El jefe del Ejecutivo francés lanzó una belicosa declaración en respuesta al múltiple ataque, que dejó 129 muertos y 352 heridos. Se declaró en guerra y advirtió que atacará al enemigo.
La Capital |
Al día siguiente del peor atentado terrorista de su historia, Francia se declaró “en guerra” y advirtió que atacará al “enemigo”, el grupo extremista Estado Islámico, “para destruirlo”. La dura declaración del primer ministro francés Manuel Valls tras los atentados que dejaron al menos 129 muertos en París refuerzan las que la noche de los ataques hizo el presidente François Hollande, quien afirmó que Francia “no tendrá piedad” con los terroristas. Luego de la conmoción y el duelo, Francia reacciona con ira ante la agresión del terrorismo islámista. El Estado Islámico se adjudicó ayer el ataque múltiple del viernes a la noche, que incluyó media docena de kamikazes en diversos puntos de París en una operación que exhibió un alto grado de coordinación y entrenamiento.
En una entrevista con el noticiero de máxima audiencia, TF1, el jefe de gobierno Manuel Valls, subrayó que Francia “está en guerra” contra el terrorismo y que tiene previsto “golpear a su enemigo”, el grupo Estado Islámico (EI). “Responderemos golpe a golpe para destruir al Estado Islámico y a ese ejército terrorista”, aseguró el primer ministro, quien señaló que la respuesta de Francia estará “al mismo nivel que estos ataques” y “con la voluntad de destruirlo”. Valls advirtió de que “no habrá descanso para quienes atacan los valores” de Francia y resaltó que “la unidad es el mejor escudo” contra los terroristas.”Quiero decir a los franceses que estamos en guerra; sí estamos en guerra” y “vamos a actuar y a golpear a ese enemigo” terrorista yihadista “para destruirlo” en Francia, en Europa en Siria y en Irak. El primer ministro, conocido por la dureza de sus posiciones en materia de seguridad nacional, negó la existencia de fallas en los servicios de inteligencia y anunció que entre las medidas previstas por Francia en respuesta a los atentados figuran “aniquilar a los enemigos de la República”, “expulsar a todos esos imanes radicalizados” y “quitar la nacionalidad a aquellos que pisotean lo que constituye el alma francesa”. Dos claras referencias a la creciente actividad de islamistas radicales con pasaporte francés que proliferan en Francia, muchas veces bajo la protección de mezquitas y centros de cultura islámica. Los casos de allanamientos de mezquitas y centros culturales islámicos por actividades extremistas son incontables en Francia. El país es la nación europea con la mayor población islámica y la que que ha sufrido los peores atentados de esta matriz. Sin embargo, no es el único: Londres en 2005, sufrió una ola de atentados explosivos que dejaron 56 víctimas. Madrid, en 2004, padeció una ola aún peor, que provocó 193 muertos. En ambos casos se trató de células islamistas conformadas por residentes regulares y otros que tenían ciudadanía.
Algo que quedó ayer totalmente descartado es que el múltiple y muy bien coordinado atentado de París fuera una respuesta espontánea a la eliminación del vocero del Estado Islámico “Yihadista John”, muerto el jueves por EEUU en Siria mediante un misil. Por otra parte, Valls confirmó que las elecciones regionales francesas se desarrollarán en las fechas previstas del 6 y 13 de diciembre. “Es una de las respuestas más bellas que podemos dar a aquellos que atacan nuestros valores, a la democracia”, dijo Valls, tras reafirmar la determinación del gobierno de “hacer vivir” esos valores.
Los ataques terroristas perpetrados la noche del viernes en París dejaron al menos 129 muertos, informó el fiscal de la ciudad François Molins en un nuevo balance. Esta cifra de todas maneras es provisoria, debido a la gran cantidad de heridos graves, explicó el fiscal en la capital francesa. Hay 352 heridos, 99 de ellos de gravedad. Molins indicó que hubo varios equipos de terroristas que se coordinaron. “Probablemente son tres grupos coordinados de terroristas los causantes de estas barbaries”, apuntó.
Siete atacantes murieron, seis de ellos eran kamikazes, volándose con cinturones explosivos. El séptimo murió a causa de los disparos de las fuerzas policiales. Inicialmente se había hablado de ocho terroristas muertos,e incluso el comunicado del Estado Islámico habló de “ocho hermanos”. Todos los atacantes de los atentados perpetrados la noche del viernes portaban fusiles rusos Kalashnikov y llevaban exactamente el mismo tipo de chaleco explosivo, con el que buscaban lograr “un máximo de víctimas a partir de su propia muerte”, detalló el fiscal.
En torno al estadio Stade de France se registraron tres explosiones y el cadáver de uno de los atacantes suicidas fue hallado en las inmediaciones, dijo Molins.
Con antecedentes. Uno de los atacantes de la sala de conciertos Bataclan fue identificado además como un francés de 29 años que había llamado la atención de las autoridades por su radicalización. Tenía antecedentes penales, pero no se habían detectado vínculos yihadistas, explicó el fiscal. En relación al baño de sangre en Bataclan, Molins dijo: “Ingresaron en la sala y dispararon ráfagas”. Posteriormente tomaron rehenes. “Los terroristas mencionaron a Siria e Irak”, subrayó el fiscal. También gritaban “Alá es grande” (Alá ak bar”) , una frase típica de los extremistas islámicos.
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