Lo grabaron en un video diciendo que había matado al concubino de su madre. Después dijo a la Justicia que lo habían presionado. Hay un policía detenido.
Uno de los presos involucrados en el crimen de Maximiliano Storani, el muchacho que fue hallado muerto tras estar desaparecido 22 días, fue presionado a responsabilizarse, mientras era filmado con un celular, del homicidio de Luis Lozano, quien murió en marzo de este año tras una feroz golpiza y por el que hay tres procesados. El joven se desdijo frente a la Justicia, confesó que había actuado bajo presión, y por el hecho quedó detenido un policía, que filmó la forzada confesión.
En el video difundido en un blog local de noticias, cuyo material generó un fuerte impacto social, se lo observa a Damián Pinat —procesado por el crimen de Storani— admitiendo que atacó y mató a quien fuera en vida la pareja de su madre, para terminar pidiendo la libertad de quienes están detenidos por el caso.
Sin embargo, lo que aparece en el material audiovisual como una confesión que podría haber implicado un giro al resonante caso, resultó ser producto de una suerte de coerción provocada por dos hermanos implicados en el asesinato de Lozano.
Guardiacárcel. El cómplice, que filmó el video, es nada menos que un policía, quien habría recibido dinero como contrapartida y que ayer fue detenido. Se trata de Luis C., que se desempeñaba como guardiacárcel en la Alcaidía de Casilda.
La Justicia ordenó el allanamiento de su domicilio, donde se secuestraron tres teléfonos celulares, además del que llevaba consigo. Uno de estos aparatos sería el que usó para filmar a Pinat.
La situación quedó al descubierto ayer por el detenido que desmintió ante la Justicia lo publicado en el blog y revelar las circunstancias de la que fue objeto en el interior de la alcaidía de la Unidad Regional IV —departamento Caseros— donde permanece detenido.
Según trascendió, el joven aseguró que un guardia lo llevó desde su celda hasta el pabellón donde estaban alojados Juan y Leonado López, quienes lo habrían obligado a inculparse del crimen de Lozano para lo cual le entregaron un escrito con lo que tenía que decir. Bajo presión y mientras el policía lo filmaba con un teléfono celular, Pinat asumió su culpabilidad, intentando disimular que se trataba de una puesta en escena forzada.
La investigación del sonado episodio es llevada adelante por el Juzgado de Instrucción en lo Penal de Casilda, a cargo de Silvia Nogueras, quien hace un tiempo dictó el procesamiento y la prisión de tres de los imputados en el homicidio de Lozano. La resolución de este caso aún está en la Cámara de Apelaciones de Rosario, donde ayer fue remitido el video por parte de un abogado casildense que defendió a un joven que había sido detenido por esta causa y luego quedó en libertad por falta de mérito. El profesional Mauricio Plancich, quien además ejerce interinamente desde hace un tiempo la Intendencia ya que su titular, Juan Carlos Bacalini, está de licencia por enfermedad, pidió la citación indagatoria de Pinat para que aclare sus dichos.
No obstante, y más allá de lo que se resuelva en ese ámbito, Nogueras trabajó el tema, ya prácticamente esclarecido, a instancias de un pedido impulsado por la Fiscalía de los Tribunales casildeneses y por actuaciones que inició la jefatura de la UR-IV.
Además de tomarle declaración a Pinat, la magistrada ordenó una serie de medidas, una de las cuales fue la detención del policía que habría filmado a Pinat mientras era forzado a reconocer la autoría del crimen de Lozano. Ayer se comprobó que el mismo suboficial había instado a otro preso, a cambio de dinero, para que denunciara a Pinat por el delito de violación contra él. El muchacho, que está detenido por un caso de abuso sexual, accedió a la oferta, pero terminó reconociendo que el hecho nunca existió.
La jueza imputó a los hermanos López por los delitos de amenas coactivas, cohecho y asociación ilícita, los mismos cargos que recayeron contra el policía —cuya identidad no trascendió— aunque en su caso agravados por su condición de funcionario público.
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