San Juan tiene su rutina. Las
postales matutinas se repiten día tras día, más aún en el casco
céntrico, donde se concentra la mayor parte de la actividad comercial y
la administración pública. Pero ayer se agregó una imagen inusual, que
no sólo despertó el interés de los habituales moradores de la Plaza 25
de Mayo, sino de todos aquellos que circulaban con sus vehículos, muchos
de los cuales tocaban su bocina a manera de saludo. Es que el profesor
Jorge Fleitas estableció la práctica de Rosario Central a las 7.30 en el
tradicional espacio cívico. Sí, 7.30. Cuando todavía la oscuridad del
amanecer remoloneaba para levantarse e irse.
Los jugadores hicieron un pequeño
circuito de entrada en calor para luego comenzar a correr por alrededor
de la plaza, en diferentes velocidades, esquivando durante su
trayectoria a trabajadores, empleados públicos, ejecutivos, jóvenes
estudiantes y madres que llevaban a sus chicos al colegio. Todos
sorprendidos al ver a un plantel entrenar en pleno centro y tan
temprano. Y mayor hubiera sido el asombro para muchos si hubieran
calculado que esos futbolistas hacía menos de diez horas habían jugado
un partido de intensos 90 minutos.
Pero los canallas no exhibieron ni el
mínimo resquicio de incomodidad, todo lo contrario, mostraron un estado
de ánimo óptimo, fortificado por la victoria ante Belgrano pero también
por esta seguidilla de victorias que nutren la confianza para lo que
viene.
"Vamos, vamos, hacemos 4 kilómetros y
medio y caminamos", gritó Fleitas con un buen humor estupendo y
admirable a esa hora de la mañana. Claro que él tampoco se quedó quieto,
porque a un trote menos vertiginoso también recorrió el contorno del
espacio público.
Los jugadores que participaron del
partido ante Belgrano se agruparon en su mayoría para conformar un lote y
hacer el trabajo a una velocidad uniforme. En cambio aquellos que no
estuvieron en cancha o lo hicieron por pocos minutos le imprimieron un
ritmo más intenso. "Mientras unos hacen un regenerativo a los otros el
correr se los pide el cuerpo", explicó el PF con la cordialidad de
siempre.
En simultáneo, Pizzi, su ayudante
Suárez, Belloso y Castellano caminaban en derredor de la plaza, para
luego comenzar a trotar, aunque ahí el Rifle optó por quedarse con el
doctor Hernán Giuria en el punto de partida junto a los utileros y Ruiz,
encargado de la seguridad.
Los jugadores elongaron en la
proximidad de la estatua a Domingo Faustino Sarmiento, que observaba
también atónito la inédita compañía que tenía en la fría mañana
sanjuanina.
Y la práctica tuvo un broche de oro,
que demuestra que Central está bien, porque Fleitas le pidió prestado un
redoblante a unos jóvenes, que no mostraban ningún interés por cumplir
con sus responsabilidades educativas, y se lo ató en la cintura a Broun,
que mostró sus dotes de artista y le puso ritmo a una canción de
tribuna canalla que cantaron todos los futbolistas, y a los que se
sumaron hasta los pibes de la plaza.
Así fue la estadía de Central en Cuyo.
Comenzó con victoria en el estadio y terminó con fiesta en la plaza.
Ahora la próxima estación es en Arroyo Seco, hoy a las 10, para seguir
preparándose de cara al partido con Ferro, y no perder el tren del
ascenso.
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