El accidente donde cuatro jóvenes se mataron desnudó las falencias que hay en Santa Fe para detectar la presencia de sustancias.
La Capital |
Tras más de seis meses de ocurrido el trágico episodio, las pruebas de toxicología que se le realizaron al conductor del automóvil Chevrolet Corsa que el 7 de mayo chocó frontalmente contra un camión de la empresa municipal Sumar (de recolección de residuos) arrojaron que el joven había consumido alcohol y cocaína. El dato echó luz sobre la investigación, pero puso sobre el tapete las dificultades que se evidencian en Santa Fe para llevar a cabo esos análisis. Es que en la provincia hay en la actualidad un solo cromatógrafo (aparato que detecta la presencia de sustancias), ubicado en la ciudad de Santa Fe.
Producto de aquel episodio Gastón Gabernet (26), Diana Domínguez (19), Nicolás Bilbao (22) y Natalia Calderón (18) fallecieron instantáneamente. En ese entonces, se supo que el auto iba solo y las cámaras de videovigilancia determinaron que no corría una picada, como se había especulado. Tampoco fue encerrado y los semáforos funcionaban con absoluta normalidad.
Además, ya se había confirmado que el choque se produjo a más de 70 kilómetros por hora y que el vehículo frenó casi 20 metros antes del impacto, por lo que circulaba por Pellegrini más rápido aún.
Según los datos obtenidos, el cuerpo de Gabernet (oriundo de Villa Constitución y empleado del supermercado de Urquiza al 1600) reveló la presencia de 0,74 miligramo de alcohol etílico por mil mililitros de muestra (el máximo permitido es 0,50). Y además se detectaron cocaína y derivados en la muestra de orina y lo propio en la muestra de sangre y el hisopado nasal.
Según pudo saber La Capital , los estudios derivados del único cromatógrafo suelen tardar en promedio unos dos meses, pero en este caso se hicieron esperar mucho más. Es que todavía Rosario no cuenta con un laboratorio especializado en la materia, a pesar de que en algunas semanas podría inaugurarse el primero en dependencias del Instituto Médico Legal (bulevar Avellaneda y 3 de Febrero). Por lo pronto, la única opción provincial está en la capital santafesina, aunque a veces algunos análisis son solicitados a Córdoba, donde las instalaciones son ostensiblemente más importantes (hay seis aparatos).
Lejos. Argentina todavía está lejos de contar con alta tecnología en las ciudades más importantes y donde su población lo amerite. La Junta Nacional de Procuradores, promovida por el Ministerio de Justicia de la Nación, se ha ocupado de proveer de presupuesto a los distritos del país, pero muchas veces sus decisiones han sido cuestionadas ya que suele suceder que se envíen fondos y equipos a sitios donde la demanda propia puede ser menor. Sin embargo, esos espacios aglutinan solicitudes de otros sectores del país y, por eso, se terminan generando demoras.
De hecho, uno de los laboratorios más sofisticados está en Salta. Para muestra basta un botón: allí se hizo el barrido electrónico al ex fiscal que Alberto Nisman (apareció muerto en su departamento de Puerto Madero el 18 de enero pasado), un peritaje que buscaba determinar si había pólvora en sus manos.
"Tenemos una carga de trabajo tremenda y estas cuestiones ligadas a los laboratorios satelitales (que engloban varias provincias) suelen tener un criterio más político que técnico", se animó a decir a este diario una fuente de la Policía de Investigaciones (PDI).
En tanto, en la morgue rosarina confirmaron que en Santa Fe capital deben hacerse múltiples muestras a la vez.
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