En el gran Rosario el acatamiento fue dispar. En Baigorria y Bermúdez se sintió poco. En Puerto San Martín la medida decretada por la CGT Moyano y la CTA de Micheli impactó con más dureza.
La Capital |
En la ciudad de San Lorenzo el paro se manifestó con dureza. La medida decretada por la CGT Moyano y la CTA de Micheli, con su correlato en la central obrera que lidera Edgardo Quiroga, arrancó a la cero hora de ayer y mostró el fuerte poder de convocatoria de esa central obrera, con entre 70 y 100 militantes participando en actitud inflexible de los distintos piquetes que prácticamente mantuvieron cercada la ciudad hasta el mediodía de ayer.
Las calles de la ciudad mostraban la inactividad y solo trascendió que varios desconocidos en moto atacaron durante la madrugada de ayer en jurisdicción de Fray Luis Beltrán a dos unidades de transporte de pasajeros, impidiendo así la llegada de trabajadores a la zona. Aunque la Unión Tranviarios Automotor no adhirió a la medida, las agresiones sufridas —que no fueron denunciadas— generaron modificaciones en los recorridos, al extremo de que la "punta de línea" por ruta 11 debió correrse a la altura de la vía alta, en cercanías de la planta Martín Coppa, en el límite entre Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez.
No obstante, todos los piquetes fueron levantados sobre el mediodía, y por la tarde las comunas y ciudades de la zona recuperaron su fisonomía tradicional.
En declaraciones a la prensa, Quiroga precisó que el acatamiento a la medida "fue del 90 por ciento". Mientras en Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez el paro no parecía haber calado demasiado en la población, cuando se avanzaba hacia el norte la medida se endurecía, y así en Puerto San Martín y Timbúes hubo un muy alto acatamiento.
En el sur. El paro no alcanzó a conmover mayormente la vida cotidiana de la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez, donde no hubo clases en las escuelas primarias oficiales y tampoco atendieron al público ninguna de las cuatro sucursales bancarias con las que cuenta.
No obstante, casi en desafío a la dirigencia nacional del gremio gastronómico, bares y restaurantes trabajaron con normalidad y, contra lo ocurrido en Rosario, el personal municipal de limpieza efectuó la correspondiente recolección de residuos domiciliarios con normalidad.
Otro indicador del dispar acatamiento a la medida nacional fue que el comercio desarrolló su actividad a pleno, y en el terreno oficial, el personal municipal mostró un grado de presentismo habitual, cumpliéndose inclusive con la sesión del Concejo. Según se informó por los medios locales, la jornada de paro se cumplió sin incidentes y sólo se registró un piquete camionero en el denominado puente de Cargill, casi en el límite jurisdiccional con la comuna de Alvear.
En Casilda, por su parte, la medida también tuvo bajo acatamiento. Tanto el comercio como la industria trabajaron normalmente y que sólo los afiliados a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) pararon simbólicamente durante una hora.
Las clases se desarrollaron normalmente, aunque en la ciudad no hubo ayer recolección de residuos ya que el personal de barrido responde al gremio que a nivel nacional conduce Hugo Moyano.
También el panorama fue el habitual en Venado Tuerto, donde los docentes, siguiendo la línea gremial planteada desde Amsafé provincial, dictaron clases normalmente y donde los trabajadores municipales asistieron a sus puestos de trabajo. Quienes sí adhirieron a la medida nacional fueron los bancarios. Un punto estratégico de la geografia venadense, el cruce de las rutas nacionales 33 y 8 reunió al único piquete de la región protagonizado por el gremio de camioneros.
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