Las chicas de Villa Dora lograron un triunfo espectacular e histórico al vencer a Boca en una final electrizante por 3 a 2, con parciales 18-25, 27-25, 25-21, 22-25 y 15-8 en el tie breack, logrando por primera vez ser campeonas de la Liga Argentina Femenina de vóley.
Diario UNO |
Villa Dora, es el gran campeón, sí gran campeón, con todas las letras, al haberle ganado en un partido histórico a Boca, en cinco sets, para conquistar por primera vez el campeonato de la Liga Argentina Femenina de vóley.
El título de manera invicta quedará escrito en las páginas que estas chicas, dirigidas por Lorena Góngora, marcaron a fuego a todo un barrio, a toda Santa Fe. Nadie podrá olvidar este partidazo que las Doras conquistaron en el Gorki Grana de Morón, con un 18-25, 27-25, 25-21, 22-25 y 15-8, en el tie breack, mostrando toda su garra y jerarquía.
Lo venían anunciando a lo largo de todo el campeonato, le ganaron a todos, solo faltaba ganarle a Boca, esas campeonas que con su experiencia, eran el cuco, que no se les podía ganar, pero las chicas santafesinas demostraron que pueden, y pueden con cualquiera que se les cruce, porque demostraron que con garra, técnica, hambre de gloria, depositaron a Villa Dora, un club de barrio, instalarlo en lo más alto del primer nivel del vóley argentino. Se lo merecían por todo lo que vinieron trabajando a lo largo de todos estos años, en silencio, con humildad, con perfil bajo, poco a poco, fueron creciendo, y hoy son merecidas campeonas.
Boca superior
El primer set Villa Dora entró a jugarlo atado, nervioso, como si justamente, sintiera que estuviera frente al rival al que no pudo ganarle hasta aquí y al que eliminó en las tres ediciones anteriores, sino, no se explicó el juego errático que tuvo el equipo santafesino. Los errores que se cometieron en el primer set en ataque fueron demasiados, en donde a excepción de Micaela Fabiani, que de alguna manera salvó la ropa, después el resto defeccionó por completo, con un muy mal primer set de la chilena Cris Vorphal, que prácticamente erró todas las pelotas, las tiraba afuera o sino, era bloqueda por la defensa boquense, y así el equipo Xeneize fue construyendo una diferencia importante para terminar ganándolo por siete.
Siempre fue arriba de manera muy cómoda con un excelente trabajo de su punta receptora Mariángeles Cossar, en la red, definiendo, con una buena tarea de Daniela Bulaisch, esta juvenil que realmente jugó un muy buen primer set, sumado a las centrales, a la experiencia de Natalia Espinoza, la capitana e histórica jugadora de Boca, que tuvo un primer set muy parejo y también la ex Villa Dora Florencia Busquest. Boca no tuvo fisuras, jugó con mucha soltura, acostumbrado a las finales y por eso se llevó ese primer set de manera contundente por 25-18.
Set perfecto
Terrible segundo set de Villa Dora cuando parecía que lo perdía, estando 23-21 abajo, sacó a relucir la garra que mostró a lo largo de todo el torneo, eliminó los temores de encima, esas ataduras que tenía en el primer set y dio rienda suelta a lo mejor que saben hacer las dirigidas por Lorena Góngora que es jugar, pero que también es apretar los dientes y ser un equipo firme en defensa. Se ajustaron las marcas, y el bloqueo levantó mucho en esta segunda parte. La chilena Vorphal y Scacchi comenzaron a aparecer, aquellas individualidades que habían estado muy erráticas y lo terminó cerrando con una corejeada de Florencia Giorgi para establecer el 27-25. Fue un set psicológico ya que un 0-2 hubiese sido muy difícil de remontar y hubiese sido otra la historia, pero Villa Dora se puso en partido nuevamente y se dio cuenta que podía y que Boca no era ningún cuco y que jugando de la manera que lo hizo en el segundo set el sueño del campeonato estaba mucho más cerca.
La diferencia deseada
Sin dudas en ese tercer set se vio lo mejor de Villa Dora, demostrando porque llegó a la final en forma invicta, jugando con la garra de siempre, pero además, fue muy inteligente para neutralizar al rival, no le dejo ningún resquicio para que Boca pudiera lastimar como lo hizo en el primer set, sobre todo con Cossar y Vorphal, le fue cerrando los circuitos al equipo de Eduardo Allona y a partir de una defensa mucho más férrea, Villa Dora comenzó a construir el triunfo, que fue absolutamente justo en este tercer set y se lo ganó con cierta comodidad, fue sobreponiéndose desde un principio, sacando cuatro puntos de ventaja, y lo fue dominando.
Fue un set a puro Villa Dora, a lo que nos tenía acostumbrado, como en partidos anteriores, en forma psicológica y deportivamente al rival, el segundo set lo ganó a pura garra, pero en el tercero fue un gran triunfo desde lo táctico y desde el juego del elenco de Góngora y como párrafo aparte, vale destacar la parte física, demostrando que desde la derrota del primer set, lo dio vuelta para empardarlo y después la respuesta física, táctica y de juego se asociaron para ganar la tercera parte, donde se vio un vóley de alto nivel, siendo muy inteligente desde lo táctico para neutralizar a Boca, y además para que todas las jugadoras de Villa Dora se lucieran. Un enorme partido de Giorgi y Vorphal demostró su nivel, todas acompañaron, es por eso que las Doras se llevaron la victoria más que justa por 25-21.
Una Bocanada de aire
El cuarto set fue muy disputado, donde en principio parecía que Villa Dora tenía todo acomodado para llevarse el partido, pero apareció el temple, el oficio de este elenco de Allona, que de la mano de Cossar ordenó y apareció la garra Xeneize, definiendo el set con tres puntos consecutivos como para llevar el partido a un quinto set.
A Villa Dora le costó y siempre fue abajo en el marcador. En algún momento parecía que se lo llevaba Boca, pero después, las santafesinas lo levantaron y el factor anímico hizo pensar que estaba muy cerca de ganar el cuarto set, pero justamente en la final estaba Boca, es por eso que las de Allona, se llevaron la cuarta parte por 25-22 y obligaron a las Doras a otro esfuerzo enorme para el tie break.
Tie breack de lujo
En el quinto set Villa Dora demostró que tuvo un coraje enorme y una claridad ganadora a prueba de cualquier contingencia, porque arrancó perdiendo el primer set de manera categórica, y en el segundo dio la sensación que se le podía escapar el partido, pese a no estar jugando en un buen nivel, sacó a relucir esa personalidad, esas agallas, el temperamento de todas sus jugadoras que en algún momento se vieron vencidas aún cuando eran superadas por Boca, pero se llevaron el segundo set. Después vino toda la calidad de las Doras en el tercero, y en el cuarto, se le fue escapando, y Boca se lo llevó sobre el final.
Pero en el quinto set, Villa Dora cambió el chip salió a jugar con toda la enjundia y la furia y lo dominó psicológicamente, pero también hay que hablar de un estado físico realmente espectacular de las Doras, que fueron abismalmente superiores en ese aspecto a Boca y se notó el cansancio de las bicampeonas, luego de un gran desgaste de Cossar y Bulaisch, que habían sido vitales en el primer y segundo set, comenzaron a sentir en un plantel corto, que no tenían recambio y que físicamente estaban un par de escalones abajo de Villa Dora.
Ese aspecto fue fundamental, más allá del vóley y el temperamento, que terminó consagrando a las Doras y metiéndolas en la historia del vóley de Santa Fe, ganando un partido realmente espectacular, con un marco único y con muchísima hinchada santafesina, que se hicieron sentir como si fueran locales, y las chicas le terminaron regalando un triunfo espectacular para ser el equipo, ganando la Liga de manera invicta con 16 victorias consecutivas, un record más que suman las dirigidas por Lorena Góngora, que desde hace años viene haciendo las cosas muy bien y que necesitaba esta frutilla del postre para terminar de coronarse como el mejor equipo argentino.
Ya lo había hecho siendo terceras en el Sudamericano de clubes, ganando la medalla de bronce. Habían sido cuartas en el 2015, jugaron la final de la liga el año pasado y en este año, este equipo que siempre se propone más, que logró vencer a Boca, escribió una página histórica, saliendo campeonas, algo más que merecido. Las chicas de Villa Dora merecían ser campeonas, porque les ganaron absolutamente a todos, le quedaba justamente ese karma que era Boca, que lo superó con un nivel y garra espectacular en el estadio Gorki Grana de Morón, donde se consagró campeón y poniendo sobre todo a Villa Dora y a Santa Fe en lo más alto de la Liga Nacional Femenina de vóley de la República Argentina.
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