lo hacen”, adelantaron Damián y Agoz. Algo que los sorprendió en el transcurso de la semana que pasó, fue el enterarse de que los vecinos de un barrio llamado Villa del Parque habían organizado un asado entre todos. “No sabemos puntualmente si fue por la iniciativa del evento, pero quiere decir que somos muchos los que queríamos recuperar estas costumbres”, manifestó Agoz en relación a la espontaneidad que surgió la reunión de vecinos.
Los jóvenes que impulsan la iniciativa no escapan a la realidad, y si bien son conscientes de que la inseguridad es uno de los principales motivos por los que se desterró la costumbre de pasar tiempo en la vereda, no creen que esta sea el único. “Fue una suma de cosas a la inseguridad hay que agregar el boom inmobiliario, que lleno de edificios los barrios. Esto también colaboró que ya no haya tanta relación entre los vecinos o tanta gente en la puerta de las casas”, manifestó Agoz.
Otro de los factores que influyó a dejar de lado el contacto con el vecino para que este se transforme en un completo extraño es la rutina que tiene la mayoría de las personas en la actualidad. “La gente vive más apurada más a full y no se toma el tiempo de tomarse unos mates tranquilo en la vereda”, agregó el dúo que busca reinstalar el viejo hábito que los abuelos practicaban. Inundados por los buenos recuerdos que dejaron en ellos, tanto Agoz como Damián mantienen la esperanza de que esta práctica tan argenta pueda volver en algún momento a ser algo común. Para esto vieron como una ventaja el uso de Facebook, una red tan masiva como contagiosa.
En el muro del evento también es ineludible observar los comentarios sobre los impedimentos que derivaron en la suspensión del ritual. La coincidencia es rotunda: la inseguridad y el miedo a caer víctima de algún delincuente vencen el entusiasmo de poder estar sentados frente a la puerta de la propia vivienda.
Diario UNO logró contactarse con los organizadores de esta propuesta, Agostina González y Damián Segovia, son dos jóvenes que viven en Capital pero que guardan con cariño en su memoria los momentos que pudieron disfrutar siendo pequeños en las calles de su barrio. Agoz, como la llaman sus amigos, confesó que la idea surgió de casualidad en una salida que compartió junto a Damián (que es su cuñado) y su hermana.
Sin límite. La vereda no distingue edades y se inunda de alegría y risas cuando los jóvenes se instalan/ Diario UNO Santa Fe: Manuel Testi
“Estábamos tomando un helado junto con mi hermana y nos pusimos a hablar de esto, de cuánto se había perdido el salir a las veredas, de conocer al vecino, de cómo de a poco nos fuimos encerrando y en lo mal que hicimos por hacer eso”, de todas estas conclusiones surgió la propuesta de crear un evento por medio de la red social. El objetivo era claro, romper el hielo para empezar a hacerlo nuevamente.
“ Nosotros si teníamos la costumbre de salir, cuando éramos chicos estábamos mucho en la calle andando en bici, en mi caso pasaba mucho en la puerta de la casa de mi abuela, porque todos los vecinos estaban tomando mate”, recuerda la joven que ideó la convocatoria. En la otra vereda, está el caso de Damián, quien todavía puede poner en práctica esta costumbre cuando visita a su mamá en el distrito de Ciudadela, “Allá no se perdió. Pero para la mayoría que vivimos en Capital lamentablemente si”, manifestó Agoz.
En ese entonces la época de los Carnavales se festejaba en las calles del barrio, cuando los chicos se divertían jugando con los bombuchas o a los baldazos de agua. “ Nosotros tenemos 25 y 27 años y lo pudimos disfrutar, quiere decir que no hace tanto se perdió y lo podemos recuperar”, contó la joven entusiasmada con la idea de recuperar los espacios perdidos.
Obligados. Antes charlaban en la vereda, hoy de puerta a puerta./ Diario UNO Santa Fe: Manuel Testi
La fecha de la cita se eligió al azar, de a poco empezaron a armar el evento e invitaron a todos sus contactos. “De un día para el otro nos dimos cuenta que se había echo muy masivo, y que también había mucho gente que estaba pensando lo mismo. Nunca pensamos que iba a creer tanto”, agregaron los jóvenes al ser consultados sobre la masividad que logró el evento, algo que naturalmente los sorprendió.
El número de personas que se fue sumando voluntariamente y que al hacerlo relataba la situación en su barrio o ciudad. “La verdad, nunca pensamos que iba allegar a tanta gente, y la buena onda con la que todos respondieron y además como se organizó la gente en sus diferentes barrios para que todos lo hagan”, sostuvieron los organizadores a coro.
En esa línea explicaron que como consecuencia de este llamado, cientos de personas se contagiaron y encararon la organización de mateadas en sus calles. Entre algunos de los ejemplos que los jóvenes nombraron se encuentran La Boca y Moreno. “En algunas de las que vimos en el evento o gente que nos compartió fotos mostrando que ya lo hacen”, adelantaron Damián y Agoz. Algo que los sorprendió en el transcurso de la semana que pasó, fue el enterarse de que los vecinos de un barrio llamado Villa del Parque habían organizado un asado entre todos. “No sabemos puntualmente si fue por la iniciativa del evento, pero quiere decir que somos muchos los que queríamos recuperar estas costumbres”, manifestó Agoz en relación a la espontaneidad que surgió la reunión de vecinos.
Los jóvenes que impulsan la iniciativa no escapan a la realidad, y si bien son conscientes de que la inseguridad es uno de los principales motivos por los que se desterró la costumbre de pasar tiempo en la vereda, no creen que esta sea el único. “Fue una suma de cosas a la inseguridad hay que agregar el boom inmobiliario, que lleno de edificios los barrios. Esto también colaboró que ya no haya tanta relación entre los vecinos o tanta gente en la puerta de las casas”, manifestó Agoz.
Otro de los factores que influyó a dejar de lado el contacto con el vecino para que este se transforme en un completo extraño es la rutina que tiene la mayoría de las personas en la actualidad. “La gente vive más apurada más a full y no se toma el tiempo de tomarse unos mates tranquilo en la vereda”, agregó el dúo que busca reinstalar el viejo hábito que los abuelos practicaban. Inundados por los buenos recuerdos que dejaron en ellos, tanto Agoz como Damián mantienen la esperanza de que esta práctica tan argenta pueda volver en algún momento a ser algo común. Para esto vieron como una ventaja el uso de Facebook, una red tan masiva como contagiosa.
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