Dijo que se continúa con la asistencia. Pero ya van 2 meses de emergencia hídrica y lo prolongado se vuelve problema: aparece el desgaste de los empleados municipales que trabajan en los refugios. El Paraná, por debajo del nivel de evacuación.
Desgaste. Los asistentes sociales y trabajadores de la salud también padecen del cansancio por lo prolongado de la emergencia hídrica. Foto: Gentileza Prensa Municipalidad
Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
Twitter: @landreychuk
Dos meses de crecida del Paraná. De evacuación urgente a las familias que viven en zona baja y a quienes el agua les tapó las casas. Dos meses de trabajo desde distintas áreas del Municipio, al principio con la urgencia a contrarreloj de armar módulos habitacionales, coordinar cuadrillas, asistir a los inundados. Dos meses que en el calendario común es poco, pero que en realidad fueron una eternidad.
El río Paraná cruzó la barrera del nivel de evacuación, de 5,70 mts.. Hoy lunes medía 5,63 mts. en el Puerto local y eso es bueno, pero baja muy lento. Las estimaciones podrían variar en función de las lluvias que se den en el sur de Brasil y Paraguay. Ante esto, “es probable que tengamos evacuados durante dos meses más”, dijo a El Litoral Carlos Pereira, secretario general del gobierno local.
Hoy hay seis centros de evacuados en la ciudad y zona. Son 558 personas que aún resisten al calor, las lluvias y al desarraigo en los módulos habitacionales del municipio. Tempestad histórica de por medio.
El desgaste
La crisis hídrica detonó a finales de diciembre pasado, con las fiestas de fin de año encima. “Ése fue el primer momento: la urgencia. Había que salir contrarreloj a evacuar a las personas. Fue un despliegue muy especial correr contra la desesperación. Hubo 15 días (las dos primeras semanas de enero) de mucho agotamiento y desgaste físico y psicológico de quienes trabajan en la asistencia de los evacuados”, dijo Pereira.
El pico de la crecida del Paraná alcanzó su pico de 6,61 metros —en el Puerto— el 5 de enero. Tres días de pico ininterrumpido. Desesperación. Se mantuvo muy alto y, con oscilaciones, comenzó a bajar. Fue muy lenta la bajante: descendió de la barrera de los 6 mts. el 21 de febrero (midió 5,95 mts.). Es decir, 40 días de río muy alto.
Después de todo eso, ahora la ciudad está en el segundo momento de la emergencia hídrica, según el funcionario: La rutina en la asistencia, el desgaste por lo prolongado de la emergencia, con sus consecuencias en el cansancio del personal municipal y de los propios evacuados, que sólo anhelan que baje el río para volver a sus casas.
La “ventaja” de este segundo momento es que la asistencia se ajusta a una planificación coordinada con las distintas áreas que intervienen, desde Salud, Desarrollo Social, Seguridad, Asuntos Hídricos, Infraestructura, Obra Pública y coordinadores de distrito. Pero la “desventaja” es el esfuerzo que demanda sostener ese trabajo en lo prolongado de la emergencia hídrica.
“El municipio trabaja sólo con su personal. Y la asistencia en los centros de evacuados no se interrumpió. Atender en la crisis demanda asignar una cantidad importante de personal. Y el desgaste que genera tanto tiempo de trabajo”, expresó Pereira.
Se implementó un sistema de rotaciones de personal, dentro de una determinada logística. Se trata de no agotar con tareas extra a los empleados, porque hay cansancio y presiones psicológicas. “Esto, a su vez, exige un esfuerzo extra, porque no se puede dejar de dirigir la ciudad. Tuvimos un temporal extraordinario que demandó y sigue demandando mucho trabajo de las cuadrillas para normalizar la ciudad”, cerró.
558 evacuados
Al momento se encuentran evacuadas en seis refugios municipales 558 personas (158 familias): Vuelta del Paraguayo I, 128 personas; Vuelta del Paraguayo II, 78 personas; El Bañado: 154; Colastiné Sur, 99 evacuados; Solar de Varadero Sarsotti: 4 personas; y Frente al Riacho Santa Fe, 95 evacuados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario