Franco Nicolás Sequeira tenía 20 años. Fue abordado por dos vecinos del barrio conocido como la Bombacha con los que había tenido un incidente. Ambos están identificados y los buscan.
La Capital |
El sábado a la noche Franco Nicolás Sequeira, de 20 años, regresaba a su casa del barrio conocido como la Bombacha, en la zona noroeste de la ciudad, cuando fue abordado por unos vecinos con los que había tenido un incidente previo dos años antes. La disputa comenzó con insultos, siguió con algunos golpes y piedazos y terminó cuando Franco recibió un balazo, efectuado a quemarropa, ya en la puerta de su vivienda . El disparo le dio en el abdomen y lo tiró al piso delante de su mujer y su bebé de 9 meses con quienes acababa de bajar del colectivo. Una fuente judicial señaló que el autor del tiro fatal está identificado pero hasta anoche no había sido localizado. Para los investigadores no es claro el motivo del incidente.
Sequeira tenía 20 años y vivía en una vivienda modesta de material situada en García del Cossio 1229 bis, a la altura de avenida Jorge Newbery al 8500, en cercanías del Autódromo. Cerca de las 9 de la noche del sábado, Franco se encaminó con su esposa y el hijo de nueve meses de la pareja a un cajero automático de Empalme Graneros a cobrar la asignación universal por hijo que otorga el gobierno nacional. Luego de hacer la extracción se subió a un colectivo con sus familiares para volver a cenar. Apenas bajó, en la esquina de su casa, se desató el violento incidente en el que participaron, según contaron los parientes del muchacho fallecido, varias personas del barrio.
"Un vecino que estaba con otros del barrio le tiró un botellazo al nene (por el bebé de Sequeira) y casi le pegó en la cabeza. Entonces, Franco y el hermano los insultaron. Ellos empezaron a tirar tiros y piedras. Después vinieron otros del barrio y siguieron con los balazos. El hermano del que le tiró el botellazo a mi nieto le pegó dos balazos en la panza a Franco. Mi hijo estaba herido pero igual peleaba y mi nuera gritaba «casi lo matan a mi bebé»", contó a este diario Angela Hermelinda Palavecino, la madre de Franco, en el caluroso mediodía de ayer en el patio de la casa de Sequeira. La mujer estaba sentada rodeada de familiares . El velatorio se hizo en la casa.
A duras penas Franco recorrió los metros que lo separaban de su casa. Una vez allí se refugió detrás de una reja pero, según Palavecino, los ataques con piedras y tiros no cesaron. "En ese momento vino uno que le dicen Calera y lo mató de un balazo", señaló la madre de la víctima. El dueño de casa se derrumbó en un pequeño patio delantero de la vivienda. Murió allí instantes después en medio de un charco de sangre. Una fuente de la fiscalía de Homicidios indicó que el proyectil le atravesó el pecho y le perforó el lado izquierdo del tórax. Con relación a la motivación del crimen, el vocero consultado señaló que Sequeira tenía "diferencias de antes" con los agresores.
Dos buscados. El vocero agregó que dos de los agresores de Sequeira están identificados. Quien disparó el balazo mortal, según el portavoz policial, también fue apuntado. "Los tipos estarían identificados, pero la policía estuvo esperando al fiscal hasta las 12 de la noche, pero no vino nadie", afirmó Palavecino.
—¿Por qué lo atacaron?
— Dos años atrás, el tío de los hermanos que se pelearon con mi hijo le dio cuatro puñaladas a Franco y estuvo doce días en terapia intensiva. La bronca viene por eso porque él lo manda a los sobrinos para que hagan bardo. El domingo me rompieron la casa", respondió Palavecino. La mujer identificó a los agresores de su hijo como Diego y Rodrigo F.
El homicidio ocurrió en jurisdicción de la subcomisaría 21ª y es investigado por el fiscal Adrián Spelta.
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