Fue una de sus peores semanas en el plano judicial. Se siente solo y perdió el diálogo con la Presidenta.
Infobae |
Amado Boudou está pasando uno de sus peores momentos. Esta semana, la Cámara Federal confirmó su procesamiento en la causa en la que se le imputa haberse apropiado de laimprenta Ciccone Calcográfica. Otra causa, por radicar un auto con papeles falsos, fue enviada a juicio oral. Y se investiga si, además, se enriqueció ilícitamente. A fin de año podría llegar con dos juicios orales y con un tercer procesamiento. El viernes fue detenido Alejandro Vandenbroele, señalado como su testaferro.
Hace tiempo que no está de buen humor. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no le atiende el teléfono, se dedica a monitorear las sesiones del Senado y la oposición le atribuye un papel decorativo. Suma con cada sesión un nuevo pedido de los legisladores opositores para que se aparte del cargo.
Es la primera vez en la historia que un vicepresidente atraviesa su situación judicial. Frente a los problemas judiciales, se refugió en su amigo y abogado Eduardo Durañona. Lo defendía el estudio de Darío Richarte, al igual que a otros funcionarios, pero dieron un paso al costado y abandonaron la estrategia judicial del vicepresidente.
Boudou espera una señal de la Casa Rosada, un nuevo bufete de abogados que lo defienda. Cree que se puede dar en el marco de una estrategia judicial renovada para amparar a los otros funcionarios afectados por cuentas pendientes ante la Justicia, como Alfredo Scoccimarro o Jorge Capitanich.
Está separado desde hace meses de Agustina Kämpfer –que ahora es panelista del programa Intratables– y vive en un nuevo departamento, en el mismo edificio que antes, elcomplejo Madero Center, de Puerto Madero.
A veces, pocas, tiene la oportunidad de estar en primera o segunda fila en los actos de la Presidenta. Dicen que a fin de año mantuvo una conversación tensa con Jorge Capitanichen la que reclamó un respaldo más explícito de la jefa de Estado. Este fin de semana, Boudou eligió pasarlo en su departamento de Puerto Madero.
Los días hábiles se refugia en el Senado y mantiene el perfil bajo. En algún momento se especuló con que Cristina Kirchner espera el momento, posiblemente antes de las primarias, para soltarle la mano, en un gesto hacia la opinión pública.
Aunque los últimos discursos de la jefa de Estado van en otro sentido: redoblar la apuesta al Poder Judicial frente a las denuncias. El Congreso será el escenario de la Asamblea de Apertura de las sesiones ordinarias, en las que Boudou estará presente junto a la jefa de Estado. Nadie espera un saludo efusivo.
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