Varios comités de bioética confirmaron el cuadro irreversible de la beba. Foto:Archivo
“Le pido que me ayude en este dolor, que no sólo es mío, sino de una parte de la sociedad que sufre situaciones tan extremas como la de tener un familiar en situación de salud irreversible”, escribió Selva Herbón a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Herbón es madre de Camila, de apenas dos años y medio de vida. La pequeña permanece postrada desde que nació y su caso es emblemático en el país. Su estado vegetativo permanente fue declarado irreversible por tres comités de bioética, pero los médicos no quieren desconectarla por la ausencia de una amparo legal.
“Ud. sabe de sufrimiento, ha sufrido dos perdidas inmensas e irreparables, el dolor no tiene medida, nadie puede decir su real dimensión. Hace dos años y cinco meses que este dolor nos acompaña; debo ver a mi hija de a ratos, con su cuerpito lacerado por sondas y cánulas, por quemaduras, por el insistente accionar de la tecnología utilizada en medicina en una demostración clara de obstinación terapéutica que lleva al encarnizamiento del cual es víctima mi bebé”, narró la mamá.
Herbón es madre de Camila, de apenas dos años y medio de vida. La pequeña permanece postrada desde que nació y su caso es emblemático en el país. Su estado vegetativo permanente fue declarado irreversible por tres comités de bioética, pero los médicos no quieren desconectarla por la ausencia de una amparo legal.
“Ud. sabe de sufrimiento, ha sufrido dos perdidas inmensas e irreparables, el dolor no tiene medida, nadie puede decir su real dimensión. Hace dos años y cinco meses que este dolor nos acompaña; debo ver a mi hija de a ratos, con su cuerpito lacerado por sondas y cánulas, por quemaduras, por el insistente accionar de la tecnología utilizada en medicina en una demostración clara de obstinación terapéutica que lleva al encarnizamiento del cual es víctima mi bebé”, narró la mamá.
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