Cientos de vecinos en Altos de Nogueras denuncian que muchas veces la Línea 11 no los sube. Se suma el preocupante caso de una embarazada.
“Cientos de personas a diario ven pasar el colectivo de la Línea 11, tanto en Altos de Nogueras, en Gorriti y en avenida Facundo Zuviría, y no los sube, especialmente entre las 7 y las 7.30, porque va lleno o porque el chofer no está de humor”, reclamó Valentina Alloatti, vecina de esa zona, a través de una misiva a Diario UNO.
En forma coincidente, días atrás también se comunicó Dora Lemos, para denunciar una situación similar: “El colectivero sabe que todos los que esperamos a esa hora estamos con el tiempo justo para llegar a horario al trabajo y nos deja igual, sin importar si hace frío o calor o si se trata de una persona sola que calculó los minutos para no quedar desprotegida en una esquina insegura”.
“Hace varios años que denuncio esta situación” –continuó Valentina– “hay coches que cobran el boleto pero nunca te lo dan; otros que se rompen en cualquier lugar, te hacen bajar y el chofer ni siquiera se baja a avisar al siguiente; coches que nos han dejado en Gorriti y Peñaloza porque por algún motivo no querían ingresar a los barrios; y en horarios pico hay que esperarlos hasta media hora, ya que no refuerzan la frecuencia con más unidades”.
Por su parte, Dora acotó que “mientras desde la Municipalidad se incentiva que los vecinos utilicen más el transporte público en vez de llevar sus propios vehículos al centro, con este tipo de maltrato por parte de las empresas de colectivos a veces se genera el efecto contrario”.
“No nos quejemos después si se entorpece el tránsito y hay problemas de estacionamiento. Estamos cansados de soportar tantas humillaciones sólo por el hecho de utilizar el servicio de transporte público de pasajeros”, concluyó Valentina.
En la misma línea, se repiten los comentarios de los adolescentes santafesinos en las redes sociales y las quejas de sus padres al matutino.
Los chicos de la zona céntrica reclaman porque alrededor de las 13 la mayoría de los días hábiles el primer colectivo que pasa nunca los sube. Así mencionan a las Líneas 1, 4, 14 y 15; entre otras, alumnos de la escuela Normal Superior y Superior de Comercio N° 46 Domingo Guzmán Silva (4 de Enero e Irigoyen Freyre).
Lo mismo ocurre con la Línea 16 y los estudiantes que concurren a las escuelas Nº 478 Doctor Nicolás Avellaneda y Nº 391 Doctor Agustín Zapata Gollán; e incluso a la Universidad Tecnológica de Santa Fe. Alrededor de las 13, hay días en los que recién el tercer coche que pasa se detiene.
Dora agregó un detalle que no es menor: “Estamos hartos de ver que los choferes hablen por teléfono mientras manejan. Cuando alguien les chista o les comenta algo, contestan mal o hacen caso omiso de lo que uno les dice, sabiendo que es un peligro para los que vamos arriba del colectivo y también para los que están abajo”.
Cabe destacar que la mayoría de los reclamos surge cuando se trata de movilizarse desde y hasta la zona norte de la capital provincial; donde el crecimiento demográfico de los últimos años amerita sin dudas un refuerzo en el servicio de transporte.
Un maltrato particular
En su nota a Diario UNO, Valentina relató también un hecho preocupante que involucró también al transporte público de pasajeros: “El 24 de mayo pasado, alrededor de las 20, mi hija de 16 años, embarazada de seis meses, tomó el colectivo en Callejón Roca y Aguado con la intención de llegar al Eempa Belgrano (ubicado en San Jerónimo y Amenábar), la máquina no le expendió el boleto aunque sí se lo cobró”.
“A la altura de San Jerónimo y Crespo dijo que se bajen todos porque iba a pegar la vuelta en Hipólito Irigoyen (siendo su recorrido hasta Casa de Gobierno). Algunos se bajaron, pero mi hija le pide que siga al menos hasta la Plaza del Soldado porque ni siquiera tenía boleto para subirse al siguiente. De muy mal modo el hombre la obligó a bajarse y mi hija, menor y embarazada, a esa hora de la noche tuvo que caminar sola hasta la escuela. Llegó tarde, no pudo entrar porque había un acto en el piso superior de la escuela y nadie escuchaba la puerta”, continuó.
Como si fuera poco, Valentina concluyó el relato: “Mi hija se tuvo que volver sola hasta la plaza 25 de Mayo, porque había partido de Colón y no pasaba ningún colectivo. Gracias a Dios a mi hija no le pasó nada grave, pero si algo hubiera sucedido, ¿quién respondía? Este señor continúa conduciendo en la Línea 10 tranquilamente”.
A modo de reflexión, la mujer expresó: “Además de esta actitud grosera e irresponsable de un particular, me pregunto dónde quedó la otrora ciudad cordial, dónde quedamos nosotros como sociedad que no protegemos a nuestros menores y, en algunos casos, tampoco a los mayores. La sociedad santafesina parece enferma de indiferencia o no sabe cómo poner los límites a los atropellos, haciendo respetar nuestros derechos. En este caso, si mi hija cumplió con la obligación de pagar su boleto tenía el derecho de llegar a horario y segura a su destino”.
Los usuarios que quieran denunciar o consultar pueden dirigirse a la Oficina Municipal de Información y Protección del Usuario y Consumidor, en Salta 2.840, de 7.30 a 13 y de 15 a 18, o al 0800 444 0442 o al 4574119;al mail defensa.consumidor@santafeciudad.gov.ar; o por la tarde, en los Centros de Distrito.
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