Según el Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC, por sus siglas en inglés), con sede en Miami, Sandy se encontraba a las 03:00 GMT del viernes a 25 km al nornordeste de la isla de Eleuthera, Bahamas, desplazándose a 20 km/h con vientos máximos de 150 km/h, por lo que fue degradado a categoría 1.
En una nota leída en el telediario local, la Defensa Civil de Cuba lamentó la noche del jueves 11 muertes en el oriente de la isla por el huracán, entre ellas, la de un menor de 4 meses, a consecuencia del derrumbe de viviendas y árboles, así como de otras causas que aún se investigan. En total, nueve personas fallecieron en la provincia de Santiago de Cuba -entre ellas, el bebé- y las otras dos, en Guantánamo.
Sandy cruzó Cuba de sur a norte durante la madrugada del jueves como huracán de categoría dos, de un máximo de cinco en la escala de Saffir-Simpson, para después golpear fuertemente Bahamas y amenazar con lluvia al estado norteamericano de Florida.
El coronel Miguel Ángel Puig, de Defensa Civil, informó antes el jueves que "los daños son cuantiosos" en viviendas, generación y transmisión de energía, comunicaciones y pequeñas industrias de alimentos.
El presidente Raúl Castro se comunicó telefónicamente con los responsables de las zonas afectadas, fundamentalmente en las provincias de Santiago de Cuba y Holguín, expresó su "confianza en la recuperación del país" y anunció su visita a esas regiones "en las próximas horas".
En Haití, al menos nueve personas fallecieron y otras tres permanecen desaparecidas por las lluvias de Sandy, según un balance provisional ofrecido el jueves por el ministro del Interior, Leon Ronsard Saint-Cyr.
Sandy también provocó el desplazamiento unas 10.000 personas, varias regiones inundadas, carreteras cortadas y un gran número de casas destruidas, explicó Saint-Cyr, por lo que las autoridades destinarán casi cinco millones de dólares en las labores de ayuda y reconstrucción en las zonas afectadas.
Sandy también forzó en Bahamas el cierre de escuelas, oficinas gubernamentales y aeropuertos. "Se le ha pedido a los negocios, incluidos los bancos, que permanezcan cerrados el jueves y el viernes", afirmó el primer ministro Perry Christie, citado por el diario local The Guardian Nassau.
Por su parte, las autoridades de Florida alertaron a la ciudadanía sobre fuertes marejadas, lluvias y vientos que azotarán en las próximas horas el estado. En el condado de Palm Beach, Miami Dade y Broward, las escuelas también decidieron suspender sus clases el jueves y cerrar los centros educativos el viernes.
Pese al mal tiempo en Miami, los vuelos internacionales desde el aeropuerto principal del estado se mantienen, aunque se suspendieron algunos que tenían como destino o provenían de Bahamas, Jamaica -donde murió una persona el miércoles- y otras islas del Caribe.
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