La nueva estructura está ubicada en la manzana delimitada por Zavalla, Laprade, Maciá y Falucho y tendrá capacidad para alojar aproximadamente 7.300.000 litros. En tanto, la otra cisterna se edificará en la plazoleta aledaña al tanque central, en 7 de Marzo y J.J. Paso, y albergará aproximadamente 4.200.000 litros.
En el marco de la obra del Acueducto Desvío Arijón, recientemente se inició la construcción de una de las dos cisternas que tendrá la ciudad para recibir el agua potable extraída desde el río Coronda.
La nueva estructura está ubicada en la manzana delimitada por Zavalla, Laprade, Maciá y Falucho y tendrá capacidad para alojar aproximadamente 7.300.000 litros. En tanto, la otra cisterna se edificará en la plazoleta aledaña al tanque central, en 7 de Marzo y J.J. Paso, y albergará aproximadamente 4.200.000 litros.
Con relación a esta iniciativa, el secretario municipal de Obras y Servicios Públicos, Ricardo Méndez, recordó que “la obra del acueducto que va a proveer de agua a nuestra ciudad consta de una primera etapa que incluye una planta potabilizadora situada en Desvío Arijón y un tendido de conducciones, paralelo a la autopista, que suministrará el servicio primero a dicha localidad, luego a Sauce Viejo y finalmente a Santo Tomé”.
“En estas tres localidades se van a construir cisternas para recibir el agua: dos en Santo Tomé, en terrenos donados por la Municipalidad, y una en cada una de las otras localidades”, añadió.
Sobre las características que tendrán las cisternas, Méndez explicó que “se trata de grandes tanques que se construirán soterrados en el suelo, con tres metros de profundidad y dos en altura, donde se alojará el agua proveniente directamente del acueducto”.
“Desde estas estructuras”, detalló el funcionario, “la Municipalidad va a bombear el líquido hasta los diferentes tanques que tiene la ciudad. La distribución se realizará mediante la red ya instalada; lo único que cambiará es que los 39 pozos de captación que existen dejarán de funcionar. De esta forma, el agua de la ciudad dejará de extraerse desde las napas. Provendrá del río, luego de ser procesada en la planta central de Desvío Arijón”.
El secretario de Obras Públicas detalló que “el recorrido del caño que va a transportar el agua se extenderá al lado de la autopista e ingresará la ciudad por Richieri hasta EE. UU. de México y, desde allí, se ramificará hacia el sur y hacia el norte llegando a cada una de las cisternas que se pondrán en funcionamiento”.
Méndez indicó que “el plazo de ejecución de las tareas es de cuatro años ya que es una obra compleja y de gran envergadura que ha encarado el gobierno provincial. Los trabajos comenzaron recientemente y avanzan simultáneamente en la planta potabilización y en las cisternas, en ambos extremos geográficos del proyecto”.
“Todo esto mejorará sensiblemente la calidad del agua que consumimos en Santo Tomé”, aseguró el secretario municipal. “El agua que tenemos hoy, si bien está dentro de los límites exigidos por ley, contiene niveles considerables de hierro, arsénico y otros minerales, una cualidad que será subsanada cuando se ponga en funcionamiento el acueducto”, concluyó.
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