Lo admitió el gerente de Relaciones Institucionales de Litoral Gas, José María González. Dijo que "no se puede obligar a los clientes a cambiarlos porque la norma no es retroactiva".
.La Capital |
Litoral Gas admitió que siguen funcionando en Rosario reguladores de gas domiciliarios anteriores a una disposición de 1995 por la que los nuevos edificios deben contar con un dispositivo que corta automáticamente el suministro ante un exceso o una baja de presión del fluido. "No se puede obligar a los clientes a que cambien sus instalaciones porque la norma nunca es retroactiva", dijo el gerente de Relaciones Institucionales, José María González.
Dijo además que la concesionaria dejó de usar válvulas de seguridad instaladas en la vía pública, que funcionaban por cuadrículas o zonas, y optó por llevar la media presión directamente a la llave de corte de los edificios.
De haber existido estas cámaras, se podría haber interrumpido la fuga en Salta al 2100 ingresando a una celda de seguridad y no mediante la rotura de caños con malla de acero como los que hubo que obturar para frenar la fuga, recién al mediodía del 6 de agosto. La compañía aseguró que no disponer de válvulas de corte evita "kilómetros cuadrados de problemas por venteo o fugas", para luego justificar que el crecimiento poblacional e inmobiliario promovieron su eliminación en la red.
El funcionario de la concesionaria admitió en diálogo con La Capital que aún funcionan reguladores de gas anteriores a una disposición de 1995 por la que los nuevos edificios deben contar con un dispositivo que corta automáticamente el suministro ante un exceso o una baja de presión del fluido.
—¿Desde cuándo hay cuadrículas con válvulas de corte?
—La válvula que corta el ingreso de gas al edificio está en el gabinete de entrada al edificio.
—Me refería a cuadrículas en zonas con dispositivos técnicos que facilitaban el corte el fluido ante una gran pérdida de gas y en forma rápida.
—Es un aspecto técnico. Válvula de corte había en otra época. No sé cada cuánto. Descargar una cuadrícula, como la que dice usted, lleva un tiempo importante y hay que accionar varias llaves, y además hay que esperar que se descargue toda la red, para lo que pueden pasar horas. El corte se hace con la llave de ingreso al edificio. Si no se puede acceder al dispositivo, hay que hacer dos pozos y obturar la cañería, ya sea de polietileno o de acero. Que es lo que se hizo en este caso.
—¿Si hubiese habido una válvula de corte, se podría haber hecho la obturación del escape de Salta al 2100?
—Si uno tenía acceso a esa válvula de corte, puede ser, sí.
—¿Acceso quiere decir que la compañía podría haber ido según el mapa para cortar?
—¿La preocupación es el tiempo del corte o lo que pasó concretamente?
—Le pregunté si existía , existe o existió otra infraestructura para hacer más rápido el tiempo de corte.
—Ocurre que colocar válvulas significa instalar 4 o 5 de ellas por esquina. En kilómetros cuadrados representan un montón de puntos de problemas, ya sea por venteo o válvulas que se pueden aflojar. Lo que se utiliza en la red de media presión es tratar de tener la menor cantidad de cortes posibles. Se usa en alta presión, no en red de media y mallada.
—En media presión ¿no hay ninguna disposición que establezca que deba haber válvulas?
—No. Ni hay una norma que indique que haya que tener válvulas de seccionamiento, porque se supone que es más que suficiente la válvula de corte del edificio.
—¿Las hubo en Rosario?
—Puede haber habido.
—¿Existieron en otra época?
— Se supone que una cuadrícula de hace 30 años, abarca una cantidad de casas y servicios infinitamente menor a la de hoy. Ahora hay 80 edificios por cuadrícula, de manera que hay demasiado consumo de gas. Por algo, la red pasó de baja a media presión. Y disponer llaves en la vía pública significa instalar una cantidad importante de ellas en cada esquina.
—¿Sólo por una cuestión de seguridad, o por un tema de costos?
—No. Porque son más puntos de fraccionamiento en la red. Uno no quiere tener más puntos de unión o fusión. Si en una cañería se ponen puntos de corte seguidos, hay más probabilidad de una fuga.
—¿Es por el crecimiento poblacional que se dejó de hacer?
—No. Es para no llenar de puntos de corte, cuando normalmente se acciona la llave del edificio.
—Otro tema. ¿Existen reguladores en funcionamiento en la ciudad más viejos que no cuenten con el dispositivo de corte automático ante alta o baja presión?
Sí, por supuesto. Porque la norma va cambiando, y porque se dejan de fabricar o se mejoran, se adaptan a las nuevas instalaciones. Hoy posiblemente no se consiga en el comercio un regulador viejo y hay que cambiar a uno nuevo. O bien, cuando se hace una instalación nueva, la normativa establece que se debe realizarla con determinado equipamiento y se van adecuando los sistemas. Hay normas de 1985 que modificaron cómo debe ser el ingreso de gabinete al edificio. De 1995 rige la norma para colocación de estos nuevos reguladores de sobrepresión y exceso de flujo. Pero no son retroactivas. No quiere decir que a todas la instalaciones que no tienen este elemento las tengo que cambiar. No se puede obligar a los clientes a que cambien sus instalaciones.
—Entonces, hay funcionando reguladores anteriores a 1995 que no cuentan con corte automático ante exceso de presión?
—Exacto. Pero no se sabe cuántos, porque son parte de la instalación interna del cliente. Desconozco qué elemento estaba instalado en el lugar que explotó y no sé qué pasó.
—¿Hay protocolos de seguridad de los nuevos edificios?
—Esto tiene que ver con normas de seguridad interna del edificio que conocen los gasistas matriculados. Después de algunos pasos se realizan las inspecciones de Litoral Gas sobre esas instalaciones.
—Desde el punto de vista de la inversión en seguridad, ¿cómo califica los niveles de inversión de Litoral Gas en el manejo del servicio de media presión, desde lo técnico y vinculado a la seguridad?
—Hacemos inversiones todos los años, en operación y mantenimiento en los que está incluida la seguridad. La seguridad no es un capítulo aparte, la calidad de servicio implica seguridad. No sólo en cascos o herramientas para el personal sino en cómo se manejamos las instalaciones o cómo las hacemos. La seguridad de cómo operamos y hacemos mantenimiento a nuestro equipamiento. Y por esto, nos miden la calidad de servicios por parte del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargás).
—¿En algún momento tuvieron algún apercibimiento del Enargás?
—No.
—¿Y en cuanto a las inversiones?
—Cuando se concesionó la compañía puede haber habido un plan de inversiones, pero después no. Se invierte en lo que se necesita para operar el servicio en condiciones como la hacemos nosotros, de manera responsable y confiable.
“Invertir es imposible”
“Invertir es imposible, sin perspectiva a futuro”. El 5 de agosto del año pasado La Capital titulaba con estas afirmaciones una nota a Jan Flachet, CEO y presidente de GDF Suez Latinoámerica, que controla a Litoral Gas. Flachet admitía que “la situación en Argentina no es fácil para las licenciatarias”, aunque se mostró satisfecho con los gerentes de la concesionaria “quienes hacen un trabajo excelente en circunstancias que no son fáciles”. En otro tramo de la nota, el directivo admitía que “nuestra tarea es mantenernos eficientes, invertir es imposible porque se necesita una caja y una perspectiva de largo plazo para recuperar la inversión. Hoy con una tarifa que no se adapta, nos mantenemos”.
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