Le dispararon a un hombre que estaba a su lado pero le impactaron a él en la cabeza. En el mismo hecho hubo otro herido en un cruce del barrio Sáenz Peña.
La Capital |
Hacía pocos días que Ariel José Velázquez Vivero regresó de España adonde había viajado en búsqueda de un porvenir más venturoso y planeaba volver con su familia a ese país para continuar con su actividad laboral, pero en la tardecita del sábado su vida terminó en medio de la espiral de violencia en la que se dirime los conflictos entre jóvenes en varios barrios de la ciudad. Un balazo mortal le atravesó la cabeza cuando estaba con otras personas en un cruce del barrio Sáenz Peña. Lo más desconcertante del violento suceso es que el destinatario escogido para los tiros que recibió no era él, según coincidieron fuentes policiales y vecinos, sino otra persona que vive en la barriada. En el incidente también resultó baleado un muchacho de 29 años, pero, según fuentes policiales, su vida no corre peligro.
Velázquez tenía 38 año. En Rosario vivía en una humilde vivienda situada en la cortada Pelikán al 500, en la zona sur de la ciudad. Precisamente a una cuadra de allí en la esquina de Bermúdez y Cabildo, cerca de las 19.30 del sábado, encontró la muerte. A esa hora, según fuentes policiales, el hombre fallecido estaba en ese cruce con tres o cuatro personas. En la ochava de enfrente, se encontraban tres hombres.
Al parecer, entre quienes acompañaban a Velázquez estaba la persona que era el blanco del tirador, un hombre identificado como B.G. que salvó su vida en la balacera, pero que hasta anoche los investigadores policiales no habían localizado. "Vive en el barrio, pero cuando llegamos ya no estaba", explicó un oficial de la subcomisaría 20ª que sigue de cerca la pesquisa.
Lo concreto es que el agresor disparó un vendaval de balazos con una pistola calibre nueve milímetros hacia donde estaba el destinatario de los tiros. Ninguno de los proyectiles hizo blanco en esa persona, pero a Velázquez un tiro fatal le perforó la región frontal del cráneo. También otro balazo le atravesó el hombro izquierdo. Velázquez se derrumbó agonizante en la calle.
Un rato después, un hermano del hombre baleado lo subió a un auto y lo llevó al hospital Roque Sáenz Peña, pero murió en el camino.
Instantes más tarde arribó a ese centro asistencial un joven identificado como Gustavo R., de 29 años. El muchacho había llegado desde el Hospital de Emergencias, donde los médicos comprobaron que un balazo le había rozado el cuello. Tras la atención médica de rigor, según el portavoz consultado, fue dado de alta. Uno de los voceros policiales indicó que Gustavo R. contó que se encontraba con un grupo de amigos, entre ellos la víctima fatal), en la esquina de Cabildo y Bermúdez, cuando pasó por el lugar un grupo de hombres que efectuaron varias detonaciones hacia ellos.
El vecindario donde ocurrió la balacera está habitada por personas de clase media baja y abundan las casas de material. Ayer a la tarde, un cronista de LaCapital fue hacia allí para conocer detalles del cruento episodio, pero ninguno de los vecinos consultados había sido testigo de lo ocurrido.
"Yo no estaba porque había ido al río, pero los tiros no eran para él", comentó un hombre cuarentón sentado en una reposera acompañado por su mujer en la puerta de su casa.
El hombre también indicó que Ariel Velázquez había llegado hacía pocos días de España, pero no lo conocía en profundidad. "Solamente lo veía pasar antes de que se fuera a España", dijo el vecino.
Ayer a la tarde, nadie atendió en la casa donde vivía Velázquez Vivero cuando el cronista de ese diario golpeó la puerta de chapa de la humilde casa donde vivía. Frente a la vivienda había un auto estacionado. El vehículo tenía las huellas de haber sido incendiado y los cristales destrozados.
El homicidio es investigado por el fiscal Adrián Spelta y la policía de Investigaciones. El caso ocurrió en jurisdicción de la subcomisaría 20ª.
Matan de una puñalada a un joven en barrio Acíndar
Un muchacho de 18 años recibió una puñalada fatal y otro joven de 23 resultó baleado durante una reyerta, según fuentes policiales, ocurrida en una esquina del barrio Acíndar. El muchacho herido quedó internado en el Hospital de Emergencias con un tiro que le perforó una oreja. El vocero consultado no precisó si la herida revestía gravedad.
Una fuente de la Jefatura indicó que todo se desató cerca de las 6 de ayer. A esa hora, se desarrollaba una fiesta en el cruce de General Mosconi y Cipoletti. Entre quienes participaban del evento estaban el joven asesinado y el muchacho baleado. Al parecer, el incidente ocurrió en la calle y comenzó cuando Elías Fernández, de 18 años, y Julio César R., de 23, comenzaron a discutir con un hombre que no fue identificado por cuestiones que no fueron precisadas.
A Fernández le asestaron una cuchillada que le atravesó el pecho y le perforó el lado izquierdo del tórax. Se desplomó malherido en la calle. A su vez, Julio César R., un ciudadano paraguayo de 23 años, recibió un balazo que le atravesó el pabellón auricular derecho
Un llamado alertó al 911 acerca del violento suceso y un patrullero del Comando Radioeléctrico acudió a la escena del hecho. "Cuando los policías llegaron los dos jóvenes estaban tendidos en la calle con heridas sangrantes", explicó el portavoz policial.
Entonces, los uniformados subieron a los muchachos heridos al móvil policial y los llevaron al Hospital de Emergencias. La vida de Fernández se apagó a poco de arribar al centro asistencial mientras que Julio R. quedó internado a raíz del balazos que recibió. El vocero consultado indicó que en el lugar del violento episodio no se recogieron plomos ni vainas servidas.
La investigación la lleva el fiscal de Homicidios Adrián Spelta.
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