viernes, 22 de julio de 2011

"No hay que reaccionar inmediatamente sino buscar el camino del diálogo"

Lo dijo ayer el Arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, al hablar de su mediación en el conflicto de la CCC ante las autoridades por el reclamo de planes sociales que derivó en violentos incidentes en la sede rosarina del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Pidió privilegiar el diálogo para evitar crispaciones en tiempos electorales.
 

 El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, se refirió esta mañana a la mediación de la iglesia en el conflicto de la Corriente Clasista y Combativa ante las utoridades por el reclamo de planes sociales que derivó en violentos incidentes frente a la sede local del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en el mediodía del lunes pasado. Pidió privilegiar el diálogo y no responder instantáneamente a toda información quye surge de los medios y las redes sociales para evitar crispaciones en tiempos electorales. “Cuando hay estas situaciones que a veces desbordan socialmente se acercan acá como ha pasado otras veces con otros grupos y normalmente se orientan por Pastoral Social, que es una entidad de los obispados, de las diócesis que mira mucho todo el tema social desde el punto de vista del trabajo, la educación, la familia, como un servicio porque nosotros no somos un ministerio somos en la sociedad a veces un puente, una ayuda en lo que podemos servir”, aclaró el líder de la comunidad católica rosarina, en contacto con el programa "Dos tipos audaces" por La Ocho.
“Lo más importante es escuchar y preocuparnos, hacer algo en un diálogo que no sea tomando lugares ni que se destrocen cosas, que no haya peligros personales sino una escucha a los reclamos que son en torno a planes sociales, al frío, a gente que vive sin medios es un problema muy complejo que hace a una visión más integral de una comunidad. En este caso son los Planes Argentina Trabaja que no llegan acá y que la gente reclama, ve que llegan a otros lugares”.
“Esto está muy dentro de la preocupación de la comunidad cristiana”, mientras que al ser consultado sobre la posibilidad de pedir a la CCC que deje el acampe en la plaza Pringles agregó: “Esa es una de las condiciones que se piden para ese diálogo, la Pastoral Social escucha las preocupaciones de la comunidad y luego hay que escuchar a la otra parte para que haya un diálogo en ese sentido uno más bien es un tren para unir pero nunca el protagonista”, evaluó.
“Lo que pasa es con que la gente más humilde uno tiene que comprender es que en situaciones solamente ayudando vamos a encontrar satisfacción al reclamo, el que está en una pequeña casilla necesita que alguien lo ayude y esa ayuda es la que hacen ONGs, entidades, las mismas instituciones de la municipalidad también se preocupan pero parece que esto es una realidad muy fuerte lo mismo con los planes de educación”.
“Hay una dramática que entender, por ejemplo al que le dan un plan le quitan el otro y la gente quiere tener a los chicos educados y al mismo tiempo tener el subsidio mensual. pero más allá de esto esta el tema de la cultura del trabajo, tenemos que buscar que la gente tenga trabajo y que no dependa del subsidio”, opinó Mollaghan
“Los periodos electorales son difíciles y nunca hay que crisparse, es lo más importante de la democracia, sigo las informaciones y en este tiempo he recibido a muchos partidos y candidatos que se han cercado, como pastor de la diócesis quieren que conozca sus planes y es importante para conocer cual va a ser el futuro de la gestión, por ejemplo hay que pensar la cultura del trabajo y su relación con la educación”, dijo refiriéndose al clima preelectoral.
En cuanto a los dichos de varios sectores sobre el clima de crispación en medio de las campañas partidarias señaló que “siempre en una campaña hay estas dificultades, pero es importante resaltar que a través de de los medios de comunicación todo se ve instantáneamente, hasta en Twitter y en Facebook, y eso crea una reacción inmediata que a veces no favorece un clima pacífico aunque son medios de la cultura actual no los vamos a quitar de lado pero a veces no hay que reaccionar inmediatamente sino tener la posibilidad de buscar el camino del diálogo”, indicó haciendo referencia a la prensa y las redes sociales.
“No lo uso porque no tengo tiempo, pero con la cantidad de comunicaciones que llegan a través de la computadora ya es suficiente”, concluyó el arzobispo rosarino tras ser consultado sobre si, al igual que el papa Benedicto XVI, es afecto al uso de Twitter.

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