El sindicado "miembro privilegiado" de la banda de Los Monos, Ariel Máximo "El viejo" Cantero, había pedido su libertad, pero la Cámara Penal se la denegó.
La Capital |
Ariel Máximo "El viejo" Cantero seguirá en prisión mientras dure el proceso judicial que se le sigue como miembro principal de la banda de Los Monos, la asociación ilícita conformada por varias personas de su familia y policías cuya actividad se vincula a hechos criminales para asegurar negocios relacionados al narcotráfico. Así lo resolvió la Cámara de Apelación Penal, que rechazó darle la libertad o un arresto domiciliario, en una audiencia que fue la continuidad de un trámite iniciado el 29 de octubre pasado cuando la defensa pidió la libertad de El Viejo, de 51 años.
Cantero estuvo prófugo dos años, pero sorpresivamente fue detenido el 22 de mayo pasado cuando cirujeaba en un carro en la zona de Centeno y Felipe Moré. Entonces intentó escapar pero fue apresado, y dio un nombre falso en la comisaría 12ª.
Privilegiado. Once de Los Monos ya fueron condenados en un polémico juicio abreviado a penas que rondan los 3 años de prisión por conformar una asociación ilícita. Tras ser detenido, Cantero padre fue procesado por la jueza de Instrucción Nº 2, Alejandra Rodenas (quien heredó la causa de Juan Carlos Vienna) como un "miembro privilegiado" de la banda.
Aunque la fiscalía promovió que se le endilgue a El viejo la jefatura del grupo, la jueza no halló evidencias para achacarle ese rol. Igualmente lo consideró un eslabón central en base a pruebas que lo ubican recibiendo información sobre actividades ilícitas como negociar con la policía o eludirla, uso de armas, gestión de kioscos o el cambio de teléfonos para evitar intervenciones.
En la audiencia del 29 de octubre, los abogados de Cantero apelaron la prisión preventiva dictada por Rodenas al argumentar que se impuso sin fundamentos. Según la defensa, de recibir una pena mínima de 3 años de prisión, Cantero podría salir en libertad condicional dentro de dos meses. Asimismo, los abogados cuestionaron la inexistencia de "elementos de convicción suficientes" para fundamentar el procesamiento, tras insistir en que Cantero negó formar parte de una asociación ilícita. También resaltaron que los dos testimonios que obran en las pruebas fueron obtenidos con medios irregulares y que en las escuchas Cantero conversa con sus familiares —sobre todo con su hijo de crianza Ramón Machuca, aún prófugo— sobre cuestiones personales que no suponen ilícitos.
Pero los fiscales de Cámara replicaron esa postura y adelantaron que si bien Cantero está procesado como miembro, la fiscalía formulará la requisitoria de elevación a juicio bajo el rango de "jefe u organizador", lo que prevé 5 años de pena mínima. En ese sentido, recordaron que El viejo registra condenas como una de 2006 a dos años por tenencia de arma de guerra, unificada con una de 4 años y medio por transporte de drogas en Corrientes.
"El rol no era para nada inactivo", dijo la fiscal Cristina Rubiolo, quien repasó las escuchas en las que se advierte que a Cantero le piden armas y le informan sobre operativos policiales en barrio La Granada.
Breve. Luego de un cuarto intermedio, el camarista Daniel Acosta reanudó ayer el trámite. En tres minutos leyó la parte resolutiva que confirma la prisión y aclaró que la brevedad se debía a que tenía otras audiencias pero las partes podían ver los fundamentos por escrito.
El fallo ancló sobre los postulados de la fiscalía. Aunque en el primer punto dio algo de razón a la defensa. "Se advierte de la sola lectura lo escueto de los argumentos para resolver la prisión preventiva", evaluó Acosta, aunque rescató que "se ha permitido a todos los actores esgrimir sus derechos y plantear sus quejas".
Sobre los elementos de convicción suficientes y los testigos atacados por la defensa, indicó que los testimonios de identidad reservada y del llamado Diego Cuello "ameritan consideraciones de diversa índole" (ver aparte).
No obstante, dijo que "la teoría fiscal encontró abono que la torna sustentable. En tal dirección los dichos de la testigo D.R. adquieren relevancia", recordó sobre la imputación confirmada contra Cantero en una causa de 2014. En ese sentido el camarista resaltó esa prueba para contextualizar la actividad delictiva de El viejo, cuyo procesamiento "no puede ser objeto de revisión" ya que ello "no hace más que proyectar las finalidades del grupo", "el dominio sobre el territorio" y el "despliegue de la violencia" como manifestación de su proceder.
Es más, el juez le da relevancia al relato de esa mujer sobre los actos de despojo y violencia protagonizados por el grupo "entre los que la testigo ubica al imputado", que aunque puedan ser anteriores a la imputación "nada impediría su consideración como prueba indiciaria y sujeta a la valoración probatoria".
También le otorgó entidad a las escuchas con el prófugo Ramón Machuca. "Van más allá de lo que presupone la relación familiar, requiere insumos indispensables para la logística del grupo bajo la denominación de herramientas", en alusión a las armas de fuego.
Tras aclarar que las escuchas no fueron refutadas por la defensa, Acosta dijo que "hay elementos que tornan sustentable la teoría fiscal" sobre la actividad y rol de Cantero.
Sobre la pena en expectativa que esgrimió la defensa para pedir prisión domiciliaria, Acosta remitió a fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que "vincula la proyección del mínimo de la pena en expectativa en función de la presunción de inocencia con una mirada respecto a la premisa fáctica del conjunto del fallo".
"Los motivos para fijar la pena que hacen a la atribución del hecho imputado remiten a circunstancias tales como las vinculadas a la culpabilidad del agente que no pueden valorarse —como sostiene la queja— en la proyección de pena en función de la presunción de inocencia. La concurrencia de los tres elementos y la peligrosidad procesal, bajo el riesgo de peligro de fuga, lleva al suscripto a confirmar la prisión preventiva y además a expresar que es la cautela vigente la que en la actualidad constituye la única idónea para someter al justiciable a los requerimientos del proceso".
Asaltan una marmolería y se roban un auto
Cuatro hombres armados asaltaron ayer al mediodía una marmolería de zona sur y robaron unos cinco mil pesos y otros efectos de valor. Los hampones huyeron en un auto del dueño del comercio que fue hallado minutos más tarde. El atraco fue muy similar a otro perpetrado la semana pasada en otro negocio del mismo ramo.
Fuentes policiales confirmaron que el atraco ocurrió ayer cerca de las 12.30 en el local de Mármoles Cassini de Rueda 2060. Se trata de una empresa que hace revestimientos y trabajos en mármol.
Según los voceros consultados, a la hora señalada irrumpieron en el local cuatro hombres armados y a cara descubierta que amenazaron a tres empleados y al dueño. A punta de pistola, los hampones llevaron a las víctimas al sector trasero del local donde las maniataron con precintos plásticos pero, en principio, no las habrían golpeado.
El portavoz policial señaló que los ladrones sustrajeron billeteras, celulares y otros efectos personales de los empleados y del dueño, a quien además despojaron de unos cinco mil pesos en efectivo.
Con el botín en su poder, los delincuentes huyeron en un Volkswagen Bora celeste que minutos después fue localizado por personal de la Policía de Acción Táctica (PAT) estacionado en Gaboto y Balcarce, a menos de tres cuadras de la marmolería. Según el vocero consultado, el vehículo estaba sin ocupantes e intacto.
Similar. El de ayer se trató del segundo atraco a una marmolería ocurrido en la última semana. En este sentido, se recuerda que el viernes pasado se perpetró un asalto similar en un local situado en Riobamba y Solís, en la zona oeste, de donde también se llevaron alrededor de 10 mil pesos en efectivo y efectos personales de las víctimas, como billeteras y celulares.
Fuentes policiales indicaron que en ese caso el robo estuvo protagonizado por tres hombres que ingresaron portando armas de fuego. Según relató en su momento a medios televisivos una de las víctimas, los hampones amenazaron a los empleados y los llevaron a la parte posterior del local donde los maniataron.
"Nos pegaron cachetazos y a mi papá lo que querían llevar a su casa para seguir robándole, pero al final no lo hicieron", sostuvo un hijo del dueño, y añadió que los ladrones huyeron con alrededor de diez mil pesos.
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