Así lo indicaron Raúl Sartori y su mujer, Gabriela Piatti, quienes confirmaron: “Nuestro hijo estaba internado al lado de la pequeña que murió”. La investigación por la muerte de Daiana, la niña de cinco años que falleció el miércoles a la noche, mientras estaba internada en una clínica privada de la ciudad de Santa Fe, avanza con el pedido del fiscal a cargo de la causa, Roberto Apullán, quien ordenó el secuestro de la historia clínica de la chiquita y la autopsia del cuerpo.
/Diario UNO |
Diario UNO de Santa Fe mantuvo un diálogo exclusivo con Raúl Sartori y Gabriela Piatti, padres de un pequeño de cuatro años que estuvo internado en la habitación contigua a la de Daiana, de cinco años, quien falleció en la medianoche del miércoles, en un sanatorio privado de la ciudad de Santa Fe.
Comenzaron relatando: “Nosotros lo que podemos es contar nuestra versión sobre esto que nos mantiene profundamente consternados y conmocionados como padres y como humanos. Llevamos a nuestro hijo el sábado a ese sanatorio porque tenía fiebre, y luego regresamos el miércoles porque no le bajaba la temperatura, hasta que una médica pediatra nos recomendó que lo dejáramos internado a partir de las 13, para ver cómo evolucionaba su cuadro mientras le administraron antitérmicos para bajarle la fiebre. La profesional pediatra le indicó a la enfermera que estaba delante nuestro que debía aplicarle un antibiótico para terminar con el virus”.
Y continuaron contando: “Después vimos que se trataba de un sachet pequeño con letras rojas, y cuando le hicieron la aplicación a nuestro hijo el nene dijo que le dolía muchísimo”. Raúl, el papá del pequeño, le dijo a su hijo que le iba “a doler un poquito pero que le iba a hacer bien” y se retiró.
Gabriela Piatti se quedó cuidando al nene, y al ver que la criatura lloraba y gritaba que le dolía, decidió sacarle el medicamento, e inmediatamente llamó a su esposo y le contó lo que había hecho.
Raúl Sartori, enterado de la novedad, volvió al sanatorio y cuando llegó a la sala en la que estaba internado su hijo se encontró con un cuadro único y desolador. “Había médicos y enfermeras corriendo por todos los corredores de la sala pediátrica con los rostros completamente desencajados –contó–, mientras los padres de la nena de cinco años que estaba internado en la habitación de al lado de nuestro hijo, estaban completamente devastados”.
Y prosiguió: “En ese momento irrumpió en la escena un médico cardiólogo que estuvo unos 15 minutos en la habitación adonde estaba internada la nena, y cuando salió, solo atinó a apoyar su espalda contra una de las paredes del pasillo y levantar la vista mirando al techo, y se quedó inmóvil y parecía como ido”.
La llegada del 107
Precisamente, en ese momento ingresaron los paramédicos del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias 107, que fueron convocados por los médicos del sanatorio, para intentar trasladar a la nena al Hospital de Niños Orlando Alassia, y ahí fue cuando los médicos les comunicaron a los padres que su hija había muerto.
“La desazón y el dolor por la muerte de la nena se apoderó de todo el mundo dentro del sanatorio. Hubo conmoción, gritos, llantos, la situación superó a todo el mundo”, expresó Sartori.
Raúl Sartori, por su condición de abogado, fue quién llamó y denunció a la Comisaría 1ª, y pidió la urgente presencia policial en el sanatorio. Minutos después, una oficial junto a sus subalternos, se impusieron sobre la situación que contemplaba la muerte de la niña.
Y explicó el letrado: “Nosotros secuestramos el medicamento que fue administrado y le produjo dolor a nuestro hijo y se lo sacamos, para que quede a disposición de la Justicia. Como padres, después de todo lo que pasó, sacamos a nuestro hijo del sanatorio y lo llevamos a nuestra casa. Y nos pusimos a disposición de los padres que perdieron a su única hija”.
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