El organismo recibió la denuncia de una de las trabajadoras de la empresa, que motivó la inspección de agentes de seguridad social. Ninguna estaba inscripta.
El viernes a la tarde, agentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) Regional Santa Fe realizaron una inspección en un taller de costura de la ciudad y constataron que el ciento por ciento del personal no estaba registrado y por lo tanto no contaba con los beneficios sociales. Además, la empresa dedicada a la confección de prendas finas y delicadas para niñas que funciona desde hace 10 años en un domicilio particular, no contaba con habilitación municipal. Según fuente de Afip, la inspección se realizó después de que se recibiera una denuncia telefónica de una de las trabajadoras que daba cuenta de las condiciones de trabajo irregulares. Según fuentes de Afip, el operativo de control se realizó tras la llamada anónima de una de las trabajadoras, que aprovechó la ausencia momentánea de la encargada del lugar para hacer la denuncia. Al permitir el ingreso de los inspectores, la encargada “recordó” a las empleadas que algunas de ellas sólo concurrían al taller para retirar las telas que luego coserían en sus casas, hecho que luego ninguna de las trabajadoras corroboró, dado que todas indicaron que cumplían sus ocho horas de trabajo en ese domicilio. Mientras su jefa estaba presente, todas las trabajadoras manifestaron no tener más de un año de antigüedad, pero luego hablaron con los inspectores en privado y allí rectificaron sus dichos. Algunas de ellas incluso manifestaron estar en negro desde hacía más de cuatro años. Las trabajadoras estaban temerosas de sufrir represalias o perder el trabajo, pero aún así realizaron la denuncia ante la Afip para regularizar su situación y gozar de los beneficios que impone la ley. Una casa sin inscripciones Según su fachada exterior, sin inscripciones, el establecimiento textil inspeccionado por la Afip parecía ser una simple vivienda particular. Pero en sus habitaciones los inspectores de la Afip verificaron la presencia de máquinas de coser profesionales, una mesa de corte y demás elementos necesarios para confeccionar las prendas. Sin los pagos correspondientes Los agentes de seguridad social constataron que el taller estaba instalado en buenas condiciones. La jefa del lugar manifestó, incluso, que hacía poco tiempo que se habían mudado a ese domicilio, el que estaba recién pintado y bien distribuido, con maquinaria nueva y en muy buen estado. Sin embargo, las empleadas no estaban declaradas ante la Afip, con lo cual no recibían los pagos correspondientes en concepto de aportes y contribuciones como tampoco gozaban del beneficio de la obra social. “Una empresa familiar” En su página web en construcción, la firma se define como “una pequeña empresa familiar” que trabaja en la ciudad de Santa Fe “desde hace 10 años, recibiendo pedidos desde todas partes del país”. La empresa produce en forma masiva ropa para niñas, que luego vende a distintos comercios del país. A partir de ahora, deberá hacerlo con su personal debidamente registrado. Ante esta situación, desde Afip insistieron en la importancia de que los trabajadores “se animen” a realizar este tipo de denuncias para mejorar sus condiciones de trabajo.
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