De la Redacción de El Litoral
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Desgarrada, con el último hilo de voz, reclamó justicia por su hija en el lugar que le provocó la muerte. Marcela Olmedo, la mamá de Antonella Olmedo, encabezó esta mañana una marcha a poco de cumplirse un mes del fallecimiento de la joven. Tenía 20 años, agonizó y murió en el Hospital Cullen a causa de la explosión de la sucursal de la panadería Colella Industria Panaderil en la que trabajaba, ubicada en la esquina de J.J. Paso y 4 de Enero. El fatídico episodio ocurrió el domingo 13 de septiembre, alrededor de las 20.
La movilización de hoy, convocada por familiares y amigos, comenzó a las 10.30 en el domicilio de los abuelos de Antonella, en Monseñor Zazpe al 4000, pasó por los Tribunales santafesinos y terminó en el frente del local.
Marcela gritó, lloró y se apretó la foto de su hija contra el pecho, como si eso se la fuera a devolver. “Estamos trabajando minuciosamente en cada uno de los aspectos. Son muchos los responsables: está el propietario del local, Martín Wexler; Nicolás Colella, que era el inquilino, el mal dicho patrón de Antonella, que ni siquiera se acercó a ver cómo estaba mi hija. Quiero la pena máxima para ellos”, reclamó acongojada Marcela.
El próximo domingo ofrecerán una misa en la parroquia La Merced, a las 20. “Cada día se hace más difícil y pesado. Todos los días espero que vuelva a mi casa y sé que no la voy a tener nunca más”, dijo la mamá.
En la justicia
Sobre el avance del caso en la Justicia, el abogado, Leandro Corti, brindó detalles de las actuaciones. Hace una semana, se presentó ante el Ministerio Público de la Acusación como querellante en la causa. “Estamos esperando el dictamen del fiscal para viabilizar la querella y que se fije fecha de audiencia.
“La fiscalía a cargo de Andrés Marchi lleva adelante la investigación. Se trabajó con profundidad porque no es sencillo determinar la mecánica de la explosión. Ahí apuntó el trabajo pericial de bomberos, que fue de mucha utilidad; la recolección de pruebas consiste en pedir informes a organismos del Estado, a Litoral Gas; se está trabajando en los locales lindantes a la panadería”, explicó el abogado. Y adelantó que el fiscal interviniente ya tiene identificados a tres eventuales imputados.
Para Corti, en la causa también es relevante la falta de interés en el estado de Antonella, por parte del empleador, luego de la explosión. “El día que le amputaron una pierna, ni siquiera llamaron para ponerse a disposición de la familia, como lo haría cualquier persona”, comentó.
Finalmente, hizo hincapié en que la joven fallecida no estaba correctamente registrada como empleada del comercio. “Estaba inscripta en la ART, pero no por la cantidad de horas que efectivamente cumplía. Le pagaban un jornal diario y le daban un recibo mensual. Cobraba $ 150 pesos por ocho horas diarias y hacía horario rotativo. Además, hay testimonios de personas que tiempo antes daban cuenta de que había olor a gas, que se lo habían reflejado a la encargada de la panadería y le restó importancia”, cerró Corti.
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