Fue creado por la cooperativa de estibadores y se habilitó ayer en una noche de emoción y espectáculos. Uno de los helicópteros de rescate fue bautizado con el nombre del Papa Francisco.
La Capital |
Con el río Paraná surcado por barcos como telón de fondo y ante una platea de casi dos mil invitados, quedó inaugurado ayer en Puerto General San Martín el Centro Cooperativo de Rescate y Emergencias Portuarias (Ccrep), un complejo que, según sus mentores, es único en Latinoamérica. La noche estuvo llena de sorpresas con un espectáculo de destrezas aéreas y luces, inédito para la zona, cargado de emoción por este logro de la Cooperativa de Trabajos Portuarios.
La alfombra roja sobre el adoquinado de entrada y el cartel de bienvenida hablaban ya de la magnitud del evento, que en todo momento estuvo sobrevolado por un drone (cámara montada en un dispositivo aéreo), cuyas imágenes se reproducían en una inmensa pantalla detrás del escenario, montado al costado del hangar del helipuerto. El mismo que, junto a una serie de transportes aéreos, acuáticos y terrestres, más un complejo sistema de comunicación, forman parte de este centro que demandó una inversión de 70 millones de pesos, pensado para responder a accidentes laborales que pongan en riesgo la vida de los tripulantes de buques y trabajadores de las 25 terminales portuarias.
Frente a una platea de invitados, el primero en hacer uso de la palabra fue el intendente de Puerto San Martín, Carlos De Grandis, quien se mostró emocionado: "Creímos desde un primer momento y siempre estuvimos convencidos de este proyecto, que iba a instalar a la localidad en algo que tuviera que ver con el primer mundo. Al principio se dijeron barbaridades, pero finalmente vemos que esto le da un cambio fundamental a un lugar que era una bajada de la ciudad. Aquí se recuperaron casi 800 metros cuadrados que serán para la gente".
A continuación se proyectó un video institucional que hablaba de la actividad portuaria, la cotidianidad de los estibadores, de la cooperativa, del futuro funcionamiento del complejo, y subieron al escenario los miembros del complejo: rescatistas, operadores, mecánicos y pilotos aéreos. Entre ellos estaba Adrián Ciscarelli, quien dijo sentir "un gran orgullo de ser parte del selecto grupo del Ccrep, único en Latinoamérica". También habló un médico, que dijo sentir una "mezcla de sentimientos. Esto es el futuro, y el que no lo ve, que abra los ojos".
"Del primer mundo". A su turno, el presidente de la cooperativa, Herme Juárez, habló de "esta loca e imposible idea que surgió hace 12 años. Fuimos viendo las posibilidades día a día. Veíamos crecer a los puertos, queríamos un puerto del primer mundo. Nos sentamos con los empresarios a ver qué queríamos para el Cordón y hoy tenemos esto. Acá no hay dinero de la Nación ni de la provincia: este es el fruto del sacrificio de los estibadores".
"Yo creo en el futuro. Tengo que pensar como empresario y como sindicalista. Si no veo lo que va a pasar dentro de un año, no puedo estar al frente de los trabajadores portuarios", remató el dirigente. Cerró los discursos el senador Armando Traferri, quien manifestó su "orgullo por esta cooperativa portuaria, que puede competir con cualquier empresa y que llega a estándares de excelencia en el continente".
Un impresionante show aéreo, danzas, destreza, música, sonido, acrobacia y malabarismo precedió a la bendición de las instalaciones, el personal y los helicópteros bautizados como Papa Francisco I y II. En este marco, se descubrió un inmenso cuadro del Sumo Pontífice pintado por la artista local Noemí Vivas, el cual será enviado —se anunció— al Vaticano. La jornada se coronó con un majestuoso espectáculo de fuegos artificiales lanzados, como no podía ser de otra manera, desde un barco anclado en el medio del río.
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