La vecinal emitió un comunicado pidiendo a las autoridades la implementación del sistema y mayor presencia policial.
Diario UNO |
En enero el populoso barrio Fomento 9 de Julio, captó la atención de la sociedad santafesina por la ola de robos que habían padecido en los primeros días del 2016: más de diez robos en solo quince días, fue la cifra que puso en alarma a todos. El cansancio mutó y un nuevo grupo organizó una marcha el pasado 16 de febrero.
Vecinos autoconvocados, comerciantes afectados por los hechos de inseguridad e integrantes de la vecinal se unieron para tratar de encontrar una solución a un flagelo que los afecta desde hace tiempo. Es por esto que en el transcurso de esta semana desde la Asociación Vecinal Fomento 9 de Julio se emitió un comunicado para solicitar a las autoridades que se refuercen las medidas de seguridad.
En el documento se explayan sobre todos los aspectos que afectan a los vecinos, entre los que destacaron los robos, tanto a viviendas como a comercios, la rotura de vidrios, la movilización efectuada y por último el encuentro que se realizó el pasado martes para coordinar formas de acción ante hechos de índole sospechosa.
Entre los pedidos elevados tanto a la Municipalidad como al gobierno provincial destacaron la necesidad de la instalación de cámaras de seguridad en las principales arterias, como Avenida Aristóbulo del Valle y Facundo Zuviría. Por otro lado los vecinos solicitaron una mayor presencia policial y controles en las calles del barrio
Las constantes escenas de robos y arrebatos derivaron en un cambio obligado en las condiciones de vida de todos los vecinos, que se ven obligados a monitorear las calles antes de salir a transitarlas.
“Lamentablemente es algo que tenemos que aprender todos los santafesinos, que las condiciones de vida han cambiado en esta sociedad”, manifestó Eduardo Miguel, integrante de la comisión vecinal al ser consultado sobre el flagelo que desde hace tiempo los vecinos vienen enfrentando, sin poder encontrar una solución así como tampoco una respuesta por parte de los funcionarios.
A pesar de que la preocupación de la vecinal se centra en el vecino, desde la asociación aseguraron que los comerciantes también manifestaron su temor en torno a la inseguridad que se palpa a diario en las calles del barrio.
“En los últimos días se observa una mayor presencia policial en las calles”, confirmó Miguel quien atribuyó este cambio a las manifestaciones que tuvieron lugar a mediados de febrero, consecuencia de los robos que se dieron en la zona.
En esa línea, Miguel recordó que desde la asociación vecinal que integra, en el 2010 se llevó adelante una encuesta entre los vecinos. “Hace seis años la problemática de la inseguridad preocupaba al 80% de los consultados”, sostuvo el representante vecinal. A pesar del tiempo transcurrido la situación no ha variado, y el tópico de la inseguridad lidera el ranking de preocupaciones.
Ante el contexto que les toca atravesar a los integrantes de la comunidad, se generaron una serie de propuestas que tienen como objetivo prevenir los hechos delictivos, las cuales se elevaron a las autoridades.
La primera medida propuesta por los vecinos es la instalación de cámaras de seguridad, ya que desde la entidad estiman que estos dispositivos colaborarían para disuadir a los potenciales delincuentes sobre las arterias principales como Aristóbulo del Valle y Facundo Zuviría, fundamentales para el tránsito.
“Creo que la presencia de cámaras colabora a disuadir al delincuente del accionar, que sabiendo que es filmado, quizás tenga más cuidado”, sostuvo el integrante de la asociación vecinal quien agregó que están consultando los aspectos relacionados con el costo de la instalación.
Por tratarse de insumos que tienen un costo elevado, una de las posibilidades que se baraja es realizar una prueba piloto en la sede de la vecinal, para que de esta manera los vecinos observen cómo funciona. Otra de las calles que son consideradas como vías de fuga de los delincuentes son San Jerónimo e Iturraspe.
A pesar de esta solicitud, los vecinalistas valoran la colaboración de los vecinos para mantener las calles iluminadas en horas de la noche. Es por esto que insisten en que cada vivienda tenga una buena iluminación para impedir que el barrio parezca “una boca de lobo”.
En los encuentros que se realizaron en los últimos días, otro de los temas que se puso sobre la mesa es el hecho de que en la jurisdicción persiste mucha vegetación, la cual puede servir para que los delincuentes se escondan.
“Nosotros hicimos un relevamiento y lo llevamos a la Municipalidad, cuadra por cuadra con la dirección de cada casa donde se pedía que se verifique si hacia falta una poda del árbol o la extracción”, recordó el consultado sobre el pedido que tuvo lugar hace un año y medio atrás.
En ese momento, los trabajos se realizaron con la colaboración de la Municipalidad que prestó la colaboración de la cuadrilla que efectuó la limpieza de los espacios necesarios. En la actualidad y ante la necesidad de generar medidas preventivas, analizan la posibilidad de repetir la experiencia.
En tanto, los vecinos autoconvocados lograron detectar los mal llamados aguantaderos así como también los depósitos de las cosas robadas. “Lo detectaron los vecinos pero estamos esperando que actúe la policía, la cual nos pide pruebas, algo que nosotros no podemos hacer”, sostuvo Miguel.
“A nosotros nos queda la inquietud de vecinos que ya en la calle van con temor, a plena siesta te asaltan, suceda lo que suceda”,aseguró Miguel sobre la situación que en la mayoría de los casos afecta a los adultos mayores, mujeres y niños que deambulan por el barrio.
El trabajo en conjunto que están llevando adelante todas las agrupaciones de vecinos, ya sea autoconvocados, vecinal o comerciantes, no se limitará solo al pedido de la instalación de cámaras y de presencia policial, sino que además están llevando adelante las gestiones para que las autoridades de seguridad provincial se hagan presentes en la sede de la vecinal.
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