El gobernador encabezó en Santa Fe un acto en conmemoración a las víctimas del Holocausto, junto con autoridades de la Daia y de la comunidad judía santafesina.
Agenciafe |
El gobernador Miguel Lifschitz reivindicó este jueves el “compromiso contra el terrorismo y toda forma de discriminación” junto a autoridades de la Daia y de la comunidad judía en el acto de la Shoá (Día de Recordación del Holocausto y de la Valentía), que se desarrolló en la escuela Jaim Najman Bialik, 4 de Enero 2539, de la ciudad de Santa Fe.
“Quizás nunca antes la humanidad se cubrió de tanta ignominia como en aquellos años. Hablar del genocidio, del holocausto, del exterminio, de la Shoá son palabras en distintos idiomas que tratan de describir lo que no se puede describir con palabras: la profundidad del horror, la angustia, el drama de la crueldad nunca vista antes en esta magnitud”, comenzó su discurso el gobernador.
“La catástrofe de la que estamos hablando, una verdadera catástrofe social, tuvo muchos avisos, muchas señales y hubo muchos que prefirieron no ver, no escuchar y no intervenir. Duró muchos años y nos convoca no solamente al recuerdo y la memoria, sino una memoria activa, militante, porque el huevo de la serpiente siempre está allí y siempre puede volver a incubarse: la intolerancia, la discriminación, la violencia y el intento de aniquilar al que piensa distinto, al que tiene una fe distinta, al que tiene un color de piel distinto, está siempre latente”, razonó el mandatario provincial.
Lifschitz reivindicó el acto replicado en el mundo, “recordando el holocausto, recordando el sufrimiento, la crueldad pero también la dignidad y la resistencia porque frente a cada acto de crueldad le correspondió otro de dignidad, resistencia y de lucha. Quizás el ghetto de Varsovia por el que se recuerda en esta fecha al Holocausto, fue el hecho histórico más saliente de esta resistencia”.
“Pero hubo -continuó visiblemente emocionado- muchas otras y pequeños actos de dignidad y esperanza que cada una de esas seis millones de víctimas nos dejaron su testimonio, como esos poemas -de niños judíos escritos en campos de concentración y que fueron leídos por alumnos en el acto- que nos hablan de futuro como hablan todos los niños, siempre”.
El gobernador expresó la “adhesión, reconocimiento y compromiso del gobierno provincial con los derechos humanos, con la paz, con la tolerancia, con la no violencia, con la lucha contra el terrorismo y contra toda forma de discriminación; por un mundo donde todos nos podamos sentir hermanos más allá de las diferencias”.
Por último, el mandatario expresó también “el compromiso de mantener la memoria viva y activa, colaborando con las instituciones de la colectividad que trabajan en este sentido, con todas las instituciones de derechos humanos que también tienen el mismo objetivo y fundamentalmente dejando un mensaje a las nuevas generaciones: no olvidamos, estamos atentos pero tenemos esperanza”.
Antes, el presidente de la Comunidad Israelita de Santa Fe, Gabriel Pivin, se dirigió a los presentes para calificar el Holocausto como una de las “atrocidades que nos avergüenzan pero que recordamos para que no vuelvan a repetirse porque el olvido podría ser el pasaporte a un nuevo desastre”.
“Aún hoy, las persecuciones religiosas existen y debemos hacer algo al respecto, debemos hacer nuestro aporte a la paz sacando los prejuicios con los que cargamos y mirar al otro como un hermano, y exigiendo a los gobiernos que tomen medidas concretas contra el terrorismo y las persecuciones de fe”, puntualizó.
Este día recuerda en el mundo a los seis millones de judíos asesinados en Europa durante la Segunda Guerra Mundial y fue fijado en coincidencia al levantamiento del Ghetto de Varsovia, en Polonia, ocurrido en abril de 1943. Los luchadores del ghetto sabiéndose inferiores en cantidad y al momento, quisieron expresar a través de un acto de resistencia, su compromiso con una vida digna. Ese día coincidía con la segunda noche de la Pascua Judía cuando el pueblo judío celebra el éxodo de Egipto es decir, celebra la liberación. Y simbólicamente revivían en ese momento, revelándose al cruel sometimiento.
Shoá es el término en hebreo utilizado para denominar el exterminio sistemático de seis millones de judíos en manos del nazismo y sus colaboradores durante la Segunda Guerra mundial.
La llegada de los nazis al poder en Alemania en enero de 1933 significó el inicio de un proceso paulatino de discriminación y antisemitismo contra la población judía. Dicho proceso fue pensado, planificado y ejecutado a través de la propaganda y el adoctrinamiento en las escuelas, universidades, organismos públicos, tribunales y actividades oficiales provocando el odio hacia los judíos.
Estaban presentes, además, el vicepresidente de Daia, filial Santa Fe, Alberto Sulam; el rabino de la Comunidad israelita de Santa Fe, Efraim Rosenzweig; el secretario de Gobierno de la provincia, Mariano Cuvertino; el subsecretario de Derechos Humanos, Ramón Verón y representantes religiosos de la Iglesia Católica Apostólica Romana, de la Fundación Cristiana y Evangélica, de la Fundación Evangélica del Litoral, alumnos y docentes, entre otros.
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