Las sembradoras fueron adaptadas al relieve del país extranjero y se han iniciado una serie de pruebas para que los productores anfitriones comprueben in situ los beneficios de los equipos nacionales.
Los campos experimentales implementados en Sudáfrica para la maquinaria agrícola del sur de Santa Fe y este de Córdoba, ya están en marcha en suelo africano. Las sembradoras fueron adaptadas al relieve del país extranjero y se han iniciado una serie de pruebas para que los productores anfitriones comprueben in situ los beneficios de los equipos nacionales.
Unos 20 productores foráneos pudieron seguir de cerca el proceso implementado luego del desembarco de varias firmas de la región. Esta acción fue posibilitada por la rúbrica de un convenio entre la Fundación Cideter, Cafma, de la Argentina, y Grain SA, de Sudáfrica, en Agroshowroom, para ampliar el aporte de tecnología y áreas de siembra con una serie de experiencias en los campos.
Además de las pruebas en sí (que cuentan con el aval del Inta) se hicieron los protocolos de ensayos (cuadernillos técnicos) para que los profesionales sudafricanos puedan hacer el seguimiento con la trazabilidad y la toma de datos correspondientes de cada una de las experiencias.
Adaptación y ajuste"El primer paso fue la adaptación de las máquinas, luego se ajustaron cada una de las piezas de los equipos. La tarea en los campos se hizo bajo la mirada atenta de los sudafricanos. La siembra directa va a generar un gran cambio en Sudáfrica", dijeron a LaCapital miembros de Cideter.
Los convenios firmados por las entidades argentinas y sudafricanas fueron avalados oportunamente, por los gobiernos de Santa Fe y Córdoba a través de sus Ministros de la Producción, juntamente con numerosas entidades vinculadas con los sectores productivos.
Tras la firma del importante convenio, rápidamente se pusieron en marcha las distintas partes, a fin de ejecutar todo lo planificado. Un grupo de técnicos de Inta, junto a profesionales de Grain SA, dieron inicio a la primera etapa del proyecto que consistió en la siembra de lotes, que se halla ubicados en Nigel y Settler.
Es importante destacar que los titulares de las tierras utilizadas, son productores agropecuarios líderes y referentes en el país africano, por lo cual cuentan con tecnología de punta, marcando un liderazgo sobre sus colegas. Justamente por su condición de vanguardistas, ellos se mostraron sumamente interesados en la implementación del sistema productivo argentino, ya que conocieron en detalle los beneficios que el mismo genera.
Entre las actividades realizadas, se llevó a cabo la calibración de las máquinas teniendo en cuenta el estado del terreno, para poder lograr el uso óptimo de los equipos argentinos.
Comparaciones. Antes de comenzar a trabajar, se hicieron comparaciones técnicas entre la maquinaria argentina y la de otros países, donde se evidenciaron notables diferencias, en cuanto al rendimiento de herramientas adaptables a los distintos terrenos.
"El Inta está muy feliz por haber recuperado un lugar protagónico en el proceso de desarrollo del país, de tal forma que la ciencia y la tecnología rindan el soporte necesario para dar solvencia a nuestra industria", dijeron de Cideter.
Internacionalizar. De acuerdo con el especialista Mario Bragachini, coordinador de Agricultura de Precisión del Inta, "para seguir avanzando en la participación del mercado es necesario internacionalizar las empresas, un proceso complejo y de nunca acabar".
Para esto, la Argentina cuenta con el know-how del conocimiento agronómico que ofrece el Inta, "que conjuga en una sola institución la investigación y la extensión", dijo Bragachini.
Crecimiento. El sector argentino de maquinaria agrícola está experimentando —desde el año 2003— un crecimiento inédito. Exporta a más de 30 países y representa ingresos anuales por un total de 1.080 millones de dólares. Asimismo, el último relevamiento registró 730 empresas del sector.
Para Bragachini, del Inta Manfredi, "en los últimos ocho años aumentaron las exportaciones 26 veces y lo más alentador es que se llegó a los 90 mil puestos de trabajo con la maquinaria agrícola". Y más allá del comercio exterior, este despegue "permitió ser más competitivo en el mercado interno y externo y hacer un desarrollo sustentable".
Ejemplos.Bragachini se refirió también al ejemplo de las localidades de Armstrong y Marcos Juárez, que en ese período "aumentaron la demanda laboral del sector en un 150 por ciento, gracias a que a partir de 2002 se comenzó a construir una red público-privada para la promoción del sector, mejorar su tecnología de procesos y productos con fuertes inversiones".
Según el coordinador de comercio exterior de Cideter, Carlos Braga, "el trabajo del Inta haciendo capacitaciones y extensión y la acción mancomunada del clúster, los gobiernos provinciales y regionales, cancillería y otros actores, permitió desembarcar conjuntamente en varios países y lograr acuerdos como los que ahora se firman".
Por esto, añadió Bragachini, se busca alcanzar una "competitividad global", con productos innovadores para diferentes condiciones y exigencias, máquinas seguras para el operario que no contaminen el ambiente y funcionen en línea con las normas de seguridad operativa y de tránsito, así como proveer repuestos en tiempo y forma, buena asistencia técnica y, por lógica, precios competitivos.
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