Habitantes de Playa Norte, Vuelta del Paraguayo, Bajos Judiciales, Colastiné Sur y General Paz junto a organizaciones sociales piden asistencia a la Municipalidad. Solicitan la realización de obras para no inundarse.
Uno de los reclamos de los vecinos de La Vuelta del Paraguayo es que se levante el nivel del camino de ingreso.
A pesar de las distancias que los separan, el argumento que los une es el mismo. Los vecinos de la Vuelta del Paraguayo, Colastiné Sur, Playa Norte, Bajo Judiciales y General Paz al 8600 en conjunto con organizaciones sociales se unieron para poner de manifiesto la situación que atraviesan los vecinos autoevacuados, así como también aquellos que en algún momento sufrieron las consecuencias de la falta de obras en materia hídrica. Los representantes de esos barrios junto a las ONG encabezarán hoy, a las 18, una conferencia de prensa en las inmediaciones de la ruta 168.
Las quejas por la falta de atención por parte de los autoevacuados de la Vuelta del Paraguayo se intensificaron luego de la tormenta del pasado viernes 19 de febrero. Así lo aseguró Cristian Bordón, integrante del Proyecto Revuelta quien aclaró que si bien cuentan con el servicio de una posta de salud, esta solo acude una vez a la semana.
Lo que se viene trabajando con las organizaciones sociales es tratar de dar a conocer las situaciones similares que se dan en los barrios en cada ocasión de inundación y la propuesta que realiza el municipio a los vecinos en cada ocasión de crisis. “Nosotros presentamos en 2014 en el Concejo los aspectos de obras prioritarias que son básicas para mitigar los efectos de la crecida en el barrio y todavía no hemos recibido ningún tipo de propuesta”, afirmó Bordón quien asegura que existe un interés especial por las tierras para poder realizar actividades privadas e inmobiliarias.
Graciela Vera, vecina de la Vuelta del Paraguayo, señaló que los inundados del barrio que decidieron autoevacuarse, no recibieron colaboración desde ese entonces de parte del municipio. Otro de los objetivos de la conferencia también es dar a conocer el número de autoevacuados quienes aseguran que no aparecen en ningún registro ni que tampoco son tenidos en cuenta.
En la actualidad se trata de 20 familias que optaron por autoevacuarse y se abocaron a realizar de forma particular las tomas de luz y de agua de forma precaria. “Si pasa algo y hay que llamar a la ambulancia, hay que tener suerte para que venga”, relató Vera.
Los referentes de los barrios aseguran que cada vez que sube el agua, el municipio reitera los ofrecimientos de reubicación para las familias afectadas. “En cada inundación y crecida del río, que tenemos que dejar nuestras casas, siempre está la propuesta”, sostuvo Vera sin dejar de agregar que el discurso se repite con la promesa de llevarlos a una zona donde no sufrirán los efectos del agua. En ese marco algunas de las familias fueron relocalizadas. “El motivo de la conferencia también es para contar que se nos está presionando y obligando para dejar nuestras casas. Algo que no le vamos a hacer fácil ni vamos a ceder”, advirtió la mujer.
En cada episodio donde el agua se convierte en la protagonista, los vecinos son obligados a empezar de nuevo, a pesar de haber realizado la presentación de proyectos en los cuales se plasmaban labores sencillas para evitar estos cuadros. “Haciendo esas obras se ahorra el mal momento de tener que salir de nuestras casas, perdiendo lo poco que podemos hacer en el corto plazo y sin molestarlos a ellos”, explicó la representante de los vecinos de la Vuelta del Paraguayo.
Una de las tareas se centraba en la elevación del camino, ya que muchas veces, cuando entra el agua se corta el camino quedando aislada la gente. Ese es uno de los motivos que obliga a abandonar las viviendas. Otra de las obras que se solicitó es el dragado del riacho, de esta manera el agua tardaría en subir. “Son cuestiones muy básicas que cualquier barrio tiene que tener”, finalizó Vera.
Rosa Lamas, referente de los vecinos de General Paz al 8600 y colaboradora de Manzanas Solidarias,coincidió con el relato brindado por Vera. “Siempre pasa lo mismo, cuando llueve se inunda y no recibimos ayuda. Si no cortamos la calle no colocan la bomba. Es siempre el mismo problema”, contó la vecina que hace más de 30 años vive en la zona de Playa Norte.
A pesar de que las organizaciones y referentes del barrio presentaron un proyecto para realizar trabajos nunca obtuvieron respuesta. “Siempre cuando hay inundaciones o crece el río, tratan de llevarnos a la zona de los Quinchitos”, contó Lamas al mismo tiempo que explicó que los vecinos cuentan con los servicios necesarios y fácil acceso a la atención sanitaria. “Nosotros tenemos casas de material, estamos bien acá”, agregó.
En relación a los proyectos que presentaron afirmó que a pesar de los pedidos de audiencia que hicieron, nunca recibieron respuestas.
“Queremos que la gente se entere de nuestra situación. Cómo puede ser que medio Santa Fe cuando llueve se inunde y solo quieran trasladarnos a nosotros”, sintetizó Lamas quien reiteró que los ofrecimientos realizados son rechazados por la mayoría de los vecinos que ya poseen su casa y están cómodos.
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