Se trata de la empleada doméstica que fue baleada el sábado durante el episodio ocurrido en la casa de barrio María Selva. La herida no revestía gravedad por lo cual ya se encuentra en su casa luego de permanecer internada.
La casa de calle Gorostiaga al 2.000, en barrio María Selva.
Este domingo fue dada de alta la mujer de 54 años, que trabajaba como empleada doméstica en la vivienda de Gorostiaga al 2.000, en barrio María Selva, lugar en donde el sábado se produjo una violenta entradera, con toma de rehenes.
La mujer había recibido un impacto de bala en una de sus piernas, y al no revestir gravedad, ya descansa en su casa, luego de permanecer internada.
El hecho
Una mujer lavaba la vereda de su casa, cuando dos sujetos armados la obligaron a entrar y le exigieron que les entregue dinero de una caja fuerte. Un vecino vio todo y lo denunció al 911. Posteriormente llegaron vigilantes de varias dependencias. Actuaron rápido y con reflejos. Lograron detener a los individuos y auxiliaron a dos mujeres. Una de ellas, la empleada doméstica, fue alcanzada con un disparo en una pierna, presumiblemente disparado por los delincuentes dentro de la vivienda, para cubrir el escape.
El operativo ejecutado
El operador del 911, ante la inminencia del peligro, convocó a todas las unidades que estuvieran cerca de la vivienda a que se aproximen con precaución. Los primeros en arribar fueron dos patrulleros, uno de la Comisaría 5ª y el otro de la 8ª de Guadalupe. Un suboficial de 29 años de la Comisaría 5ª escuchó los gritos de una mujer proveniente del primer piso de la casa, vio la puerta de calle abierta, ingresó y en ese momento fue recibido a balazos por el delincuente atrincherado que había tomado de rehén a la dueña de casa, y cuando vio a los vigilantes la usó como escudo humano.
Rodeados y a los tiros
Los uniformados de la agrupación Cuerpos arribaron por calle Pedro de Vega en apoyo de los efectivos que ya actuaban, dentro de la casa se escucharon más disparos y los gritos de una mujer desesperada que pedía auxilio. Después se supo que la mujer herida en una pierna era la empleada doméstica que fue alcanzada por un disparo de arma de fuego o bien por las esquirlas de otros nuevos balazos que los delincuentes habían disparado a los agentes desde el interior de la vivienda para evitar su detención.
Por los techos de casas linderas
Los delincuentes cubrieron su escape con una lluvia de balazos contra los policías mientras corrían por los techos de viviendas vecinas, aunque ambos fueron apresados cuando llegaron a calle Las Heras.
El primero fue apresado por los agentes de la 8ª y del Comando Radioeléctrico, y fue identificado como S. P. P. de 31 años, al que le secuestraron una pistola calibre 9 milímetros con algunas balas en el cargador y luego su planilla prontuarial reveló que es un evadido de la Cárcel de Coronda que cuenta con pedido de captura “activo”.
El otro delincuente apresado, que en su huida intentó tomar como rehén a un joven que lavaba su auto en calle Las Heras, pero en este caso a la altura del 6.100, fue aprehendido por agentes de la Comisaría 5ª y de la Patrulla de Intervención Urbana, y luego fue identificado como S. R. de 32 años, y le secuestraron una pistola Ballester Molina con la estructura de una 45, pero modificada para que funcione con balas calibre 22.
El subjefe de la UR I La Capital de la policía santafesina, comisario inspector Sergio Fernández, informó el caso al fiscal Daniel Filippi.
Juan Trento/policiales@uno.com.ar
Fuente: Diario UNO
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