Los vecinos de la barriada señalaron su preocupación por la reducción de la presencia policial, sobre todo durante la noche. Foto: Archivo El Litoral
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Otra vez los amigos de lo ajeno hicieron de las suyas en barrio Siete Jefes. Ahora, el golpe recayó sobre un inmueble ubicado en Grand Bourg al 3700.
Del hecho se supo esta mañana cuando los moradores de la vivienda se disponían a iniciar sus actividades y advirtieron que, durante la noche, habían sido “visitados”.
El primer indicio fue que la puerta de un cuarto de servicios, que habitualmente permanece cerrada, ahora estaba abierta. Al ir a inspeccionar observaron que desde el lugar faltaban elementos tales como ventiladores; caloventores; una plancha y prendas de vestir, entre otros efectos personales.
Al igual que otros hechos similares, el o los delincuentes demostraron una osadía particular ya que atacaron su objetivo desde la vía pública.
Según se cree, los ladrones llegaron a su objetivo, previo escalar tapiales y recorrer los techos de fincas vecinas.
En este sentido, trascendió que una familia que reside a la vuelta de donde se produjo el robo (en Maipú al 800), anoche arribó cerca de la 1 y encontró el portón del garaje abierto. Si bien en este último lugar no se produjo robo alguno, la incertidumbre quedó flotando en el ambiente.
El modus operandi de estos últimos robos coincide con lo acontecido la semana pasada en una finca de Siete Jefes al 4300.
En esa oportunidad, tras llegar hasta el patio de la casa, autores desconocidos ingresaron a un quincho donde robaron un moderno TV de 50 pulgadas, computadoras, una impresora, un horno pizzero y una cámara filmadora, entre otros objetos de valor. También abrieron cajones y revolvieron todo el lugar.
Antes de darse a la fuga (por los patios de las viviendas vecinas) los malvivientes dejaron una nota con recomendaciones sobre la seguridad. Burlones.
Así, los vecinos de la zona hoy se mostraron muy preocupados no sólo por la reiteración de robos sino porque perciben que “durante la noche se reduce de manera notable la presencia policial”.
“Durante el día vemos que hay vehículos policiales y uniformados que recorren la jurisdicción de punta a punta. Pero nos llama la atención que después de las 21 todo esto parece tierra de nadie”, dijeron.
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