El 95% de las lesiones se produjeron cuando Claudia Schaefer todavía estaba viva. Antes de atacarla con los cuchillos, el empresario la redujo con un violento golpe en un ojo.
Infobae |
La situación judicial de Fernando Farré, acusado del crimen de su esposa Claudia Schaefer, se complica día a día. Primero fue el testimonio de las mucamas, quienes dieron cuenta de las agresiones verbales –que eran "moneda corriente"– del empresario contra ellas y también contra su mujer y sus hijos.
Ahora se conocieron los resultados preliminares de la autopsia al cadáver de Schaefer. Estos revelaron que durante el violento ataque que ocasionó su muerte, la mujer recibió más de 70 lesiones punzocortantes y puñaladas, el 95% de ellas cuando todavía vivía.
Para consumar su agresión, el empresario primero la redujo con un fuerte golpe en el ojo izquierdo y luego usó dos cuchillos, de un juego de cinco que estaban en la cocina de la casa del country Martindale. Los utilizó de manera simultánea y también él sufrió cortes en sus manos, "porque no era una persona especializada en el uso de cuchillos".
La autopsia reveló además que Schaefer se defendió de manera desesperada y por eso presenta gran cantidad de cortes en las manos y los brazos. Incluso intentó agarrar los cuchillos. Además, los médicos estimaron que la muerte de la mujer se produjo entre tres y cuatro minutos después del inicio del ataque.
Esta semana se supo que Farré tenía dinero no declarado que no quería repartir con su esposa. La cifra sería superior a los 8 millones de pesos y provendría de la indemnización que el empresario había cobrado al ser despedido de la compañía cosmética Coty.
El 2 de agosto Farré fue denunciado por su esposa después de una grave agresión que fue el preludio del crimen. El 21, día del asesinato, Schaefer y Farré mantuvieron una discusión en la cocina de la vivienda, donde también se encontraban la madre de Schaefer y dos abogados.
El violento intercambio continuó en el vestidor, donde el hombre cerró con llave la puerta y consumó el crimen. Los testigos intentaron sin éxito abrir la puerta y recién cuando llegó la policía Farré –que había quedado en un sillón fue arrestado.
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