En los exhibidores de las librerías la mayoría de los artículos están más caros. Respecto al año pasado, la diferencia es de hasta el 30 por ciento. Algunos ya empezaron a recorrer las librerías. Aseguran que por estos días es “mucho más tranquilo”.
La Capital |
Los precios que el gobierno nacional acordó la semana pasada con libreros y fabricantes aún no llegaron a Rosario. Por mucho que se camine, en los comercios locales difícilmente puedan encontrarse los 27 útiles para el regreso a la escuela con precios promocionales. De acuerdo a un relevamiento realizado por La Capital en las librerías del centro, una canasta mínima está entre un 15 y un 50 % por encima del listado oficial, según donde se la busque. Al momento de pasar por caja, hay que pensar en gastar hasta un 30% más que el año pasado.
Si bien las vidrieras llevan semanas promocionando la “vuelta al cole”, los consumidores recién ayer empezaron a asomarse a las librerías. En el centro, algunas permanecieron abiertas los dos feriados de carnaval, aunque con relativo éxito. El lunes lluvioso, el martes demasiado caluroso y el resto de los comercios de la peatonal cerrados les jugaron en contra.
“Algo se movió, pero muy poco”, comentaban detrás de las cajas y coincidían en que el grueso de los clientes llegará recién a partir de la próxima semana. Por entonces, confían, la mayoría de los bancos ya estará ofreciendo descuentos en la compra de útiles escolares y la gente saldrá a aprovechar los beneficios de los plásticos.
Para el encargado de La Cubana, Guillermo Manfredi, el período fuerte de venta de artículos escolares es cada vez más breve. “Hace unos años se extendía un mes, después pasó a una semana y ahora no son más que los dos días antes del inicio de clases”, resumió.
Quienes ayer recorrían las góndolas de las librerías eran los más precavidos; los que eligen comprar primero porque, aseguran, ganan en tranquilidad.
“Por estos días podés elegir con más comodidad y, lo que es más importante, comparar precios”, aseguraba Sandra, mamá de dos chicos en edad escolar.
Para la mujer, los artículos de librería no escapan a la realidad que se ve en las góndolas de los supermercados o en las carnicerías. “Están muy caros”, sostuvo.
Patricia, mamá de una nena que empieza tercer grado, coincidió: “Hay que comprar un poco acá y otro allá”, dijo.
Cuidar el bolsillo. Organizaciones de consumidores estimaron que este año comprar lo mínimo indispensable para empezar las clases costará entre un 20 y un 35 % más que el año pasado.
El encargado de Tommy, Damián Coleandro, apuntó que “los aumentos se fueron dando gradualmente, sobre todo a partir de diciembre, cuando se retocaron todas las listas”. Con esa salvedad, consideró que los precios están un 20 o un 25 % sobre el año pasado.
Manfredi, en tanto, aseguró que los artículos de librería “acompañaron a la inflación del año, están entre un 25 y un 30 % más caros”.
La Secretaría de Comercio de la Nación presentó el viernes pasado el listado de precios sugeridos para la venta al público de los artículos “imprescindibles” para el inicio de clases. La canasta surgió de un acuerdo con la Cámara de la Industria de Artículos de Librería (Cial) y la Cámara de Papelerías, Librerías y Afines (Capla).
Se trata de un listado de 27 productos que incluye bolígrafos, lapiceras, lápices, marcadores, gomas, sacapuntas, cartuchera, adhesivos, cuadernos y repuestos, entre otras cosas, con un incremento anual promedio del 18,5 %. Sin embargo, encontrarlos en Rosario no resulta sencillo. Es más, a las librerías ni siquiera llegaron los listados de precios sugeridos.
Según el encargado de Lader, Diego Martínez, el tema no es nuevo. “Los acuerdos se firman con entidades que no representan a las firmas del interior y muchas de las marcas que se promocionan ni siquiera tienen vendedores en Rosario”, explicó.
En Tommy, la explicación es similar. “Desde la Secretaría de Comercio aún no nos notificaron los precios sugeridos, cuando lo hagan seguramente buscaremos ofertas similares”, sostuvo Coleandro aunque advirtió también que muchas de las marcas incluidas en los listados “no se encuentran en Rosario”.
A la espera. En un rincón de la librería Lader, sobre una mesita blanca, se exhiben los productos de lo que podría considerarse una “canasta básica”. Se trata de una veintena de útiles que, por supuesto, incluye canopla, lápices de colores, lapicera de pluma, carpeta, block de dibujo, caja de 400 hojas y una mochila sin carro.
Todo esto junto cuesta 495 pesos. “Armamos la oferta más para promocionarla en los medios de comunicación que para venderla, porque nadie lleva todos estos productos juntos”, advirtió el encargado del local.
Con varios años en el rubro, Martínez destacó que “a la gente le gusta elegir” y “muchos vienen a buscar las marcas”, por ejemplo en carpetas y mochilas. Así, los adolescentes prefieren los bolsos con las estampas de mascotas de marca Simones o los que llevan los colores del club de sus amores.
En Tommy también están preparando una “canasta económica”. Sin embargo, el encargado del local también expuso sus reparos. “La mayoría viene a comprar con los chicos y son los chicos los que eligen, no los padres. Los pibes piden el cuaderno de hojas más gruesas o la cartuchera con el dibujo de moda y los padres les dan el gusto”, explicó.
Otro factor resulta decisivo: las listas de útiles preparadas por cada colegio. “La mayoría de los listados vienen con marca y todo. Y, aunque a veces les cueste encontrar los productos, ningún padre se atreve a desobedecer lo pedido por la maestra”, destacó.
“Algo se movió, pero muy poco”, comentaban detrás de las cajas y coincidían en que el grueso de los clientes llegará recién a partir de la próxima semana. Por entonces, confían, la mayoría de los bancos ya estará ofreciendo descuentos en la compra de útiles escolares y la gente saldrá a aprovechar los beneficios de los plásticos.
Para el encargado de La Cubana, Guillermo Manfredi, el período fuerte de venta de artículos escolares es cada vez más breve. “Hace unos años se extendía un mes, después pasó a una semana y ahora no son más que los dos días antes del inicio de clases”, resumió.
Quienes ayer recorrían las góndolas de las librerías eran los más precavidos; los que eligen comprar primero porque, aseguran, ganan en tranquilidad.
“Por estos días podés elegir con más comodidad y, lo que es más importante, comparar precios”, aseguraba Sandra, mamá de dos chicos en edad escolar.
Para la mujer, los artículos de librería no escapan a la realidad que se ve en las góndolas de los supermercados o en las carnicerías. “Están muy caros”, sostuvo.
Patricia, mamá de una nena que empieza tercer grado, coincidió: “Hay que comprar un poco acá y otro allá”, dijo.
Cuidar el bolsillo. Organizaciones de consumidores estimaron que este año comprar lo mínimo indispensable para empezar las clases costará entre un 20 y un 35 % más que el año pasado.
El encargado de Tommy, Damián Coleandro, apuntó que “los aumentos se fueron dando gradualmente, sobre todo a partir de diciembre, cuando se retocaron todas las listas”. Con esa salvedad, consideró que los precios están un 20 o un 25 % sobre el año pasado.
Manfredi, en tanto, aseguró que los artículos de librería “acompañaron a la inflación del año, están entre un 25 y un 30 % más caros”.
La Secretaría de Comercio de la Nación presentó el viernes pasado el listado de precios sugeridos para la venta al público de los artículos “imprescindibles” para el inicio de clases. La canasta surgió de un acuerdo con la Cámara de la Industria de Artículos de Librería (Cial) y la Cámara de Papelerías, Librerías y Afines (Capla).
Se trata de un listado de 27 productos que incluye bolígrafos, lapiceras, lápices, marcadores, gomas, sacapuntas, cartuchera, adhesivos, cuadernos y repuestos, entre otras cosas, con un incremento anual promedio del 18,5 %. Sin embargo, encontrarlos en Rosario no resulta sencillo. Es más, a las librerías ni siquiera llegaron los listados de precios sugeridos.
Según el encargado de Lader, Diego Martínez, el tema no es nuevo. “Los acuerdos se firman con entidades que no representan a las firmas del interior y muchas de las marcas que se promocionan ni siquiera tienen vendedores en Rosario”, explicó.
En Tommy, la explicación es similar. “Desde la Secretaría de Comercio aún no nos notificaron los precios sugeridos, cuando lo hagan seguramente buscaremos ofertas similares”, sostuvo Coleandro aunque advirtió también que muchas de las marcas incluidas en los listados “no se encuentran en Rosario”.
A la espera. En un rincón de la librería Lader, sobre una mesita blanca, se exhiben los productos de lo que podría considerarse una “canasta básica”. Se trata de una veintena de útiles que, por supuesto, incluye canopla, lápices de colores, lapicera de pluma, carpeta, block de dibujo, caja de 400 hojas y una mochila sin carro.
Todo esto junto cuesta 495 pesos. “Armamos la oferta más para promocionarla en los medios de comunicación que para venderla, porque nadie lleva todos estos productos juntos”, advirtió el encargado del local.
Con varios años en el rubro, Martínez destacó que “a la gente le gusta elegir” y “muchos vienen a buscar las marcas”, por ejemplo en carpetas y mochilas. Así, los adolescentes prefieren los bolsos con las estampas de mascotas de marca Simones o los que llevan los colores del club de sus amores.
En Tommy también están preparando una “canasta económica”. Sin embargo, el encargado del local también expuso sus reparos. “La mayoría viene a comprar con los chicos y son los chicos los que eligen, no los padres. Los pibes piden el cuaderno de hojas más gruesas o la cartuchera con el dibujo de moda y los padres les dan el gusto”, explicó.
Otro factor resulta decisivo: las listas de útiles preparadas por cada colegio. “La mayoría de los listados vienen con marca y todo. Y, aunque a veces les cueste encontrar los productos, ningún padre se atreve a desobedecer lo pedido por la maestra”, destacó.
Canje solidario
Las vidrieras de la marroquinería Traveller proponen un canje solidario. Por cada mochila de la temporada anterior que se lleve al local se realiza un 15 % de descuento en la compra. Y las usadas se donan a la escuela Nº 1.380 Roberto Fontanarrosa, del barrio toba. El único requisito es que las mochilas, con o sin carrito, estén limpias.
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