Algunos padres tienen miedo de dejar a sus hijos al cuidado de extraños en una pileta, otros quieren promover actividades diferentes a los que realizan a lo largo del año, y otros simplemente reconocen que sus niños no tienen interés por los deportes y no desean forzarlos. Sea cual sea la razón, cada vez son más las propuestas para el verano que se orientan a las artes, en lugar de a la pileta o el deporte en general.
Para muchos la colonia de vacaciones es sinónimo de pileta, fútbol, vóley y algún campamento. Hay quienes tienen de esa época recuerdos valiosos y otros solo traumas. Es que hasta hace algunos años la única propuesta que existía para los meses de calor eran las vinculadas al deporte.
Hoy la situación empieza a cambiar porque hay nuevas demandas de los padres. “Los padres eligen nuestra propuesta por distintas razones. Los papás de los más chiquitos no quieren piletas porque sienten que puede haber más riesgos y prefieren evitar esas actividades cuando ellos no pueden supervisar. Y en el caso de los más grandes, porque notan que hay un desapego al hábito de la lectura”, explicó Belén Lamboglia, responsable de El Lecturón –www.facebook.com/ellecturontallereniuma–, un taller que busca promover el hábito de la lectura, a partir de actividades democráticas y recreativas, que trabaja con chicos de tres a 15 años.
Las propuestas varían. Hay espacios que preparan actividades meramente lúdicas en las que se busca reforzar el trabajo en equipo y la cooperación. Pero la mayoría incorpora iniciativas vinculadas a las artes para que los chicos puedan expresarse con distintos formatos.
No realizar deportes ni utilizar piletas no implica que todas las actividades sean bajo techo. Muchas propuestas incluyen utilizar los patios o las plazas como espacios para concretar acciones puntuales todos los días. Pero siempre escuchando y respetando los intereses de las niñas, niños y adolescentes.
“Muchos chicos, en la realidad que vivimos hoy, no se interesan por el deporte o el aire libre. Eso no le quita mérito a otras actividades que les proponemos para hacer afuera. Siempre tenemos programado un picnic literario, la vinculación con el medio ambiente y tratamos de hacer actividades lúdicas al aire libre pero no vinculadas directamente al deporte. Eso es algo que nos diferencia de la colonia tradicional”, indicó Lamboglia.
Y sobre por qué cree que a muchos chicos no le interesan demasiado las actividades deportivas, agregó: “Creo que, como dice Francesco Tonucci, la sociedad tiene miedo de dejar a los chicos al aire libre. Nosotros trabajamos mucho con soportes digitales porque es un taller de comunicación atravesado por el hábito de la lectura y porque son chicos tecnológicos. Por eso la estrategia es tratar de llevarlos a espacios al aire libre pero atendiendo a la necesidad que tienen de no desprenderse de la tecnología. Porque ellos tienen sus celulares y tabletas y quieren enseñarte los programas que ellos aprendieron a usar”.
“Ellos –concluyó la responsable de El Lecturón– tienen una necesidad de mostrar esos saberes y tal vez las disciplinas vinculadas al deporte les demandan un aprendizaje más complejo. En definitiva, los chicos demandan cosas que les interesan”.
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