El apresado tiene 41 años. Tras una persecución, agentes de las TOE lo capturaron en Lavaisse 2600.
Agentes de las TOE apresaron al malviviente en Lavaisse 2600 cuando fugaba a bordo de una motocicleta. Foto:El Litoral
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
“¡ No me maten... ya perdí !”, gritó el hombre cuando se vio rodeado por uniformados y entendió que su captura ya era un hecho. La escena se produjo ayer, cerca de las 14, y sobresaltó a los vecinos de Lavaisse 2600, muchos de los cuales se encontraban durmiendo la siesta.
El autor de los gritos era un hombre de 41 años. Le dicen “El Turco” y es considerado peligroso. La policía le sigue el rastro desde los últimos días de septiembre cuando quedó como principal sospechoso de un gravísimo hecho ocurrido en barrio Transporte.
Es que la noche del 27 de setiembre alguien llegó hasta una vivienda donde reside Mónica Ojeda (39) junto a sus hijas, y le prendió fuego.
La víctima: A fines de septiembre, Mónica y sus hijas se salvaron por poco de un atentado incendiario en su domicilio de barrio Transporte.Foto: Danilo Chiapello
Fuerte explosión
En la mañana siguiente, Mónica relataba a El Litoral: “Minutos después de las 2 escuché una fuerte explosión y noté que se estaba prendiendo fuego el televisor y un mueble de machimbre. “Abrí la puerta del patio y me fui con mis hijas.
“Se estaba quemando todo... la garrafa de gas, la pantalla del televisor y la moto. En cuestión de segundos teníamos la muerte encima”, explicó.
Aquella noche Mónica y sus hijas salvaron sus vidas gracias a la intervención de un vecino que acudió de inmediato y, con baldes con agua, logró sofocar las llamas.
Pero los problemas para esta mujer, que ejerce la prostitución por cuenta propia, habían comenzado tres meses antes cuando entró en relación con un sujeto, el que tiene un taller mecánico donde hace reparación de motos.
Amenaza macabra
* “Primero me ayudó con mi moto, pero después con el tiempo empezó a amenazarme para que yo ‘patine’ para él”, relató.
Como suele ocurrir, el calvario de esta mujer comenzó con agresiones físicas (golpes de puño). Pero pese a la gravedad del asunto, ella no lo denunció. “Hoy me doy cuenta de que fue un error no haberlo denunciado”, dijo.
Y luego de esas agresiones llegó una amenaza macabra: “Si no trabajas para mí, te voy a quemar la casa con vos y tus hijas adentro”. “Y es lo que hizo”, reconoció la víctima.
La pesquisa
A partir de entonces, el caso quedó en manos de los fiscales Sergio Alvira y Gabriela Arri, quienes, entre otras medidas, dieron a la víctima un botón de pánico y ordenaron a las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) tomen cartas en el asunto.
Se determinó que el sospechoso había desaparecido de la pensión que alquilaba en calle Huergo al 2400 como así del taller de motos que atendía en Castelli 3700.
No obstante los investigadores lograron establecer que este sujeto se movilizaba en motos de alta cilindrada, lo que le permitía escabullirse ante una eventual persecución.
La captura
Pero al cabo de tareas de inteligencia se pudo precisar que el sujeto en cuestión se “aguantaba” en una finca de Gorostiaga y República de Siria, en el corazón de barrio Villa María Selva.
Y en la siesta de la víspera se observó al implicado salir de este inmueble al mando de una Yamaha 150 cc. tomando por calle Lavaisse en dirección hacia el oeste, por lo que de inmediato los policías fueron tras él.
La persecución culminó en Lavaisse 2600 donde, al verse sin posibilidades de escape, se entregó sin ofrecer resistencia.
Puesto al tanto de la novedad, los fiscales ordenaron que al detenido se le inicie causa por “Incendio doloso; tentativa de explotación de la prostitución agravada por amenaza, en carácter de autor en concurso real, en contexto de violencia contra la mujer”.
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