lunes, 21 de noviembre de 2011

PROV. STA. FE/Los Senadores del PJ quieren que se regulen las fumigaciones

Presentaron un proyecto de ley para reglamentar el uso de agroquímicos, pero mantienen a ese producto en la categoría de baja toxicidad que le dio el Senasa.

Los Senadores del PJ quieren que se regulen las fumigaciones

En la última sesión del Senado santafesino el bloque mayoritario del justicialismo ingresó un proyecto propio para regular la fumigación con agroquímicos. Si bien la iniciativa establece límites más concretos para el uso de fitosanitarios, no dice nada específico acerca del glifosato, que es el producto estrella en el modelo monocultivista de la soja.
Ambientalistas de todo el país y también del mundo están convencidos, incluso hay estudios científicos en ese sentido, que el mencionado sintético causa innumerables problemas de salud y hasta la muerte en aquellos vecinos que viven en zonas aledañas a las fumigaciones, pero el Senasa –organismo nacional encargado del tema– ubica al mencionado químico en una categoría de baja toxicidad.
Valiéndose de esos argumentos, el PJ santafesino –a través del senador por el departamento 9 de Julio, Hugo Terré– presentó una iniciativa que coloca trabas importantes a la utilización de productos de alta toxicidad, pero evidentemente en esa franja no figura el glifosato. Mientras tanto, se multiplican las denuncias de personas que fallecen, otras que tienen cáncer y/o enfermedades respiratorias por el uso indiscriminado y sin control de agroquímicos para salvar la productividad sojera.
Por lo pronto, los senadores provinciales de la oposición pidieron la semana pasada que su proyecto sea analizado en forma conjunta –adjuntado– con otro que tuvo media sanción en Diputados que sí establece prohibir la aplicación de glifosato sobre la superficie sembrada a una distancia de 500 metros a partir del perímetro urbano fijado por los municipios y comunas santafesinos.
Según pudo conocer Diario UNO, la idea del PJ en la Cámara alta es encontrar una síntesis entre ambas iniciativas, pero a juzgar por las enormes diferencias es casi imposible un punto de acuerdo que convenza a todos los sectores políticos a votar una nueva ley de fitosanitarios. De esa forma, sin una normativa clara que se adecue a las actuales condiciones de producción, donde el valor de la salud pública también sea un valor imprescindible, la ciudadanía seguirá a expensas de las necesidades del mercado.

A una cuadra de las fumigaciones
La iniciativa del senador del departamento 9 de Julio indica que “se prohíbe la aplicación de productos fitosanitarios de clases toxicológicas I a (banda roja, producto sumamente peligroso y muy tóxico), I b (banda roja, producto muy peligroso y tóxico) y II (banda amarilla, producto moderadamente peligroso y nocivo) dentro de un área de 2.000 metros con equipos aéreos y de 1.000 metros con equipos terrestres, del límite de las plantas urbanas”.
“Y además, se prohíbe también, dentro de los 2.000 metros o 1.000 metros, según el caso, del límite de establecimientos educacionales rurales, de parques industriales, complejos deportivos y recreativos, barrios privados y caseríos, de zonas de interés turístico y áreas naturales protegidas declaradas tales por autoridad competente y de las costas de los ríos, arroyos, lagunas y humedales señalados en la cartografía oficial”.
También, “se prohíbe la aplicación de productos fitosanitarios de clases toxicológicas III (banda azul, producto poco peligroso y cuidado) y IV (banda verde, productos que normalmente no ofrecen peligro y cuidado), dentro de un área de 100 metros (área libre de fitosanitarios) de los mismos lugares mencionados. Desde el área libre de fitosanitarios hasta los 500 metros del límite, se podrán aplicar las clases toxicológicas III y IV con la supervisión de un ingeniero agrónomo”. Es en esta franja donde queda incluido el glifosato para su utilización, es decir, se permite la fumigación a sólo una cuadra de los ejidos urbanos.
Asimismo, en el texto que ingresó al Senado se remarca que “queda prohibida la aplicación (de productos fitosanitarios) dentro de un radio de 100 metros contados a partir de cada obra de toma de aguas superficiales o captación profunda, destinadas al consumo humano. La prohibición expresada regirá para instalaciones existentes y futuras emplazadas y a emplazarse en todo el territorio provincial, pudiendo los municipios y comunas ampliar las áreas libres de fitosanitarios mediante ordenanza”, añade el planteo legislativo del justicialismo.
Por último, uno de los elementos interesantes que introduce el proyecto en el tema de los fitosanitarios es que “los operarios de producciones vegetales que se dediquen a la aplicación de esos productos con equipos manuales, deberán contar con la habilitación correspondiente, renovarla cada dos años y realizar los cursos que organizará y dictará el Ministerio de la Producción”.
“Las explotaciones dedicadas a estas actividades deberán proveer a sus empleados de los elementos de seguridad correspondientes. Y también deberán archivar la factura de adquisición de los elementos de seguridad, almacenar los productos fitosanitarios en locales seguros, ventilados y separados convenientemente de viviendas y lugares de empaque”, entre otros objetivos de seguridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario