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domingo, 30 de agosto de 2015

El lunes se conmemora el Día de la Obstetricia y de la Embarazada

Desde Salud aprovechan para recordar la importancia de la atención integral de la mujer que espera ser madre, para reducir los riesgos y complicaciones

El lunes se celebra el Día de la Obstetricia y de la Embarazada. El origen de la conmemoración es religioso: se hace en honor al día en que murió San Ramón Nonato en 1240. Este cardenal oriundo de Lérida (España) en el año 1204 fue extraído con vida del vientre de su madre muerta el día anterior, dice la Iglesia. Por las circunstancias de su nacimiento, este santo fue elegido patrono de las obstétricas, parturientas y embarazadas.

Desde el Ministerio de Salud provincial, y puntualmente desde la Dirección Provincial por la Salud de la Niñez, Adolescencia y Salud Sexual y Reproductiva recordaron que en esta fecha se rinde un doble homenaje, tanto a la obstetricia, “disciplina que cumple importantes funciones en relación a la salud de las embarazadas, madres y recién nacidos, realizando controles prenatales, preparación integral para la maternidad, acciones de prevención, atención del parto, acompañamiento en el posparto y al recién nacido” y también a la embarazada, “contribuyendo en forma importante a la mejora sostenida en la atención de la madre e hijo o hija”.

Desde el organismo destacaron a los equipos de salud que asumen su rol “con altos índices de involucramiento en los cuidados diarios, privilegiando una mirada que contempla su contenido social y de promoción de la salud perinatal y general”. Esta atención, agregan, comprende también la capacidad de contemplar aspectos emocionales y sociales de un período tan especial como es la maternidad, por lo cual los vínculos generados con la embarazada, su familia y su entorno social, y la escucha, son el centro de atención del trabajo en el ámbito de la salud pública, prosiguieron las autoridades.

Del mismo modo, indicaron que el Ministerio intenta profundizar la participación de la embarazada en la atención de los equipos, mediante un acompañamiento cercano, amigable y responsable, brindando un servicio cada vez más integrado en todas las áreas que confluyen para que el camino de la maternidad pueda ser transitado plenamente. La importancia de la atención integral de la embarazada –continuaron– cumple una función que es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la reducción eficaz y sostenible de la mortalidad materna y neonatal.

Derecho

En relación al derecho a la información de toda mujer, desde el organismo manifestaron que conforme a la Ley Nacional 25.929 sobre derechos de padres e hijos durante el proceso de nacimiento, indica que toda mujer, en relación con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el posparto, tiene derechos:

· A ser informada sobre las distintas intervenciones que pudieren tener lugar durante esos procesos de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas.

· A ser tratada con respeto, y de modo individual y personalizado para garantizar la intimidad durante el proceso asistencial y que se consideren sus pautas culturales.

· A ser considerada, respecto del proceso de nacimiento, como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto.

· Al parto natural, respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer.

· A ser informada sobre la evolución de su parto, el estado de su hijo o hija y, en general, a que se le haga partícipe de las diferentes actuaciones de los profesionales.

· A no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación, salvo consentimiento manifestado por escrito bajo protocolo aprobado por el Comité de Bioética.

· A estar acompañada por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, y posparto.

· A tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.

· A ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar.

· A recibir asesoramiento e información sobre los cuidados de sí misma y del niño o niña.

· A ser informada específicamente sobre los efectos adversos del tabaco, el alcohol y las drogas sobre el niño o niña y ella misma.

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