La Presidenta contó detalles de la reunión con el Sumo Pontífice. "El momento más emotivo que viví con él fue su encuentro con Vicky, conocía toda su historia", dijo en referencia a Victoria Montenegro, hija de desaparecidos.
La presidenta Cristina Kirchner y el Papa Francisco mantuvieron un nuevo encuentro en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano, al que la mandataria describió como "cordial" y aseguró que se llevó a cabo "con mucha naturalidad".
La jefa de Estado se retiró pasadas las 16.30 (10.30 hora argentina) tras su reunión y almuerzo con el Papa, que se extendió por un tiempo aproximado de 2 horas.
"Me parece que (la naturalidad) es lo que desacartona a las personas y nos hace de carne y hueso porque no dejamos de ser hombres y mujeres con virtudes, y con más defectos que virtudes", dijo Cristina desde el aeropuerto Ciampino de Roma, tras su encuentro con Francisco, antes de partir hacia Nueva York.
La mandataria también destacó que "cuando el Papa habla lo hace a través del Papa", al negar supuestas versiones sobre una preocupación del sumo pontífice por la situación en la Argentina.
"El Papa no está preocupado por la gobernabilidad del país", enfatizó Cristina en diálogo con los medios, anulando versiones sobre una preocupación del Pontífice por la situación de la Argentina. Sin embargo, aclaró: "Está muy preocupado por la situación del mundo, eso sí lo manifiesta constantemente".
Además, aludió a la encíclica Evangelii Gaudium en la que el papa Francisco se refiere a la situación de los países endeudados, y dijo que "parece escrito para la Argentina, pero en realidad está escrito para muchos países".
"Habla de la deuda de los países, los intereses, el agobio para los pueblos, el crecimiento exponencial de las riquezas. Casi parece escrita para la Argentina pero está escrita para muchos de los países", sostuvo.
La Presidenta señaló que "el momento más emotivo" fue el saludo con Victoria Montenegro, hija de desaparecidos durante la dictadura, cuando Jorge Bergoglio le dijo "si conozco la historia". "Se me heló la sangre, se me vino a la memoria todo", añadió.
La mandataria arribó a las 12.33 (7.33 hora argentina) a la residencia de Santa Marta en el Vaticano. Llegó vestida del riguroso negro que exige el protocolo, e ingresó acompañada por el embajador argentino en la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, y fue recibida por el prefecto de la Casa Pontificia, George Gänswein.
También acompañó a la Presidenta el secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro, y la comitiva oficial está compuesta por el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el canciller Héctor Timerman; el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; los diputados camporistas Eduardo "Wado" de Pedro y Andrés Larroque; el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto; los intendentes de La Matanza, Fernando Espinoza, y de Berazategui, Patricio Mussi; el senador Aníbal Fernández; la nieta recuperada Victoria Montenegro y el dirigente de la juventud radical Leandro Santoro.
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